Ámbar Cornejo y el sexismo en los medios de comunicación #MediosNoSexistas

Patricio López/Chile.

Fueron tantas y tantas las muestras de dolor, de rabia, de impotencia, por el femicidio de Ámbar Cornejo. El terrible hecho muestra las insuficiencias de nuestra institucionalidad, la injusticia patriarcal y la incapacidad del sistema judicial, tal como la perpetuación de la violencia machista. Requerimos una transformación profunda, que incluya la dimensión cultural y la superación de ciertos sentidos comunes, para lo cual es fundamental el rol de los medios de comunicación. Sin embargo, ayer un matinal volvió a incurrir en falta de criterio y sexismo, al introducir un falso perito al hogar de Ámbar, con lo cual se invadió la privacidad y se traicionó la confianza de la familia de la joven asesinada.

En dos tuits, el Colegio de Periodistas señaló ayer que la cobertura del crimen de “Ámbar nos vuelve a remecer sobre rol de los medios en este tipo de casos. Hoy se conoce que el matinal #Bienvenidos13 habría utilizado a ex PDI para que ingresara a hogar donde falleció la víctima, vulnerando protocolos e investigación en curso. Hay límites que no se pueden traspasar. Femicidios como el de #Ámbar suelen atraer interés público. Por eso llamamos a la responsabilidad ética de medios de comunicación, a evitar sensacionalismo y morbo, y a relevar el contexto de violencias y discriminación contra mujeres e infancia como un problema social. Medios no sexistas”.

Ciertamente, desde hace algunos años se ha generado una creciente conciencia sobre la construcción editorial sexista en los medios de comunicación. En tal tarea se ha producido un punto de encuentro virtuoso, en principio espontáneo, con procedencias desde el movimiento feminista, la academia, el periodismo y los públicos de los medios. Todos ellos han pujado por una cobertura mediática diferente.

En ese propósito, ha habido esfuerzos para visibilizar la discriminación que viven las mujeres a través de los medios de comunicación y los efectos de la violencia simbólica en las pautas informativas.

“Camila Vallejo no quiso mover la colita”, “Nabila Rifo se lo buscó”, “Hizo anticucho con su polola”, “El amor y los celos la mataron”, “Miss Gabinete”, son algunos titulares del pasado reciente que no deberían repetirse en el futuro. También se ha cuestionado severamente el tratamiento de femicidios como el Fernanda Maciel y Antonia Barra. Sin embargo, algo equivalente volvió a ocurrir en el matinal de ayer, a propósito del femicidio de Ámbar Cornejo.

En circunstancias como éstas, nuestra obligación como medios es no difundir hechos puntuales sin contexto ni exacerbando el morbo, sino contextualizándolos dentro de un problema mayor, que es la violencia de género hacia las mujeres, lo cual se expresa cotidianamente de múltiples formas y tiene como su expresión más brutal la comisión de femicidios.

Ejercer el periodismo no es cualquier cosa. Implica una enorme responsabilidad que no debemos olvidar jamás. En este tipo de casos, nuestra tarea es asumir el deber intelectual y político de problematizar nuestro propio quehacer, distanciándonos del facilismo de ser simples correas de transmisión de miradas promovidas por el orden hegemónico. En este caso, por el Patriarcado.