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/Agustín Basilio de la Vega/
La decisión del gobierno del presidente Trump de poner aranceles a los productos mexicanos que importan los norteamericanos puede poner fin al Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá y con ello iniciarse una recesión económica grave. Pese a que México exporta mas del 80% del total de sus exportaciones a los Estados Unidos, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público minimiza el problema tal y como López Obrador lo hizo con la pandemia cuando dijo que nos vino como “anillo al dedo”.
El gobierno ha presumido haber cancelado el AIFA, gastarse los fideicomisos, apoderarse del poder legislativo, realizar una política de abrazos no balazos y recientemente de destruir la carrera judicial y realizar una tómbola para nombrar magistrados y jueces. En general ha hecho todo lo posible para construir una hegemonía autoritaria donde no son escuchados los que piensan diferente. Hoy se queja de que actúa unilateralmente el vecino del norte.
Amlo y Sheinbaum también han criticado a España (nuestro segundo socio comercial), celebraron el desfile de rusos en el Zócalo un 16 de septiembre, le dieron asilo a Evo Morales, se codean con Maduro, Diaz Canel y Petro e impulsan el Foro de Sao Paulo. “La mejor política exterior” según Amlo es “la interior” y puso en pausa la relación con el embajador Ken Salazar, quien advirtió la desconfianza que está provocando la reforma al Poder Judicial, y dejaron de colaborar con las autoridades estadounidenses en materia de seguridad.
Curiosamente los morenistas también despreciaron las voces críticas al interior de su movimiento como la de Porfirio Muñoz Ledo quien señaló la pésima forma de legislar de sus compañeros diputados y en una entrevista a CNN declaró que México se había convertido en un “narcoestado”.
Los aranceles son la consecuencia de tantas afrentas al Estado de Derecho, a las ocurrencias legislativas que generan incertidumbre jurídica y a la renuncia del gobierno a ser firme y procurar seguridad a sus habitantes. Todos sabíamos que los “abrazos no balazos” era una frase populista tal y como lo fue “tenemos un sistema de salud como el de Dinamarca” pero pocos imaginamos que fue el motivo central para provocar los aranceles.
Otro error fue estar aplaudiendo la entrada de remesas como si se tratara de un logro plausible del gobierno de la 4T cuando en realidad se trata de un problema generado por la falta de empleo en México provocado por los despilfarros del gobierno en elefantes blancos y programas improductivos que no ayudan a la inversión. Los Estados Unidos tienen razón en poner orden en la inmigración como así lo debe hacer México respecto de otros países.
Es un error ahora pretender hacer boicot a los productos importados pues los pueblos progresan con el libre mercado. Nunca en la historia de la humanidad el aislacionismo ni proteccionismo han mejorado la vida de las personas, por el contrario, las hacen más pobres al consumir productos y servicios caros y muchas veces de mala calidad.
Una posible solución a este problema es, de acuerdo con nuestra Constitución, cooperar con el gobierno de los Estados Unidos en materia de migración y combate a la delincuencia organizada aquí y allá. Al momento de escribir estas líneas, México anuncia el envío de 10 mil elementos militares a la frontera norte para evitar el paso de sustancias nocivas para la salud hacia los Estados Unidos; es probable que durante un mes se estreche la colaboración militar, de inteligencia y seguridad entre ambos países. Trump en general, está ayudando al gobierno de México, si no a reconocer sus errores, sí a corregirlos.
X @basiliodelavega