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03.01.2025 Durango.- Un menor de 14 años de edad, identificado como Jason se debate entre la vida y la muerte luego de la emboscada de criminales, donde mataron a tres de sus familiares, dos ciudadanos estadounidenses y un mexicano, el pasado 27 de diciembre.
El padre del menor, un tío y un primo que viajaban juntos con el adolescente fueron víctimas mortales del ataque armado, registrado en la carretera cercana a un poblado en Santiago Papasquiaro, Durango, mientras se trasladaban a bordo de una camioneta con placas de Illinois.
El sobreviviente Jason Peña, joven originario de Chicago, recibió un disparo en la cabeza por lo que permanece en estado crítico. Los fallecidos recibieron un balazo en la cara, otro el tiro de gracia en la cabeza también y el último fue baleado. No hay un solo detenido por los hechos de violencia contra los jóvenes.
Vicente Peña Jr., de 38 años de edad, y Antonio “Tony” Fernández, de 44, ambos de Logan Square, y Jorge Eduardo Vargas Aguirre, de 22 años, de México, son los familiares de Jason que fueron ejecutados por delincuentes que siguen en la impunidad.
Los tres adultos y el menor celebraban el cumpleaños de Jason, pero cuando salieron de la casa de su familiar mexicano para ir a una tienda ya no regresaron.
La policía acudió en su búsqueda luego de recibir una llamada de auxilio reportando su desaparición y “encontró” la camioneta con los cuerpos de los tres miembros de la familia, muertos.
Al adolescente de 14 años, Jason, lo hallaron inconsciente afuera del vehículo con una herida de bala en la cabeza, pero “su corazón seguía latiendo”, reportó The New York Times.
Familiares de Chicago se dirigieron a Durango para exigir justicia y respuestas sobre el ataque, entre ellos la madre del menor Elena, sin obtener respuestas del gobierno, que sigue omiso y en total hermetismo.
La abuela materna de Jason pidió el apoyo a las autoridades estadounidenses para trasladar a su nieto a Chicago en una ambulancia aérea. “Queremos traerlo para que tenga las mejores oportunidades de recuperarse”, refirió envuelta en el dolor.
Jason finalmente pudo ser trasladado por aire al Texas Children’s Hospital de Houston desde la ciudad de Durango, que está a unos 965 kilómetros al sur de El Paso, Texas.
Julie Contreras, pastora y directora de United Giving Hope, que es un grupo de defensa en Chicago, hermana de una de las víctimas estadounidenses dijo que “Les tendieron una emboscada, los ejecutaron” señaló al detallar que no fue por el robo de la camioneta.
El caso de esta familia es similar a muchos otros como los de dos hermanos australianos y su amigo surfista, quienes fueron hallados en un pozo de agua luego de desaparecer durante un viaje de surf al estado de Baja California porque un delincuente quiso hacerse de las llantas de su camioneta para la de su novia. Caso que utiliza Donald Trump para mostrar la peligrosidad de los carteles mexicanos.
Recuerdan además la de una pareja de California que recién fue asesinada en el estado de Michoacán, y otra pareja desaparecida en Coatzacoalcos, Veracruz de la que no se sabe nada.