Escrito por Wendy Rayón Garay-
03.02.2025/CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- Conocida por ser una pieza clave para la emancipación de las mujeres, Simone de Beauvoir también se destacó por ser escritora, filosofa existencialista y feminista francesa que utilizó sus experiencias personales para explorar temas como la libertad, opresión y la construcción social del género. Por ello, aquí te traemos un recorrido por su vida y su legado.
Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand de Beauvoir nació el 09 de enero de 1908 en París, Francia, en el seno de una familia burguesa con valores conservadores. Su padre fue Georges Bertrand de Beauvoir, un hombre amante del teatro y la literatura, y su madre Françoise Brasseur, creía en la religión. Este panorama marcó las primeras tensiones ideológicas de Simone de Beauvoir.
Recibió una educación católica rigurosa, no obstante, pronto rechazó la religión durante su adolescencia, e inició su vida como pensadora crítica e independiente. En adherencia, la Primera Guerra Mundial afectó económicamente a su familia dejándolos en una situación precaria, por lo que su padre alimentó en ella la idea de no depender de un matrimonio para asegurar su futuro, sino de una carrera profesional. Su historia, la impulsó a dejar los valores tradicionales y roles de género preestablecidos.
Estudió filosofía en la Universidad de la Sorbona, ya que comenzó a cuestionar las estructuras que relegaban a las mujeres al espacio privado como el hogar y las excluían del pensamiento crítico. Con ello, pensó principalmente en su madre como una figura “atrapada por las normas patriarcales”.
En esta época conoció a Jean Paul Sartre con quien formalizó una relación basada en la igualdad, el intercambio de ideas y el rechazo de las reglas tradicionales como el matrimonio y la posesión mutua, optando por la “unión libre” basada en la honestidad y autonomía. Ambos desafiaron las normas patriarcales para promover el movimiento existencialista, caracterizado por la búsqueda de la libertad, responsabilidad personal y la construcción de sentido.
El rechazo del matrimonio y la maternidad fue una decisión que defendió a lo largo de su vida. Para Simone de Beauvoir, se trataba de una forma de subordinar a las mujeres a los roles de cuidado del hogar y de las hijas e hijos, así como de hacerlas dependientes económicamente y emocionalmente de los hombres.
Su bisexualidad y relaciones abiertas, también rompieron con las expectativas de la sexualidad y el género. No solo desafió el rol de las mujeres como la esposa y la madre; sino que exploró alternativas para relacionarse y cuestionó las estructuras patriarcales que limitaban a las mujeres, según explicó Karine Tinat en su artículo ‘La biografía ilusoria de Simone de Beauvoir’.
El segundo sexo, su legado
El segundo sexo de Simone de Beauvoir es una obra considerada fundamental opera el pensamiento feminista, ya que es de las primeras veces que se analiza el rol de las mujeres a lo largo de su historia desde una mirada filosófica, sociológica y biológica en conjunto. Ella comienza exponiendo que históricamente las mujeres son definidas como “El otro”, es decir, subordinadas a los hombres. Desde entonces, la feminidad se ha construido como una categoría impuesta por las estructuras culturales y sociales que perpetúan la desigualdad.
La primera parte desmiente los mitos culturales que idealizan a las mujeres como madres o musas. En cambio, analiza cómo la ciencia y la religión han legitimado la subordinación femenina, por ejemplo, enfatiza que las diferencias biológicas entre los sexos no deberían justificar la desigualdad social para consolidar la dominación masculina.
Ante este panorama, propone una solución en donde primero expone la manera en que las mujeres experimentan el mundo patriarcal en diferentes ámbitos como la infancia, adolescencia, sexualidad, matrimonio y maternidad. Aquí muestra cómo las mujeres son educadas para desarrollar roles pasivos y dependientes. En consecuencia, su libertad y autonomía se ven limitadas y condicionadas a papeles de servidumbre y sacrificio que les impide realizarse como individuos.
La frase “la mujer no nace, se hace” de Simone de Beauvoir, hace referencia a que la feminidad no es innata o natural, sino una construcción social aprendida a través de la educación, la cultura y las normas de género. Por lo que, la emancipación de las mujeres solo será posible cuando se les garantice igualdad de oportunidades en todas las esferas de su vida, de las cuales han sido relegadas.
Su propósito era denunciar la opresión de las mujeres en que son condicionadas por el tipo comportamientos que “deben de tener” solo por su sexo. Para construir esta obra, utilizó su vida propia y la de otras con la finalidad de deconstruir las ideas tradicionales sobre el género.
Su texto marco un antes y un después en la teoría feminista, ya que retomó el feminismo tras la Segunda Guerra Mundial y construyó un estudio más completo sobre opresiones en las mujeres.