* Les prometieron ayuda y volvieron a creer.
/Redacción/
Xalapa, Ver 27 abril 2020.- Emulando a la convocatoria colombiana, un rumor recorrió la esperanza de decenas de familias vulnerables en la periferia de Xalapa y decidieron colocar un trapo rojo en la entrada de su precaria vivienda, confiando que llegaría la ayuda para comer.
Difícil situación la que viven habitantes de la colonia Revolución y otras en la capital de Veracruz por la inmovilidad social que trajo una pandemia, de la que muchos no tienen idea porque carecen de lo mínimo, hasta de información.
Corrió la voz que el Ayuntamiento de Xalapa ofrecería ayuda, sin embargo es la hora que siguen con el vientre apretado porque esta no llega. Los ojos de los habitantes se cansan de esperar la respuesta del gobierno municipal.
El trapo rojo en esta epidemia, se convirtió en el grito desesperado de los más desvalidos, que ante la interminable espera acumula la desilusión de un gobierno que les prometió el cambio y hacer la diferencia.
Colocaron la prenda roja, en lo más alto de sus láminas o cartones que tienen como pared, para alertar a quien pase por esos caminos de Dios sobre su imperiosa necesidad. Empero las ausencias siguen en pie, mirando al horizonte, deseando que no lleguen las lluvias que traerán otra desgracia a sus endebles cuarterías.
La población entera padece la contingencia sanitaria y económica pero, en esta colonia hay diversas realidades que dan cuenta de lo que significa el segundo centro comercial de Xalapa, lleno de pandillas, de hambruna de gran movilidad en una sola zona.
La demarcación se encuentra ubicada en la periferia de la capital, hacia el noreste; colinda con las colonias La Lagunilla, Sóstenes M. Blanco, Del Moral, Lucas Martín y 21 de Marzo. y ahí, en la periferia de la periferia, domina la desesperación en ellos y ellas, sobre todos las jefas de familia porque las y los hijos no tienen alimento que ingerir y mitigar su famélico estómago.
Carecen de servicios básicos, no hay agua para asearse en temperaturas de más de 35 grados a la sombra; no tienen energía eléctrica, no tienen nada para hacer de comer, aunque tengan el fogón y la lumbre para poder cocinarlas.
Nadie se atreve a decir que va a ayudar, están solos sin apoyos en medio de la inseguridad que vive en cada esquina. ¿Quién le llevaría una despensa con alimentos más necesarios para que puedan esta noche comer esta noche cenar y mañana desayunar, quien?
Con información de Rosalinda Sáenz.