*Escrito por Wendy Rayón Garay .
31.01.2025 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- Debido las recientes deportaciones masivas ordenadas por el presidente Donald Trump de Estados Unidos, la Red Mesoamericana Mujer, Salud y Migración (RMMSyM) convocó a los gobiernos de México, Guatemala, Honduras y El Salvador -países que son atravesados para llegar a la frontera sur de Estados Unidos, a proteger los derechos humanos de las niñas y mujeres en contextos de movilidad que están siendo devueltas a sus países de origen.
La Red Mesoamericana Mujer, Salud y Migración (RMMSyM) es una organización conformada por defensoras de derechos humanos y del territorio que trabajan en conjunto en México, Guatemala, Honduras y El Salvador. Su finalidad es mejorar las condiciones de las mujeres en situación de movilidad, reconocer las diversidades y el ejercicio de los derechos, a través de la incidencia política en materia de salud y migración desde una perspectiva intercultural, decolonial y de género.
La RMMSyM apuntó la necesidad que gobiernos de estas naciones enfoquen el quehacer de sus instituciones y la asignación presupuestaria a la protección de las niñas y mujeres solicitantes de asilo. La finalidad es que ellas sean reconocidas como refugiadas y que sus derechos sexuales y reproductivos, los cuales fueron restringidos, se garanticen siguiendo sus obligaciones internacionales asumidas ante la ONU y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
También señalaron que las naciones deben mostrar una postura sobre las amenazas del gobierno de Trump y las presiones para asumir o endurecer los controles policiales y militares en las poblaciones migrantes; así como la concientización sobre las voluntades de atender las causas estructurales que provocan este fenómeno.
Asimismo, solicitó a las organizaciones de la sociedad civil a que articulen y proporcionen mejores respuestas a poblaciones migrantes (de origen, tránsito, destino y retorno) que atraviesan estos países, sobre todo en casos de peligro, desprotección y persecución. Además, a diseñar mecanismos, apoyos y recursos que tengan perspectiva de género, e impulsar narrativas que ayuden a desestigmatizar a las y los migrantes.
En cuanto al pueblo norteamericano, la RMMSyM hizo un llamado a que no permitan que su gobierno actúe con crueldad contra las poblaciones migrantes que huyen “de condiciones inhumanas o de riesgo, que viajan con la finalidad de salvar sus vidas, unificarse con sus familias, contribuir con su trabajo, aportar a la economía y nutrir con su cultura a una sociedad más solidaria y diversa” debido a la situación política, económica y social de sus países de origen.
El posicionamiento de la RMMSyM se dio a conocer después del encuentro ‘Mujeres por el derecho a migrar y no migrar’ en la Ciudad de Guatemala, Guatemala, que tuvo por objetivo reflexionar sobre el contexto político mesoamericano, así como la construcción de vías para que las niñas y mujeres en contextos de movilidad vivan seguras y libres de violencia de género ante las deportaciones masivas que se viven en Estados Unidos.
Recordemos que el pasado 20 de enero de 2025, Trump firmó una serie de órdenes ejecutivas para frenar la migración al país en donde se declaró “emergencia nacional”, así como la suspensión de programas para el reasentamiento de refugiados; la cancelación de las citas en la aplicación CBP One; la catalogación de pandillas y cárteles como terroristas; la construcción del muro fronterizo; la reimplementación de la política pública “Quédate en México”; la detención de vuelos migratorios; y el cierre de su frontera sur junto a su militarización.
A lo que la RMMSyM declaró que la llegada de Trump representa una amenaza, ya que desde su primer día promovió restricciones para las personas migrantes que quieren acceder al territorio estadounidense a través de solicitudes y recibimiento de asilo. No obstante, estas medidas también repercutieron en los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y mujeres debido a la dificultad de acceder a servicios de salud.
«En estos tiempos de incertidumbre y cambios políticos, desde la RMMSyM estaremos atentas a las implicaciones e impactos en las dinámicas migratorias, pero sobre todo, de los efectos en la vida de las mujeres y las niñas en movilidad humana. Continuaremos trabajando en la defensa de sus derechos y abogando por una movilidad informada, acompañada y protegida. Impulsaremos el dialogo en todos los niveles y acciones que transformen el machismo, la discriminación, el machismo, el racismo y la xenofobia en caminos de acogida» -Red Mesoamericana Mujer, Salud y Migración.
Deportaciones masivas, un recuento de los hechos
El pasado lunes 27 de enero de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo informó en su mañanera que ya fueron recibidas 4 mil 94 personas migrantes deportadas a México. Aunque también se registraron personas de otras nacionalidades, las mexicanas y mexicanos llegaron a través de cuatro aviones comerciales al Aeropuerto Felipe Ángeles.
Asimismo, declaró que este número no representa un incremento sustantivo. Recordemos que el mayor número de deportaciones hacia personas migrantes fue en la administración de Bill Clinton con 7 millones 447 mil 247 deportaciones entre 1993 y 2000 representando en promedio 2 mil 550 deportaciones al día, según datos del Instituto Nacional de Migración. Por otro lado, el primer gobierno de Trump hubo 766 mil 055 deportaciones entre 2017 y 2021.
Sin embargo, las agresiones y violencias ejercidas en las niñas y mujeres migrantes son una realidad. El informe “Te tratan como si no valieras nada” que recopila información interna del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, reveló diversos casos de violencia contra las niñas y mujeres migrantes por parte de la Patrulla Fronteriza y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) en 2017, al inicio del primer gobierno de Trump.
En el documento se evidenciaron violaciones a derechos humanos contra ellas como abuso físico durante la detención, abuso sexual, trato discriminatorio y deshumanizante, negación de alimentos y atención médica, así como intimidación de solicitantes de asilo y denegación del debido proceso.
Además, se enfrentaron a la activación de la política migratoria “Quédate en México”, la cual devolvió a personas migrantes a la frontera sur a la espera de protección legal de Estados Unidos. No obstante, fue señalado por ser inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por la inexistencia de mecanismos y lineamientos del gobierno mexicano que garanticen sus derechos humanos. Cabe resaltar que oficialmente, México no forma parte del programa, pero ha recibido migrantes «por humanidad», según contestó Claudia Sheinbaum Pardo.
La situación no es diferente para otros países de Latinoamérica quienes se han visto obligados a recibir a 7 mil 300 personas deportadas, según datos del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. No obstante, las fotografías de población migrante abordando un avión militar, publicadas por Karoline Leavitt, secretaría de prensa de la Casa Blanca, en donde se pude observar a hombres esposados de la cintura a los pies formados en fila, provocó el descontento de los dirigentes de países como Colombia, Brazil y Guatemala.
Ante la viralización de las fotografías, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se negó a recibir los aviones militares estadounidenses que contenían personas migrantes colombianos debido a tratos inhumanos, por lo que ordenó su devolución hasta que fueran enviados en aviones civiles bajo condiciones dignas.
En respuesta, el presidente Trump interpuso cuatro sanciones hacia Colombia: el incremento del 25% de aranceles a productos colombianos que entren a Estados Unidos con la amenaza de que el porcentaje aumentaría en una semana; la revocación inmediata de funcionarios, miembros de partidos políticos del país y sus familias; e inspecciones reforzadas hacia los viajeros y cargamentos.
Y aunque el gobierno colombiano también interpuso un aumento en los aranceles a productos estadounidenses, ambas naciones lograron llegar a un acuerdo, por lo que el 28 de enero, Colombia recibió dos aviones que transportaron a población migrante.
