Yo Campesino .
* Trump apoya a Putin en Ucrania ¿Qué pedirá a cambio? ¿Petróleo del Golfo?
/ Miguel A. Rocha Valencia /
Ninguna duda cabe; el mundo no será igual después de Donald Trump convertido en impartidor de justicia a nivel mundial, destructor de honras y países con la idea de convertirse en el amo de millones de seres más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Por eso a tambor batiente sorprende todos los días con decisiones que si no fueran tan serias y trascendentes se considerarían ocurrencias fantasiosas pero que en el fondo tienen como fin alzarse él y su camarilla que no Estados Unidos como la máxima autoridad universal con poder para transformar incluso, la geopolítica universal.
Idea que incluye legitimar o no gobiernos y con ello, soberanías nacionales mediante intervenciones financieras o territoriales por las buenas o las malas mediante alianzas estratégicas que legitimen sus actos o que al menos, no se apongan a sus acciones fuera de Estados Unidos.
Llevará el intervencionismo más allá de los límites del derecho internacional; romperá pactos y acuerdos firmados e intentará, tal vez lo logre, aplastar instituciones multinacionales que se opongan a sus determinaciones que van más allá de caprichos y responden al más puro espíritu del “Destino Manifiesto” proclamado en el país del norte para justificar la anexión de Texas, California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah y Colorado para extender sus dominios de costa a costa.
Fue bajo esa idea seguramente que Trump quiere anexarse a Groelandia o convertir a Canadá en un estado asociado como Puerto Rico y porqué no, lo que queda de territorio mexicano.
Porque el apoyo que da Trump a Vladimir Putin para anexar a Rusia al menos el 20 por ciento del territorio de Ucrania y llamar dictador al presidente de este país, Volodimir Zelensky, no es gratuito. Lo mismo pasó con la Franja de Gaza a la que pretende convertir en zona turística, asumiendo con ello la extinción palestina bajo el disfraz de una paz pactada.
Es un tema del cual debemos estar pendientes, se mete en un lugar donde en vez de apoyar al invadido hoy le quita todo su apoyo y lo sataniza a pesar de que Selensky es presidente por voluntad popular mientras que Putin se impone en su país como un dictador desde hace 20 años.
Pero insistimos, Trump no da su apoyo total a quien presuntamente es enemigo de la democracia y por ende de Estados Unidos nada más porque sí. Está justificando la invasión de Rusia Ucrania culpando a este país de provocar la guerra a pesar de que fue invadido arbitrariamente y sin aviso por una nación que al igual que el estadunidense están convencidos de que su “misión” otorgada por Dios s explorar y conquistar nuevas tierras para llevar la “luz de la democracia”.
Cuidado porque si hoy son drones, aviones o barcos, así como comandos armados autorizados, mañana puede determinarse una incursión punitiva bajo cualquier pretexto, el mejor, la lucha contra los criminales; eso los justificaría y en ello, la otra potencia, Rusia, pagaría el favor confirmando el derecho del invasor a violar la soberanía territorial y hasta el establecimiento de bases militares.
Ambos países tienen una obsesión por el petróleo, uno, el de Ucrania, el otro el del Golfo de México que ya rebautizó como de América. Ojo eso tienen en común y se sabe.
Más aún, justificaría anexiones territoriales aduciendo que las mismas poblaciones así lo piden como ocurrió en el siglo 19 con Texas y demás o bien bajo el pretexto de su seguridad nacional pero en el fondo, es que el güero se siente predestinado, de eso no hay duda.
De hecho la lucha anticrimen y las medidas migratorias, son un buen pretexto más allá de la amenaza de una guerra comercial donde los gringos también llevan mucho qué perder sobre todo en el área automotriz, equipos y cibernética.
El fondo puede ser más tenebroso aunque se oiga descabellado, pero hay señales ominosas y si tomamos en cuenta el espíritu de quien gobierna aquél país, al menos debemos reflexionar sobre los porqués de varias de sus acciones y dichos incluyendo aquello de proclamar paladín de la democracia a un tirano, y dictador a un presidente elegido democráticamente cuyo país fue invadido y lo acusan de provocador y lo amenazan con todas sus letras de dejarlo sin país.
Pero además ni siquiera da oportunidad para que Ucrania y Europa entren a la conversación sobre un tema que les atañe directamente y del cual surgirán consecuencias geopolíticas y económicas de relevancia para el futuro del mundo.
Y ni hablar de las loas que dijo de la presidenta mexicana. Como dicen en el pueblo de mi primo, Trump no da paso sin huarache.
Pendientes…