- Números Rojos :
/ Brenda Caballero /
“Dijo que estaba en sus días”, fueron las palabras del jefe de Diana Jaciel cuando la joven tuvo un sangrado en el baño de la panadería donde trabajaba. Según sus palabras, Diana apenas tenía un mes de estar trabajando allí… estaba a prueba.
El hecho no pareció preocuparle, pues Diana dijo que limpiaría, lo cual hizo, incluso terminó su jornada laboral.
Sin embargo ya había mandado mensajes por whatsapp a Lucio donde se ponían de acuerdo para deshacerse de su bebé. Ella le daba indicaciones de lo que debería hacer con la bolsa negra, y le manifestó una y otra vez que se sentía muy mal, nerviosa y asustada.
Lo más increíble que parezca es que a pesar de lo aberrante que estaban planeando hacer, no omitió decir “Dios Mío”. ¿Cuántos valores han perdido nuestros jóvenes?
Apenas hace una semana nos indignamos con el caso de Marianne, la influencer que acuchilló a Valentina, cuando viene Lucio, un joven de 18 años, y tira en una bolsa a su bebé de 36 semana de gestación frente a una casa. Así, como si fuera un objeto, sin pensar en el ser a que él mismo le dio la vida. No se trata de ser espantado, sino de reflexionar qué está pasando con los jóvenes. Pero más allá de ello, en la educación que están recibiendo en el seno familiar. Incluso se vale cuestionar la necesidad de reforzar la
educación sexual en las escuelas. El embarazo en menores de edad, suceso que se hace más frecuente y que ya no genera sorpresa en la sociedad.
Ante estos hechos es totalmente necesario que se plantee una revisión del programa escolar en el país, del reforzamiento de valores y hasta la integración de las familias en el mismo.
Aunque a diferencia de los padres de Marianne, que se dice buscaban la libertad de su hija para enviarla a España, es de reconocer la fortaleza, el valor, la dignidad y honestidad de la madre de Lucio, que sin tapujo alguno, habló de del acto despiadado de su hijo en complicidad con Diana, refiriendo que ambos son culpables, incluso señalando que dos días antes, Diana se había comprado unas pastillas para abortar a su bebé. “Yo no traje al mundo a un animal, yo no crié a un animal”, expresó en una entrevista.
Y fue ella misma junto con su esposo los que entregaron a Lucio a las autoridades, a diferencia de muchos padres alcahuetes que hoy en día mienten y justifican los delitos que sus hijos cometen.
Dentro de toda esta inmundicia, la mejor noticia es que el bebé está sano, lucha por su vida. Pero ¿se imagina qué hubiera pasado si esa cámara de vigilancia no graba el momento en que Lucio abandona a su bebé?
Lucio ya está detenido, Diana aún se recupera en el hospital, pero ya fue por ella una ambulancia de reinserción social. Todo indica que si son declarados culpables ambos pueden enfrentar hasta 4 años de prisión y la pérdida de la patria potestad por haber abandonadoa su hijo recién nacido.
Y así como vamos ¿qué esperamos la próxima semana como sociedad?
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