HORA LIBRE
Álvaro Belin Andrade
Ahora que Morena ha confabulado colectivamente para salvar de la hoguera política a los esposos más influyentes en el actual gobierno; que la secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, sin mediar investigación alguna haya liberado de cualquier sospecha a su esposo John Ackerman y a ella misma por la enorme fortuna personal de que disponen (de acuerdo a un reportaje del incómodo Carlos Loret de Mola), conviene retomar un texto publicado el 8 de julio de 2016, hace casi cuatro años, por el escritor mexicano Guillermo Sheridan, en la revista Letras Libres (demonio e infierno juntos).
En el artículo titulado “Ackerman y Sandoval: las casualidades electivas”, Sheridan ya revelaba las complicidades académicas y el influyentismo prodigado en instituciones en México y Estados Unidos de estos dos pájaros de cuenta, que si sirven de tapadera a corruptos como Manuel Bartlett, con mayor razón van a cobijarse ellos, con la bendición del pontífice de Macuspana. Vea qué afinidad en aquellos años en que la hoy secretaria de la Función Pública era diputada de la Asamblea de la CDMX, por órdenes de AMLO:
“Desde que bailaron en la selva lacandona, estos científicos sociales todo lo hacen al alimón. Si el curriculum del científico social Ackerman registra que ha sido asesor del Banco Mundial, el de la distinguida académica dice que ella también es asesora del Banco Mundial.
“Si Ackerman es asesor del United Nations Program for Development (UNPD), la diputada es asesora. Si Ackerman es asesor del National Endowment for Democracy (creado por Ronald Reagan), también es asesora la destacada activista. Si Ackerman es asesor de Global Integrity, del Budget Accountability Project y del Open Society Institute (de George Soros) también es asesora la diputada. Y si Ackerman ha sido “consultor” de la cámara de diputados de México, pues también lo ha sido su esposa”.
Las afortunadas casualidades de la honesta pareja
Guillermo Sheridan revela en su artículo lo que él denomina “curiosas casualidades”, además de las ya citadas. “No es casualidad infrecuente que John Ackerman publique libros o realice actividades académicas en las que también estén involucrados miembros de su familia”.
“Una casualidad más curiosa aún es la que ocurrió en 2006, cuando la pareja de científicos sociales acababa de descender recién doctorada de California para ingresar al alimón a la UNAM como investigadores: ella al Instituto de Investigaciones Sociales (IIS), y él al Instituto de Investigaciones Jurídicas (a pesar de no ser abogado).
“Pues ese año 2006, Irma Sandoval fundó y dirigió en el IIS el “Laboratorio de Documentación y Análisis de la Corrupción y la Transparencia”. Lamentablemente ha desaparecido su página web, ingeniosamente llamada www.corrupción.unam.mx, donde se narraba que ese laboratorio recibió un donativo de medio millón de dólares del Banco Mundial con el que organizó una “Primera Conferencia Internacional sobre Corrupción y Transparencia”. La sesión inaugural fue presidida por un director del Banco Mundial y la “Primera conferencia magistral” fue dictada por la Dra. Susan Rose-Ackerman, becaria también del Banco Mundial y suegra de la directora.”
Señala que en un libro coordinado por John Ackerman en 2008 y que se titula Más allá del acceso a la información. Transparencia, rendición de cuentas y estado de derecho (en línea), “sin mencionar los parentescos, incluye un “provocador texto” y “excelente análisis” de su esposa la Dra. Sandoval, así como un “texto seminal” firmado por su padre, el Dr. Bruce Ackerman.
“Y desde luego, cuando la Dra. Susan Rose-Ackerman coordina un libro como Comparative Administrative Law (en línea) escoge como colaboradores a su esposo el Dr. Bruce Ackerman, a su hijo el Dr. John Ackerman y a su nuera la Dra. Irma Sandoval. (Seguramente todo esto estuvo objetivamente arbitrado.)”.
Menciona con qué facilidad integraron a la red de influyentismo al hermano de la honestísima funcionaria morenista, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, a quien integraron a un programa de líderes globales de la Universidad de Yale, poniendo como experiencia el ser “Director del Grupo Legislativo del PRD”. En el comité de selección “figuraba el Dr. Bruce Ackerman, padre del Dr. John Ackerman, cuya esposa, la distinguida académica es hermana del Lic. Pablo Amílcar Sandoval”.
A la postre, Pablo Amílcar saltaría del PRD a Morena, donde AMLO lo postuló como candidato a gobernador de Guerrero, “donde se alzó con menos del 3% de la votación”.
El nepotismo es el sello de identidad de Morena. Eso lo sabemos muy bien en Xalapa, donde las aguas que escurren por sus empinadas calles cuando llueve, siempre lleva decenas de nombres de familiares de funcionarios, del gobernador para abajo, pasando por el Poder Legislativo, una de cuyas más aventajadas nepotistas es la diputada Rosalinda Galindo, a quien Morena (más bien, el gobernador) prepara para suceder a Hipólito Rodríguez.
Sheridan nos aclara, sin embargo, que en el caso de la pareja Ackerman-Sandoval, no es lo que se piensa: “Aquí debo decir algo con toda claridad: no se trata de nepotismo, esa cosa horrible contra la que han escrito todos los miembros de las familias Ackerman y Sandoval. No. Lo que sucede es simplemente que, en su lucha contra la falta de transparencia y los conflictos de interés y la corrupción y el nepotismo, todos ellos, ¿qué le vamos a hacer?, son los mejores.”
Vaya, ni Andrés Manuel y Beatriz.
Frases sin disfraces
“En tiempos de hipocresía, cualquier sinceridad parece cinismo”. William Somerset Maugham
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