El atraco que viene: desfondar al INFONAVIT.

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/ Agustín Basilio de la Vega /

Morena se dispone a quebrar al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores que es un organismo público tripartita de México formado con la participación de los trabajadores, empresarios y gobierno. La función del INFONAVIT es administrar recursos ahorrados de más de 56 millones de trabajadores y derechohabientes, así como operar un sistema de financiamiento que les permita a los ahorradores obtener créditos para adquirir, construir, ampliar, remodelar una vivienda, pagar un crédito hipotecario o adquirir en propiedad un terreno para construir.

Con base en el principio de subsidiariedad, los trabajadores tienen acceso a 5 diferentes tipos de créditos según sus aspiraciones y circunstancias:  Línea I para la adquisición de viviendas cuya construcción la financia y realiza el propio Instituto; Línea II, para la compra de vivienda nueva o usada en el mercado abierto que elige libremente el propio trabajador; Línea III, para la construcción de vivienda en terreno del propio trabajador; Línea IV es un crédito para ampliación o remodelación de la casa del propio trabajador; y la Línea V para el pago de pasivos derivados de créditos hipotecarios bancarios.

Esta institución creada en 1972 ha mejorado mucho su eficacia y eficiencia. Desde su fundación hasta el año 2000 (28 años), otorgó a nivel Nacional casi 2 millones de créditos. Mediante las 5 líneas de crédito que ofrece, las administraciones comprendidas entre los años 2000 y 2012, elevaron a más de 5 millones pues con presidente Vicente Fox llegaron a más 2 millones los créditos y con el presidente Felipe Calderón a casi 3 millones. Lo anterior fue posible gracias al ahorro de los trabajadores, a la modernización de esta institución financiera y al Estado de Derecho imperante hasta antes de la aparición de la 4T.

La idea del actual gobierno de crear una empresa que construya casas para los derechohabientes es tan mala como los fracasos que ya todos conocemos: La refinería de Dos Bocas, la Base Aérea  denominada AIFA, Mexicana de Aviación y el mal logrado Tren Maya que tiene constantes similares: todos estos proyectos son improvisados y no tienen viabilidad financiera, sus costos se elevaron de tres a cuatro veces, operan con números rojos, la producción de bienes o servicios es nula o muy baja y generan déficit en las finanzas públicas así como muy escaso crecimiento económico.

Muchos conocemos a familiares o amistades que cuentan con una casa financiada mediante algún crédito INFONAVIT o conocemos casas, fraccionamientos o desarrollos habitacionales. Generalmente se observa que las casas construidas por el gobierno tienen deficiencias importantes. Para empezar los particulares construyen con todo el rigor que marca la ley y la calidad que demanda la población, en cambio el gobierno recurre a influencias, favores y corrupción por lo que sus casas están muchas veces en lugares inadecuados o   son de mala calidad.

Otro problema será el mantenimiento. La burocracia nunca será más eficiente que la iniciativa privada. ¿Se imagina el problema para un trabajador que la casa que “le dieron” está defectuosa y por ejemplo tiene una humedad? ¿El gobierno será tan eficiente como un desarrollador profesional para solucionar el desperfecto? Veamos a nuestro alrededor y comprobamos que el Estado es incapaz hasta de componer las banquetas.

El gobierno va por la reforma al INFONAVIT para hacer lo que mejor sabe hacer: despilfarrar los recursos ajenos en mini elefantes blancos con el objetivo de dejar fuera a trabajadores y patrones del manejo del fondo de ahorros para hacer casas a gusto de la burocracia rapaz que se seguirá enriqueciendo corruptamente contratado a sus incondicionales. La reforma es estatizante y va contra la libertad y las aspiraciones de los mexicanos de adquirir casas dignas.

X @basilio de la Vega