*Escrito por Arantza Díaz
21.12.2024 /CimacNoticias.com/
Ciudad de México.- La carrera contra el tiempo ha empezado y antes del 31 de diciembre, la renuncia de Claudia debe estar sobre la mesa al igual que la de más de 100 trabajadoras de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contras las Mujeres (CONAVIM), quienes denuncian que están siendo obligadas a esta situación por lo que exigen a Citlalli Hernández, titular de la Secretaría de las Mujeres (la cual absorberá este organismo), para que atienda su situación lo antes posible y reconozca los acuerdos laborales que tenían previamente.
El problema laboral que se avecina es mayúsculo y contrasta con el propósito de la Secretaría de las Mujeres, hay que señalar que Conavim está compuesta por más del 80% de una planta laboral de mujeres especializadas en temas de derechos humanos y de género, por ejemplo, son ellas quienes dan cauce a las Alertas por Violencia de Género (AVG), y figuras preventivas establecidas en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (LGAMVLV), quedarán también en la nada.
La Conavim, surgió como dependencia federal en 2009, durante el mandato de Felipe Calderón Hinojosa, en respuesta a las Convenciones sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés) y de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Convención Belem do Pará), así como a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
Así, la Conavim también sería el músculo de la recién creada Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y su Reglamento, que dotó de atribuciones a la Secretaría de Gobernación (Segob) en el tema.
Era la instancia encargada de diseñar la política integral y transversal para atender la violencia contra las mujeres, coordinar sus acciones en los tres órdenes de gobierno y ejercer atribuciones en materia de seguimiento y evaluación de la política nacional.
En esa primera gestión, la Conavim definió como sus áreas principales de trabajo el acceso a la justicia de las mujeres víctimas y el impulso “sostenido y sistemático de una estrategia para el cambio cultural que fomente entre la población una cultura de respeto, protección, y promoción de todos los Derechos Humanos, incluido el derecho de la mujer a no ser discriminada y a no ser violentada”
Hoy a escasos días de terminarse el 2024, las trabajadoras de Conavim, han recibido la noticia de que deben presentar su renuncia y alertan por su situación personal, económica y familiar tras el despido masivo que se avecina, pero también, abruma la situación en que se quedan todos los proyectos activos que tiene el organismo porque no hay una sucesión y tampoco recontratación, es decir, estarían en riesgo de perderse.
Las trabajadoras fueron advertidas el pasado lunes 16 de diciembre por la titular, Yadira Blanco para que presenten su renuncia antes de la extinción de la Comisión.
En una jugada opaca, las y los trabajadores de la Conavim recibieron un anuncio el pasado 27 de octubre, Blanco quería sostener una reunión porque los rumores de que la Comisión se fusionaría con el Instituto de las Mujeres eran demasiado fuertes y a pesar de los intentos de hermetismo, la fuga de información comenzaba a producir nerviosismo entre las autoridades.
Claudia, estuvo presente en esa reunión donde se le pidió guardar la calma, asegurándoles que la misma titular de la nueva Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández les recibiría personalmente al día siguiente para explicarles el panorama y su situación laboral.
A la mañana siguiente, las trabajadoras –pues más del 80% de la plantilla del CONAVIM está compuesta por mujeres-, se dieron cita en las oficinas de la Secretaría donde Citlalli Hernández las recibió y con tranquilidad confirmó que, efectivamente, sí habría una fusión Conavim-Inmujeres, pero que «no había nada de qué preocuparse, que todo estaría bien y que se haría el esfuerzo para que todas las trabajadoras fueran recontratadas, aunque todo dependería de la situación presupuestal».
Ese 28 de noviembre fue la última vez que las trabajadoras supieron algo de Citlalli Hernández.
Claudia volvió a sus actividades de rutina, pero la inquietud había comenzado a agitar el avispero. Los chats interinstitucionales se desbordaban de preguntas, rumores de liquidaciones y otros supuestos que no tenían fundamento pero que sí fueron génesis de una profunda incertidumbre.
Apenas una quincena después de la «calma» extendida por Hernández, se gestó una nueva reunión; el 16 de diciembre, Rigoberto Guzmán, director administrativo y Yadira Guzmán citaron a las trabajadoras para informarles de la extinción de la CONAVIM y con ello, su inminente renuncia.
«Nos miramos las unas a las otras, todas estábamos en shock», narra Claudia. Guzmán y Blanco continuaron explicando que, «como sabían» el 31 se daría la extinción de la CONAVIM y eso infería la desaparición de todo, incluyendo, sus plazas de trabajo. Claudia recuerda que lo primero que atinó a pensar fue: «¿Cómo?, tú nos habías dicho que nadie se iba a ir», acto seguido, se cuestionó cuál sería el futuro de sus contrataciones y la respuesta de las autoridades fue, por menos, desalentadora: «No sé, eso queda a cargo de Citlalli Hernández».
Ante las dificultades que se avizoran al interior del CONAVIM, no se puede perder de vista que hay muchos cabos por atar, no sólo por no saber quiénes manejarán los programas contra la violencia de la Comisión, sino también, el temor de una pérdida de autonomía.
Claudia ha trabajado durante más de 5 años en el desarrollo de programas para atender la violencia en razón de género y uno de los temores esenciales es, precisamente, que las Alertas por Violencia de Género contra las Mujeres -mecanismo manejado por la CONAVIM– pierda potencia durante esta transición, pues como es sabido, se rige bajo la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, misma, que aún no está reformada y deja un vacío legal enorme.
La misma historia se repite en no saber cómo se conformará el sistema nacional de prevención, atención, sanción, erradicación de violencia contra las mujeres, mecanismo que también corre a cargo de la CONAVIM y que, con la extinción total de la Comisión, deja una gran incógnita, pues al igual que las AVGM, estas funciones las estipula la máxima ley en la materia (Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia), que, hasta la publicación de este artículo, no cuenta con ninguna reforma que traspase, textualmente, estas dos poderosas herramientas para contener la violencia en razón de género a la Secretaría de las Mujeres.
Eso sí, el decreto de la Ley Orgánica sostiene en el octavo transitorio que «los órganos administrativos desconcentrados y las entidades paraestatales de las Secretarías cuyas atribuciones hayan sido transferidas a otras por virtud del presente Decreto, estarán adscritos a estas últimas a partir de la entrada en vigor de este último», es decir, que si bien se consideran la transferencia de atribuciones, esto no blinda de no comprender hasta cuándo se realizarán las reformas para que la Ley de Acceso de las Mujeres estipule las tareas que devoró de la CONAVIM.
En otra lectura, la trabajadora de la CONAVIM comparte para Cimacnoticias que, es de su conocimiento que las trabajadoras del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF) y quienes presiden los refugios, han recibido una extensión laboral para cerrar los programas; tendrán dos meses más de contrato para cerrar su trabajo, al resto de las trabajadoras que tienen una carrera profesional, ya se les ha pedido su renuncia.
La reflexión final que da Claudia en entrevista es: «No sé qué pasará«, sin embargo, desde su óptica refiere que le da la impresión de que pretenden manejar todos los recursos de los programas y que, aún sin certeza, podría resultar en algo positivo -o tal vez no-, sin embargo, esto no responde a qué sucederá con estos mecanismos que son fruto de la lucha histórica de las mujeres y que ahora, han caído en el territorio de la duda.
«No sabemos qué va a pasar con estos mecanismos que tanto trabajo nos costaron (…) Ese es el panorama, estamos en shock, muy preocupadas, todavía si hubiéramos tenido un tiempo más para saber qué hacer, pero la bomba nos cayó en diciembre, quienes tienen hijas e hijos tendrán que restringirse esta navidad; es cierre de año y el tiempo de las mujeres es, más bien, incierto»
La transferencia de recursos humanos
En la Ley Orgánica de la Administración Pública, apartado décimo cuarto se aborda que los recursos humanos, financieros y materiales, así como las funciones y atribuciones con las que cuenta la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres se transferirán a la Secretaría de las Mujeres, a más tardar el 31 de diciembre del 2024, asimismo, se refiere que a partir del primero de enero del 2025 se deberán realizar las adecuaciones correspondientes al Reglamento Interior de la Secretaría de la Gobernación.
Explícitamente, se expresa la transferencia de todos los recursos humanos de la CONAVIM a la nueva Secretaría de las Mujeres, por lo que la demanda de renuncia a estas trabajadoras es violatoria a la propia Ley Orgánica, pero también, a lo estipulado en la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal al cooptarlas del desarrollo de la función pública, considerando que la CONAVIM es un órgano perteneciente a la Secretaría de Gobernación -desconcentrado- y no un órgano autónomo descentralizado.
El equipo de transición
Claudia recuerda haber cuestionado a Yadira Blanco sobre cómo quedaría la transferencia de las trabajadoras, tal como lo establece la ley y si existía algún convenio de transición y aunque refirió que sí existía un «borrador«, Claudia denuncia que se está cometiendo una irregularidad, pues en ningún momento venía claro cómo pasarían a las trabajadoras del servicio profesional de carrera o el equivalente de los tabuladores.
¿Quiénes son las personas que van a ocupar tu trabajo y quienes sí serán transferidas?: No sabemos, pero sí sabemos que caímos en un acto de corrupción. No procuraron a su personal y eso, si hubo un equipo de transición como me han dicho que pudo suceder, no nos han dicho quiénes son porque a todas nos aventaron la bomba de que teníamos qué renunciar.
¿Para ti es corrupción?: Claro, responde Claudia, para mí es evidente que quien tuvo que haber visto por todas nosotras no tenía conocimiento técnico, no tenía la visión de protegernos, ni el liderazgo, el «equipo de transición» es gente que no vio por las mujeres, me pregunto, ¿qué tipo de intervención pueden tener estas personas?
«Me vienen muchas cosas a la mente de que no hubo pericia en la administración, todo fue hermético, no documentaron nada, simplemente fue un, pues ya no pasó, todas renuncien y adiós. No sabemos qué pasará, pero sí sabemos que hemos caído en una irregularidad enorme y ahorita tanto que se ha dicho tanto lo de fuera la corrupción, pues entonces, nosotras caímos en un loop de corrupción. El llamado «tiempo de mujeres» es incierto.
Claudia sabe bien que esta práctica no se trata sólo de un asunto de renuncia forzada a causa de nulas posibilidades del Estado; hacer una transición garantizando los derechos humanos no es una tarea imposible, pero sí una obligación.
En 2022, el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) transfirió sus programas contra la violencia de género al CONAVIM y con ello, la recontratación fue clave para asegurar la continuidad al trabajo de quienes laboraron en los proyectos del Indesol. En esta ocasión, dice Claudia, no hubo claridad, ni certeza, sólo la presión latente de una renuncia.
«Ellos saben que, si se extingue un centro de trabajo, la normativa del servicio profesional de carrera indica la recontratación, pero hoy, ninguna de las personas que trabajamos día a día estamos a salvo. Nosotras confiábamos en las autoridades que hicieran las cosas como debían ser, espero que sean conscientes que la vida y el sustento de muchas familias dependan de nuestro trabajo, no es sensible, no están pensando en las mujeres, muchas son madres, que cuidan, personas solteras que mantienen a sus padres. Nos echan a más de 100 personas»
La resistencia a 11 días de la extinción
En medio de la incertidumbre, la resistencia se erige entre diversas trabajadoras que están buscándole el rostro a Citlalli Hernández para responder una pregunta: ¿Qué va a pasar? Claudia refiere que, entre varias trabajadoras ya han firmado una carta externando su preocupación; el documento ha sido enviado a la Secretaría de Gobernación y a Inmujeres, asimismo, están luchando por concretar una audiencia con la titular de la Secretaría de las Mujeres antes de que el plazo de 11 días -antes de la llegada del 31 de diciembre- se venga encima.
La desesperación ha colmado a las trabajadoras quienes han recibido evasiones de Yadira Blanco quien sólo ataja señalando que ya no es ella quien toma las decisiones y que todo está en manos de Hernández.
Al preguntarle a Claudia cuáles serán las siguientes acciones, explica que, aunque la incertidumbre les pese, están a la espera de que Citlalli Hernández las volteé a ver y termine con, lo que parece, una pesadilla.
Sin embargo, la esperanza no es particularmente alentadora, esto luego de mirar las liquidaciones y renuncias que ya han golpeado a sus compañeras, las trabajadoras del Instituto de las Mujeres: «Nos dicen que no saben nada, pero vemos a las compañeras de Inmujeres que son del apartado A, -un salto más difícil- y así como así, las liquidaron. Si fuera cierto que no hay nada definido aún, entonces, ¿por qué a las compañeras les hicieron eso?»
Conocido como apartado «A», es aquel que está relacionado con el presupuesto que tienen los organismos descentralizados como el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) o el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); porque no son una secretaría, pero sí gozan de autonomía en su manejo y por supuesto en sus recursos. Justo como el Inmujeres, Instituto descentralizado que estaba «fuera de las manos» de la Secretaría de Gobernación.
El apartado «B» es donde pertenece la CONAVIM y que contiene a la administración pública federal, es decir, está bajo el ala de Gobernación. Concretamente, desde la mirada de Claudia, si fue un ejercicio tan laxo liquidar a las compañeras autónomas del Inmujeres, no hay nada que sostenga el hilo de confianza para que el Gobierno no haga lo mismo con el centenar de trabajadoras de la Comisión.
Al preguntarle a Claudia sobre qué otras alternativas quedan en la mesa, nombró el Tribunal de Conciliación y Arbitraje, pero ha quedado completamente fuera del mapa, pues le refirieron que están de vacaciones y que reanudan actividades más adelante; no hay tiempo para esperarles, su despido está a 11 días de transitar a la realidad.
La extinción del Inmujeres
El 1 de noviembre de 2024, Claudia, Sheinbaum Pardo, la actual presidenta, presentó la Iniciativa para realizar cambios en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, con el objetivo de fortalecer “la eficiencia y eficacia de cada una las Secretarías del Estado”.
Y para el 5 de noviembre de 2024 la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados turnó ese proyecto a la Comisión de Gobernación y Población, donde el día 12 de enero se votó en favor y fue así como pasó al pleno el pasado 13 de noviembre con 431 votos a favor.
Con esta aprobación se extingió el actual Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) para dar paso a la Secretaría de las Mujeres, por lo que se afirma en la iniciativa desde Presidencia, que este cambio,
“Conlleva una mejora en el rango institucional, estructural y operativo que permitirá abordar de manera más efectiva las violencias y desigualdades históricas y estructurales que enfrentan las mujeres en México”.
El dictamen aprobado señala que entre las principales funciones de la Secretaría estará la implementación, supervisión y seguimiento de políticas públicas en áreas clave como la igualdad sustantiva, la prevención de la violencia y la consolidación del sistema de cuidados.
Además, la Secretaría será responsable de formular y coordinar políticas con perspectiva de género, transversales a todas las dependencias federales, estatales y municipales, asegurando la igualdad de oportunidades y el derecho a una vida libre de violencia. También suscribirá convenios y acuerdos de colaboración, e impulsará programas conjuntos con entidades clave, como al Secretaría de Educación Pública y la Secretaria de Salud, para promover una cultura de no violencia y no discriminación, garantizando los derechos de las mujeres y niñas en todos los ámbitos de su desarrollo.