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05.03.2025 Ciudad de Vaticano.- El Vaticano informó este miércoles 5 de marzo que la salud del Papa Francisco “se ha mantenido estable, sin presentar episodios de insuficiencia respiratoria”. Durante el día recibió oxigenoterapia de alto flujo, realizó fisioterapia respiratoria y pasó gran parte del tiempo en un sillón.
A pesar de su estado de salud, el Santo Padre continuó con algunas actividades, incluyendo la bendición de las Sagradas Cenizas y una llamada al párroco de Gaza. Los médicos mantienen el pronóstico reservado.
En esta jornada de Francisco en el Policlínico Gemelli, no se han producido nuevas crisis, continúa con oxígeno de alto flujo durante el día y ventilación mecánica por la noche. Ha retomado algunas actividades laborales, ha pasado el día en un sillón. Ha aumentado la fisioterapia respiratoria y motora activa.
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«La salud del Santo Padre, también hoy, ha permanecido estacionaria sin presentar episodios de insuficiencia respiratoria. Como estaba previsto, recibió oxigenoterapia de alto flujo durante el día y durante la noche se reanudará la ventilación mecánica no invasiva. El Santo Padre aumentó la fisioterapia respiratoria y motora activa.
Pasó el día en un sillón. Dada la complejidad del cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado.
Esta mañana, en el piso privado de la 10ª planta, el Santo Padre participó en el rito de bendición de las Santas Cenizas que le impuso el celebrante, y luego recibió la Eucaristía.
Después se dedicó a algunas actividades de trabajo. Por la mañana, llamó al P. Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia de Gaza. Por la tarde, alternó descanso y trabajo».
Así se informa en el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede difundido esta tarde, miércoles 5 de marzo, sobre el estado de salud del Papa, hospitalizado en el hospital Gemelli desde el 14 de febrero.
La pulmonía del Papa sigue el curso normal de una enfermedad de este tipo bajo tratamiento. El Papa está cooperando con el tratamiento, su estado de ánimo sigue siendo bueno. Los médicos destacan la ausencia de convulsiones en los dos últimos días, pero se necesita tiempo para una evaluación más profunda. El cuadro clínico permanece estable en el contexto de una situación compleja.