DE FRENTE Y DE PERFIL
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Durante la campaña electoral del hoy Presidente Andrés Manuel López Obrador se fijó el compromiso de terminar la corrupción haciendo un comparativo del cómo se barre la basura en las escaleras, desde arriba hacia abajo.
La frase la repitió una y otra vez, aclarando que en su gestión no se perseguiría a nadie, ni mucho menos se iniciaría una cacería de brujas o se actuaría con revanchismos o venganzas políticas.
Eso sí, dejó en claro que los expedientes abiertos sobre casos en curso, se seguirían de oficio, como ha venido sucediendo en los meses recientes.
Varios personajes importantes del sexenio anterior o de administraciones pasadas se encuentran bajo la lupa de las autoridades judiciales por asuntos sucedidos en las gestiones pasadas.
Algunos de ellos se encuentran detenidos, otros prófugos y unos más preocupados por lo que pudiera venir en un futuro no tan lejano.
La ex secretaria de Desarrollo Social y ex titular de SEDATU, Rosario Robles Berlanga continuará en prisión el juicio que se sigue en su contra, por la llamada Estafa Maestra y otros asuntos que se relacionan con la venta de terrenos nacionales.
Rosario fue una de las figuras preponderantes del gobierno anterior, dándose el caso que es uno de los pocos funcionarios que se mantuvieron todo el sexenio dentro del gabinete, incluso cambiando de dependencia.
Aquel “no te preocupes Rosario” emitido por el entonces Presidente Peña Nieto debe retumbar en los oídos de Robles Berlanga en su estancia en prisión.
Emilio Lozoya Austin, es otro de los personajes importantes del sexenio pasado al que se le sigue proceso por la compra a precio alzado de una planta de fertilizantes, además del seguimiento que se la da a su presunta participación en los sobornos de ODEBRETCH.
Amparos por uno y otro lado, han librado, hasta ahora a Lozoya Austin de estar en prisión, aunque se le considera como prófugo.
César Horacio Duarte, ex gobernador de Chihuahua, es otro de los personajes prófugos, aunque se considera está ubicado en una zona del sur de Estados Unidos, no se la ha podido ubicar.
Carlos Romero Deschamps, no formó parte del gabinete, pero si de un engranaje de presunta corrupción y después de su renuncia a la dirigencia nacional del sindicato de trabajadores petroleros es investigado por la Fiscalía General de la República, aunque afirma que se encuentra en México, se presume que en cualquier momento volará con otro destino.
Dos personajes claves en la vida política de México durante los últimos 30 años se asume son investigados, priistas los dos, mantuvieron vida activa en la política durante las administraciones panistas y se sabe que son poseedores de grandes fortunas, mediante empresas que no se encuentran a su nombre sino de socios de todo tipo.
Curiosamente los dos decidieron replegarse de la política nacional, pero se reúnen cotidianamente para dialogar e intercambiar información en un hotel de Campos Elíseos y se muestran públicamente, sin grandes contratiempos.
Uno de ellos, se dice, se encuentra bajo la observancia de Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera.
Con doce millones de pesos solucionó Diego Fernández de Cevallos su adeudo con el ayuntamiento de Colón, Querétaro, por el rancho que se ubica en esa población y del que se afirmaba debía 971 millones de pesos. Cuenta saldada.
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