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08.02.2025 Washington, EUA.- El presidente Trump dijo que “no está interesado” en deportar al príncipe Harry, quien actualmente reside en Montecito, California, con su esposa, Meghan Markle.
“No quiero hacer eso”, señaló Trump al New York Post. “Lo dejaré en paz. Ya tiene suficientes problemas con su esposa. Ella es terrible”.
El estatus migratorio de Harry es objeto de litigio en Washington DC, y la Heritage Foundation alega que podría haber ocultado un consumo ilegal de drogas en el pasado que debería haberlo descalificado para obtener una visa estadounidense.
Trump aprovechó la ocasión para destacar positivamente a William, el hermano mayor del príncipe Harry, con quien mantuvo un encuentro privado en París el pasado diciembre, en el marco de la ceremonia de reapertura de la Catedral de Notre-Dame.
Por otro lado, el duque de Sussex y su esposa, Meghan Markle, de orientación política progresista, han manifestado en diversas ocasiones su desagrado hacia Trump. En una de esas declaraciones, Markle llegó a calificar al expresidente como “divisivo” y “misógino”.
En respuesta, Trump ha expresado su opinión sobre la relación de la pareja, asegurando que Harry está siendo influenciado por su esposa. “Creo que el pobre Harry está siendo dirigido por Meghan”, indicó.
En Spare, sus memorias de 2023, Harry -ahora de 40 años- admitió haber consumido cocaína varias veces cuando era adolescente y haber experimentado con cannabis y hongos.
Esto llevó a la Heritage Foundation, un grupo de expertos estadounidense de derecha, a sugerir que había mentido en su documentación o que podría haber recibido un trato especial por parte de la administración de Joe Biden cuando se apartó de sus deberes reales y se mudó a California después del “Megxit”.
En septiembre de 2024, el caso se cerró cuando un juez dictaminó que la solicitud de Harry permanecería privada, porque tenía un “interés legítimo de privacidad en su estatus migratorio”.
Pero el miércoles, el caso será reabierto en un tribunal federal en Washington DC.
Trump es un gran admirador de la familia real y se perfila como el primer político electo en la historia moderna en ser recibido en dos visitas de Estado por la monarca británica.
A menudo ha hablado en términos elogiosos sobre la visita de Estado que disfrutó con su esposa Melania Trump y sus hijos adultos en junio de 2019, durante su primera presidencia de Estados Unidos.
En un documental sobre su exitosa campaña electoral estadounidense del año pasado, Trump mostró un álbum de fotografías de reuniones reales y en un momento llamó al rey Carlos una “realmente buena persona”.