FRANCISCO RODRÍGUEZ
Entre todas las opciones posibles el régimen de la Cuarta Transformación eligió la peor. Como cualquier gangster del cine negro, para inculparse, regresó al lugar de los hechos. Los analistas del Continente se jalan de los pelos. ¡No es posible!, exclaman frente a todos los micrófonos. Cayeron en una trampa casi mandada a hacer.
Elegir a Evo Morales como distractor fue una barrabasada. En Sudamérica el murmullo mediático nos ha vuelto a poner contra las cuerdas, pues ahora, albarda sobre aparejo, se reveló que el boliviano renunciadito es surtidor del Cartel de Sinaloa y, mientras no se demuestre lo contrario, el régimen mexicano se ubicó en el mismo bando: surtidores, burreros y madrinas de narcotraficantes.
Evo Morales, afirman los expertos del abarrote, posee sembradíos de amapola en una extensión de más de ochenta mil hectáreas, con protección y aeropuertos en el corazón del territorio boliviano desde donde surtía a precios competitivos el kilo de cocaína que la banda de El Chapo Guzmán recogía para luego cuadruplicar su precio en el mercado estadounidense.
Evo Morales, surtidor de coca para el Cartel de Sinaloa
Historia antigua. Usted y este escribidor ya habíamos comentado desde hace algún tiempo el reportaje del periodista español David Beriain, ex corresponsal de guerra en Irak, Afganistán y Libia, quien se adentró en la densa selva colombiana para hablar con los guerrilleros de las FARC.
Pero, a pesar de haber narrado conflictos armados en todo el mundo, Beriain confesó que nunca había visto algo como en México, donde el poder de la droga y del dinero desató una crisis humanitaria sin precedentes. Durante más de tres meses se infiltró en el Cartel de Sinaloa, tras la recaptura de El Chapo.
En entrevista con el Huffington Post México, el periodista aseguró que en el mundo del narcotráfico donde todo se reduce a matar o morir, las percepciones del bien y del mal perdían todo sentido. Acompañó a los narcos a los aeropuertos de Evo Morales a la merca del estupefaciente y constató lo dicho.
Estupefacto, el reportero narró las condiciones que sumieron al país en una auténtica guerra civil que acabó justificando que fuéramos ya un territorio de consumo, no de tránsito hacia los Estados Unidos, hacia los mercados gabachos controlados por las agencias DEA, FBI, CIA, AFT, Pentágono y Departamento de Estado.
Una guerra civil que arrojó más de medio millón de muertos en números redondos entre el calderonato y el peñato. Los dos presidentes doblegados ante las recompensas que fluyen de esa infausta complicidad entre autoridades, sicarios y traficantes.
El reportero se infiltró y en el curso de su investigación produjo el testimonio irrefutable, filmado en tiempo real, de la complicidad de todos los bandos, el surtido de armas de grueso calibre al entregar el producto en la frontera norte, la participación de las autoridades estadounidenses y la absoluta inmunidad de los capos.
Empresario muy boyante, pero un distractor improcedente
Y la historia continúa en el régimen de la Cuarta Transformación. Nadie la pudo detener. Era imposible, argumentaron. Y se reforzó la línea del surtido Bolivia – México y Estados Unidos. Las rentabilidades de la merca del producto hicieron de Evo un empresario muy boyante, pero un distractor improcedente.
Y ahora sí, no se la van a acabar. La terca realidad demostró lo pueril que resultó la estrategia de escoger a Evo como pretexto para huir del escándalo del culiacanazo y de la masacre de los LeBarón, evadir las encuestas y las calificaciones demoscópicas y financieras, para caer en un pozo más profundo.
El mismo pozo donde cayeron por no aprehender a la pandilla político-sindical-empresarial de Romero Deschamps y, en contrario, comprometer el presupuesto no recaudado para buscar petróleo donde no lo hay y contratar a las empresas patito de sus patrones, en lugar de destapar los grandes pozos clausurados y recoger el millón de barriles de crudo que la pandilla se sigue robando en la Sonda de Campeche.
Para tapar el pozo sólo se requiere la verdad monda y lironda
El mismo pozo que involucra a los programas sociales incomprobables y los presupuestos de la Guardia Nacional. El mismo pozo de la retracción del gasto público que detonó la recesión y la tragedia, el que ha provocado la desconfianza de inversionistas nacionales y extranjeros y toda la mayor tragedia que se avecina si no se para este desastre político llamado 4T.
Ese pozo ahora sólo puede ser tapado con la verdad monda y lironda. Pero a ésta se le tiene pánico, porque mostraría la pequeñez de la honestidad valiente y la incuria de los programas en favor de los pobres. Demostraría que todos, los que se fueron y los que se quedaron, son igualitos.
La nominación de Sheinbaum costó el préstamo para alimentos
Para sortear el hoyo, el régimen necesitaría funcionar mínimamente: economía autónoma, créditos abiertos y garantizados, abastecimiento de alimentos, empleo pleno, reputación internacional, sólido apoyo popular, y ya no hay nada de eso. Todo lo contrario.
Se sigue dependiendo de los créditos del FMI, pero las líneas están cerradas. La que había, la tablita de salvación para importar alimentos el año que entra, se la llevó Argentina y la visita de Alberto Fernández, presidente electo, sólo nos dejó el recuerdo del destape de Claudia Sheinbaum, como el gran prospecto del ala izquierdista latinoamericana. ¡Hágame usted el refabrón cavor!
Por desconfianza, se perdieron las inversiones de China y Rusia
Aún más: se necesitaría del capital foráneo para reactivar la economía, no del desastroso Buen Fin, pero las bajas calificaciones del riesgo país y el terror al inexistente y depauperado grado de inversión y a los bonos basura del crédito gubernamental, ya cerraron también esa llave, por si algo faltara.
Si se pensaba en el dinero ruso, chino y del Oriente, la 4T perdió esa alternativa, que estaba dada, al arrodillarse ante Estados Unidos esperando la firma del famoso tratado comercial. La falta de empaque y de garantías del régimen transformador les sembró una duda canija, demasiado grande para exponer su dinero en esta aventura sin pies ni cabeza.
No quieren apostarle a un régimen que despreció las inversiones de miles de fábricas, aportaciones tecnológicas, empleo en serio, por el miedo a ser regañado en la Casa Blanca de Washington por un mentecato anaranjado.
Evo Morales, hasta ahora, es la peor coartada para salir del pozo
Era suya y la dejaron ir.
El otro aporte del régimen al año de tomar posesión: escoger la peor coartada para salir del pozo.
¡Pobre México en manos de la 4T!
¿No cree usted?
Índice Flamígero: El peruano Jaime Bayly, popular conductor de televisión, aseguró en un reciente programa que “Él (Evo Morales) presidía las seis federaciones cocaleras. El sembradío de coca se ha multiplicado por diez y luego por 15 desde que asumió en el poder en 2006. Él legalizó que se expandiera el cultivo de coca en el Chapare”, dijo el periodista, quien aseguró que él le daría “asilo carcelario” porque el líder indígena es “socio del ‘Chapo’ Guzmán”. Según Bayly, todo fue una estrategia de “victimización”. “El hecho de que fuera o no indígena es irrelevante, lo que hay que señalar es su conducta. Y su conducta fue deplorable”, dijo y sentenció anunciando que “la extrema pobreza que más ha reducido es la suya”. De eso se habla en todo el continente. + + + En 2017, el propio Evo Morales, tuvo que reconocer que se está desviando parte de la producción de la hoja de coca de su país a un mercado ilegal. “Lamentablemente una parte desvían, una parte de la coca va a un mercado ilegal de la coca en el occidente. Por esa situación se desvía la coca a lo ilegal”, admitió Morales en su discurso de la clausura de la Feria de la Coca, realizada el domingo 25 de junio, en el departamento de Cochabamba.
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