Por Yamiri Rodríguez Madrid
Las inundaciones del pasado mes de junio, en algunos puntos de la capital del estado, sacaron literalmente a flote dos consideraciones importantes: la necesidad de que las autoridades municipales inviertan en infraestructura hidráulica y la falta de educación de muchos habitantes que arrojan, sin ton ni son, la basura a las calles.
Fue en anteriores administraciones cuando se destinó una buena parte del presupuesto para obras como plantas de tratamiento y renovación de drenaje. Hay cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales; la más reciente la construyó David Velasco Chedraui cuando fue presidente municipal y quien en su primer año de administración, en el 2008, invirtió 500 millones de pesos en el Programa Integral de Saneamiento para la construcción de colectores, entre estos el de Hortensias.
Y eso fue prácticamente todo, pues los que vinieron después no querían “enterrar” el dinero en obras y acciones que no se ven a simple vista. De ahí gran parte de los problemas de Xalapa.
De acuerdo con información contenida en el Sistema de Consulta de Obras y Acciones Municipales de Veracruz, del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), en 2015, 16.5 por ciento del presupuesto de Xalapa se destinó para drenaje; en 2016 fue 20.3 por ciento; 16.4 en 2017; para 2018 cayó a 15.7 por ciento; en 2019 fue aún menor con 13.7 por ciento y hoy este rubro tiene 7.1 por ciento.
En lo que hace a Agua Potable, la inversión en 2015 fue de solo 1.6 por ciento; 2.1 en 2016; en 2017 apareció en ceros ese rubro; un año después se le destinó 0.4 por ciento; en 2019 fue de 0.2 y este año se quedó igual, casi en ceros.
La propia administración del alcalde morenista Hipólito Rodríguez Herrero dio a conocer en mayo de 2018 que conforme al Programa para el Desarrollo Integral de los Organismos Operadores de Agua y Saneamiento (Prodi), Xalapa cuenta con más de 466 mil 307 habitantes, lo que implica la generación de 166 mil 005 kilogramos de materia fecal y 652 mil 830 litros de orina diaria que puede contaminar el subsuelo y afluentes subterráneos, pero ni así asignan los recursos necesarios para atender este problema.
Es más, el jefe del Departamento de Saneamiento de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), Omar Gudiño Palacios, reconoció en dicho foro que había fallas en las plantas: En la Planta 1, el digestor anaerobio reportó problemas estructurales, además de que se necesitaba la reparación de una columna guía de la tapa y soporte del digestor; mantenimiento a los sopladores A, B y C; limpieza de la malla filtrante del espesador de lodos, y supervisión de la alarma de paro de decantadora, por citar unos ejemplos.
Para dimensionar, los 212 municipios veracruzanos solo invierten 7 por ciento del presupuesto total en drenaje, poco más de mil 200 millones de pesos en este año y 4.78 por ciento en agua potable, es decir, más de 777 millones.
El otro punto toral es nuestra falta de educación. Año tras año, con las tareas de desazolve, salen toneladas de basura de nuestras alcantarillas. Imagine usted que cada minuto pasa alguien y tira en la vía pública el boleto del camión, el envase de refresco, la bolsa de papas, la envoltura de lo que compró. Todo eso termina taponeando las salidas de agua y, junto con obras mal realizadas, provocan sendas inundaciones que antes no se habían vivido.
No se trata solo de limpiar alcantarillas periódicamente, sino que nosotros también participemos tirando la basura en su lugar pues, al final, el daño nos lo provocamos nosotros mismos.
@YamiriRodriguez