- ÍNDICE POLÍTICO .
/ FRANCISCO RODRÍGUEZ /
Insisten en llamarlo Presidente. Lo hacen la señora Claudia Sheinbaum, desde el tapanco de Palacio Nacional, hasta el último de los beneficiario de las dádivas llamadas del Bienestar en sus viviendas carentes de todos los servicios públicos. Confesión de parte de que es Andrés Manuel López Obrador quien aún toca el pandero que los demás bailan a su ritmo.
Es a sus “políticas” –impolíticas, porque no benefician a la polis, sino sólo a su Movimiento– de aliarse con “los cárteles… principales traficantes de fentanilo, metanfetamina y otras drogas del mundo”, por lo que el deschavetado Donald Trump ha impuesto aranceles del 25% a las exportaciones de nuestros productores hacia su país.
No hay que buscar más responsables. No culpemos a Trump. El único es López Obrador, a quien la voz popular acertadamente motejó como #NarcopresidenteAMLO.
Pero también habría que agregar a quienes aún lo siguen y obedecen ciega e irrflexivamente: sus #narcomanadas: gobernadores, senadores, diputados, alcaldes… postulados por él y sólo por él a través de Morena y, en gran cantidad de casos, llevados al poder con el apoyo letal y económico de los criminales.
La crisis que aquí y en otros espacios fue avisada toca a la puerta.
Estancada la economía desde hace ya más de seis años …
… roto el Estado de Derecho con las reformas que deforman al Poder Judicial …
… desaparecidos los órganos constitucionales autónomos que evitaban la concentración del poder público en el Ejecutivo…
… sin recursos presupuestales para siquiera atender lo necesario (seguridad, salud, educación, vialidades, energía) …
… es el #narcogobierno de la 4T el que ha arrastrado al país a la terrible situación que ya enfrenta…
… sin que se adviertan capacidades de la Administración formalmente encabezada por la señora Sheinbaum para siquiera sortearla.
¡Estamos jodidos, mexicanos!
Y todo es culpa del #narcomorenismo que inició hace ya más de seis años con los “abrazos, no balazos” a los delincuentes… “porque también son pueblo” … y porque “tienen derechos humanos”.
El costo en homicidios, masacres, desapariciones, secuestros, extorsiones y, ahora en aranceles, ya es altímsimo.
El Plan D, de Donald
Durante al menos tres meses, la señora Sheinbaum mareó a los mexicanos que ven sus “mañaneras del pueblo” con “puros choros”.
Que Trump alardeaba. Que tenemos el Himno Nacional. Que ella no creía. Que dizque la soberanía. Que se esperaría hasta que el repetidor Presidente de los Estados Unidos pronunciara su discurso de inauguración. Que aplicar aranceles afectaría más a los vecinos del norte. Que si los refrigeradores, las pantallas, los autos. Huecos, infumables y reiterativos rollos con los que pretendía esconder el temor ante la tormenta que se le venía encima.
Lo más reciente, antes de que este último sábado por la mañana, a escasas horas del anuncio de la Casa Blanca, dijera que ella estaba “tranquila”, es que su gobierno tenía un Plan A, un Plan B y un Plan C para enfrentar cualquier situación adversa.
No mencionó el Plan Ch, el de responsabilizar a quien dicen que vive en “La Chingada”.
Y al final, el que se impuso fue el Plan D, el de Donald.
Minisexenio, el actual
Si alguna vez inició, el sexenio de Sheinbaum ya se acabó. Duró mucho menos que un chiflido.
Sus primeros tres meses los ocupó en proseguir con los amarres del pacto de impunidad con los narcotraficantes, en acabar de destruir la economía del país, acelerando el dispendio administrativo y presupuestal –AIFA, Dos Bocas, Tren Maya, Mexicana de Aviación, pero sobre todo Pemex CFE– para la comodidad de los favoritos, más el desorden absoluto en todos los renglones.
Y si en los últimos seis años ya se habían saqueado las AFORES, ella acató la orden y ahora va por el hurto de los ahorros de los trabajadores del INFONAVIT, tal y como ordenó su antecesor
Fue una Administración federal proseguida por la que empezó en 2018 y por los vástagos políticos de AMLO en los tres órdenes de gobierno, Ejecutivo, Legislativo y Judicial y en los tres niveles geográficos, federal, estatal y municipal, orientada por la rapiña y la destrucción del concepto de lo mexicano, de la idea misma de país. Nunca debieron asentarse en la cúpula del poder.
El enfermo Trump
Y sí. Cierto. Se necesitan dos para bailar tango. La contraparte de esta “guerra” comercial –luego de que Marcelo Ebrard anunciara venganza con medidas arancelarias a las importaciones desde Estados Unidos–, el hombre enfermo de poder y de ambición que ocupa la Casa Blanca, a final de cuentas se ve como un desvalido que se resiste a aceptar su decadencia y quiere hacer a Estados Unidos “grande otra vez”.
Quiere hacer tronar su chicharrón, a pesar de toda evidencia de colapso mental, físico, orgánico y moral. Es atroz el cuadro, pero algunos países llegan a vivirlo. Desde aguantar a quien no le importa demasiado que lo aguanten.
México y su vecino del Norte están ensartados. Por la obcecación de los enfermos a mandar –AMLO y Trump, but of course–, aunque no puedan ni deban, por resistirse a ser sustituidos en los momentos calmos y oportunos, cuando no se suscitan tormentas ni ciclones en los cambios de mando, cuando no se precipita un país junto con su propia paranoia de poder.
Los individuos ambiciosos y desafortunadamente sanos, aunque afectados en la mente, se aprovechan de los hombres y mujeres disminuidos en sus aptitudes físicas y en sus reacciones normales ante cualquier eventualidad, para manejarlos a la medida de sus antojos, sin límite del ridículo, sin horizonte en sus atrevimientos.
Obviamente, una persona enferma, digna de cualquier compasión, se convierte en peligrosa cuando a todo costo quiere seguir tocando el pandero, o cuando lo pretende, porque lo hace hasta cuándo se ha vuelto más que evidente que todo esfuerzo es nulo.
Rebasa toda lógica el no hacerlo, y enferma al resto de la sociedad. Los habitantes de México, Estados Unidos y Canadá con millones de pobres, necesitados y hasta hambrientos, no merecen esos desplantes. La ambición toca los dinteles del sacrificio absurdo, raya en lo demencial.
Aquí estamos peor
Tenemos un gobierno transexenal que ha llegado al extremo de desacreditar a sus únicas instituciones encargadas de la vigilancia, honradez e imparcialidad de la aplicación de la justicia. Con organismos electorales, para empezar, que piden a gritos ser declarados incompetentes e incapacitados, para bien de todos.
Los cuatroteros obtuvieron así un poder omnímodo, superlativamente cínico, por aferrarse al uso de los poderes del Estado para consumar sus sandeces, imponer su ignorancia y desenfreno en el prevaricato, el abuso de funciones, la venta maquinada de la soberanía nacional, el entreguismo a los verdugos del extranjero y la sustitución a modo de las normas prevalecientes, siempre faltos a su palabra.
Se les dice cínicos, sólo porque la costumbre inveterada del periodismo mexicano ha asumido como conducta eludir las calificaciones exactas, necesariamente majaderas, para referirse a las de quienes desde cualquier posición destruyen la dignidad y el orgullo de los bien nacidos en esta tierra generosa.
Hay cortedad, empero, en esta adjudicación gramatical que requiere un hasta aquí, un ya basta a los dizque gobernantes de México, más a los que se han pasado de la raya, del castaño oscuro, para hacer prevalecer sus intereses monetarios “en alianza con el narcotráfico” sobre las exigencias colectivas.
El juicio histórico contra AMLO y sus seguidores vendrá, pésele a quien le pese.
Esperamos verlo a la brevedad.
Indicios
“Necesitamos otras opciones para que los cárteles dejen de pasar droga, personas e incentivar la violencia en nuestro país”, dijo este sábado –luego de que Trump impusiera los aranceles– el titular del Pentágono estadounidense, Peter Hegseth. Esta semana enviará mil soldados más a nuestra frontera norte. Y aunque luego suavizó el tono en una conversación con los secretarios de Defensa Nacional, Ricardo Trevilla, y de Marina, Raymundo Morales, lo que debería de preocupar y, sobre todo, ocupar a nuestras Fuerzas Armadas es que “todas las opciones” estén abiertas. ¿Una de ellas como el “ataque de precisión” ordenado por la Casa Blanca en contra de integrantes del Estado Islámico en Somalia? Recuérdese que, como los somalíes, los narcos mexicanos ya fueron clasificados como “organizaciones terroristas”. * * * Por hoy es todo. Reconozco su lectura a este Índice Político y, pese a la situación provocada por la 4T, le deseo ¡buenas gracias y muchos, muchos días!
https://www.indicepolitico.com
indicepolitico@gmail.com
@IndicePolitico
@pacorodrigue