HORA LIBRE
Álvaro Belin Andrade
Al parecer, varios funcionarios estatales están muy confundidos y creen que entraron no a la Cuarta Transformación sino a la cuarta calefacción.
Y es que todo indica que muchos entraron con calentura y, en medio de la ola generalizada de ira feminista por el crecimiento en las cifras de feminicidio, violencia de género y falta de respuestas certeras tanto del gobierno estatal como federal, ya empiezan a caer algunos (no todos) depredadores del patriarcado.
Y más le vale al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez ser más sensible a las denuncias de las empleadas y funcionarias de su gobierno que son acosadas sexual y laboralmente, para cortar tempranamente toda manifestación de violencia de género, mucho antes de que salgan a los medios y se vuelvan escándalos desgastantes políticamente.
Hace poco más de un mes, fue despedido el director general de Gobernación, Fernando Quirarte Vargas, quien trabajaba de la mano del secretario de Gobierno Eric Cisneros Burgos, por acoso sexual y violencia laboral. Su salida fue muy tardía, porque las quejas de las trabajadoras acosadas tuvieron que llegar a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, antes de que se tomara en la Segob la determinación de prescindir de sus servicios, aunque se le dio la oportunidad de salir por la puerta de atrás, evitándole el escándalo mediático por su comportamiento.
Este lunes se dio a conocer la salida del director del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C4), Felipe Daniel Castro Girón, por violencia intrafamiliar.
Fue el propio secretario de Seguridad Pública, Hugo Gutiérrez Maldonado, quien confirmó la separación del cargo al funcionario, supuestamente amigo cercano al gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien no tuvo empacho en pedir su cabeza al conocer de la paliza que le dio a su esposa.
De hecho, el exfuncionario fue detenido por dichas agresiones y, mientras la Fiscalía General del Estado (FGE) realiza las investigaciones pertinentes, fue separado del cargo. “Nos reportaron un problema familia, en donde hubo lesiones a su esposa y, mientras investiga la Fiscalía, ya lo dimos de baja”, dijo a medios de comunicación el titular de la SSP, quien no quiere lidiar con este tipo de asuntos cuando afuera se está incendiando el estado.
Soraya Prado Rivera, la mujer agredida
Lo más grave de la violencia de género ejercida por el exdirector del C4 es que su esposa es también funcionaria del actual gobierno. Me refiero a la directora del Consejo Estatal de Población (Coespo), Soraya Padro Rivera, exasesora de Comunicación Política, por cierto, de Andrés Manuel López Obrador.
Su nombramiento oficial y definitivo se dio el jueves 20 de diciembre de 2018, cuando el Congreso local aprobó la dispensa de ley para permitirle ocupar el cargo sin ser originaria del estado de Veracruz.
La joven de 26 años es oriunda de la Ciudad de México, y aunque fue legalmente habilitada para el cargo el 20 de diciembre, estaba como encargada de despacho desde el primer día de ese mes.
Prado Rivera fue la tercera funcionaria no originaria de Veracruz que pasó a formar parte del gabinete de García Jiménez.
El 6 de noviembre de 2018 se aprobó la dispensa de ley a Hugo Gutiérrez Maldonado, originario de Nuevo León, para ser Secretario de Seguridad Pública, mientras que el mismo procedimiento permitió a la oriunda de la Ciudad de México, Leslie Mónica Garibo Puga, asumir la titularidad de la Contraloría General, donde su paso fue efímero; en medio del escándalo por su inacción en los casos de la adquisición de patrullas y de nepotismo, dejó el cargo el 13 de septiembre, aunque fue rescatada en un alto cargo por la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
Por cierto, la funcionaria agredida por Felipe Castro Girón, a quien le ofrezco mi sincera solidaridad, es comunicóloga y participó en el equipo del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los dos personajes que hemos aludido no son los únicos con aires de galanes y golpeadores; hay varios más en la estructura gubernamental que deberán ser despedidos en caso de haber las denuncias debidas.
La ira de las mujeres por el creciente número de feminicidios, agresiones, acosos, extorsiones y desapariciones debe ser vista como una alerta para evitar que sucedan en el seno de la propia estructura gubernamental, sobre todo cuando ha sido evidente la imposibilidad para disminuirla en la sociedad.
No hay pacto con grupos delictivos
Por fin, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ha salido a declarar que su gobierno no tiene pacto con grupo delictivo alguno, como lo han reiterado miembros de uno de ellos, el Cartel Jalisco Nueva Generación, golpeado el fin de semana en Córdoba, para quienes el gobierno morenista tiene arreglos con los Zetas.
Un comunicado enviado por el gobierno estatal señala que, “ante los hechos ocurridos en Córdoba contra policías estatales y municipales, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez descartó que se trate de presión de grupos delictivos, pero sí de molestia por no dejarlos actuar, pues en Veracruz no hay pactos con criminales.”
Lo vivido por los cordobeses y huatusqueños desde la madrugada del domingo no fue una kermese. La reacción de la banda criminal contra los policías, cuatro de cuyos elementos (dos estatales y dos municipales) cayeron en la refriega, no se escenificó en un paraje solitario, sino en la mera ciudad, donde debieron gastarse más parque que todo lo que usaron el año pasado, tanto policías (sin contar las balas percutidas en Isla) como criminales.
Y en medio de esa confrontación, la población civil inerme. De ahí que haya habido reacciones que no solo tocan al gobierno estatal sino principalmente a la alcaldesa panista Leticia López Landero, a la que varios ciudadanos están pidiendo su renuncia inmediata por la incapacidad mostrada y los actos de corrupción que las balas dejaron al descubierto, por aquello de las torres de vigilancia supuestamente blindadas que no impidieron la muerte violenta de dos elementos policiacos.
Según el gobernador Cuitláhuac, luego de unos honores a la bandera en el Parque Juárez que se pospusieron tanto que dejaron tendidos a 15 estudiantes que sufrieron desmayo (la SEV no tuvo ni siquiera la ocurrencia de llevarles refrescos Coyame), la detención de una persona que estaba presuntamente inmiscuida en secuestros y que pertenecía a una banda delictiva, además de jefes de plaza de otro grupo, generaron la molestia de los delincuentes.
Ojala que lo dicho de que todo está bajo control sea cierto. Los cordobeses no andan muy tranquilos que digamos, y mucho menos contentos, pese a que García Jiménez manifestó que no se va a permitir “que ningún grupo delictivo atente contra la población, menos contra las instituciones y menos contra la tranquilidad y la paz”.
Dijo que, hasta este lunes, había dos detenidos y cuatro autos recuperados y que pasarán a la competencia del Ministerio Público. Sin embargo, el operativo continúa. Y explicó:
“Son dos bandas que creen que todavía siguen los gobiernos anteriores y sus prácticas; hubo un evento en el que se robaron varias camionetas de lujo y las encontramos en una bodega. Desde ahí tomamos decisiones operativas y obviamente el grupo que estaba detrás de eso se molestó de que no lo dejamos actuar”.
Y anunció que una de las líneas implementadas es aumentar la presencia policial en la región, con operativos constantes porque, según él, está plenamente ubicado el grupo delictivo que generó violencia durante el fin de semana en Córdoba y tras un operativo por aire y tierra, hay dos detenidos y se han confiscado cuatro autos.
Un video que todos debemos ver y escuchar
Frases sin disfraces
“Los políticos y los pañales deben ser cambiados con frecuencia y por la misma razón”. Mark Twain
Comentarios: belin.alvaro@gmail.com