DE FRENTE Y DE PERFIL.
RAMÓN ZURITA SAHAGÚN.
¿Existe o no la figura de Vicepresidente en México? Oficialmente dejó de existir en 1913 desde el asesinato de José María Pino Suárez, aunque en la práctica algunos personajes han sido atribuidos con dicha figura, por el poder acumulado en algunas gestiones presidenciales de los años recientes.
El tema salta nuevamente a la discusión pública, por el cuestionamiento lanzado por la senadora panista Alejandra Noemí Reynoso hacia el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubon, sobre si él es el Vicepresidente de México.
No fue una pregunta de ocurrencia, ya que la participación de Ebrard Casaubon dentro del gobierno de la 4T es vista de esa forma, aunque algunos advierten que disputa el rango de Vicepresidente con el Consejero Jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra.
Los dos personajes Marcelo y Julio están considerados los políticos más cercanos al Ejecutivo federal, aunque en funciones distintas y vienen haciendo equipo desde que el mismo Julio era el principal consejero de Marcelo en el gobierno del Distrito Federal.
Por eso quienes tienen cercanía con ellos niegan cualquier posibilidad de competencia y si una sólida alianza, en la que forman el triunvirato con Alfonso Durazo Montaño.
Julio sabe que no cuenta con el empaque suficiente para competir por la candidatura presidencial y ya hasta se le quitaron las ganas de ser secretario de Gobernación, por lo que prefiere seguir en la cercanía del Presidente y desde ahí construir el andamiaje necesario para la eventual candidatura presidencial de Marcelo.
El Consejero Jurídico sabe mover los hilos de la política, establecer alianzas y golpear donde duele a aquellos que pretenden hacer sus propias cosas. Filtra información, propone candidatos, desliza nombres para la integración de ternas para los principales cargos, asesora gobernadores y tiene preparado su equipo de prospectos para las 14 gubernaturas en juego del 2021.
Como dijera Stefan Zweig de Fouché, es un genio tenebroso.
Y aunque Marcelo le negó, remitiendo a la legisladora a la Constitución, donde no existe tal figura y expresando que en México se tiene mucho Presidente, por lo que no se necesita un Vicepresidente, sus funciones son cada día más amplia, debido a la confianza que deposita en el, Andrés Manuel López Obrador.
Marcelo desempeña con el Presidente una labor harto conocida por él, la de “milusos” “utility” o experto en todos los temas, como lo hacía con su mentor, el desparecido Manuel Camacho Solís.
Precisamente Camacho Solís inició como una especia de Vicepresidente en la gestión de Carlos Salinas de Gortari, aunque pronto fue desplazado por quien se quedó con el membrete, José María Córdoba Montoya.
El símil vale la pena analizar, ya que si bien Salinas de Gortari fue un Presidente sumamente fuerte, Córdoba pudo operar bien, como sucede ahora con López Obrador, otro Ejecutivo sumamente sólido que tiene en Marcelo a su principal operador.
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Tlaxcala es uno de los estados en que MORENA arrasó en los comicios del año pasado y donde se vislumbra obtendrá un nuevo gobierno estatal en un par de años.
El actual gobernador es Marco Mena, quien rindió su tercer informe de gobierno y tal vez sea el último mandatario emanado del PRI en una entidad que ha mostrado sus preferencias por otros partidos, con triunfos del PRD y PAN en el pasado no tan lejano.