A los 67 años, Marisela Márquez, se gradúa de la prepa en la UNAM.

*Cursará una licenciatura en línea.

*“Uno sí puede, tal vez con contratiempos; sin embargo, al final dirás lo logré, lo logré y puedo más”: Marisela Márquez.

/ Fabiola Méndez /

Marisela Márquez pertenece a la comunidad universitaria desde 1974. Ingresó a la Escuela Nacional Preparatoria 9 Pedro de Alba por examen de admisión. Todavía conserva el cupón que le daba acceso a la puerta 5 de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, donde presentó aquella prueba con la que se ganó un lugar en la UNAM.

Aún recuerda lo emocionante que era conocer los resultados en aquella época. “Entonces esperábamos al cartero. Si llegaba un sobre pequeño era que habías sido aceptado, si era grande significaba que fuiste rechazado y que ahí iban tus documentos. Cuando el cartero llegó yo no estaba en casa, mi hermana recibió la correspondencia y la abrió para saber qué había pasado. Me llegó un sobre pequeño”, relató.

La universitaria se sintió privilegiada de estudiar en la UNAM. De su adolescencia y compañeros de generación conserva los mejores recuerdos. “Tenemos 50 años de amistad, medio siglo de conocernos”.

Todo iba bien hasta que empezó a complicarse con algunas materias, en especial biología, álgebra y geometría analítica. “Nunca pude pasar matemáticas en la prepa; es seriada y no es posible cursar una sin aprobar la anterior. Era más difícil, te daban pocas oportunidades y nunca pasé. Me empecé a decepcionar, mis amigos se fueron y yo me quedé”.

Tras esa experiencia, Márquez decidió abandonar sus estudios y siguió trabajando en el taller de compostura de chapas y elevadores automotrices de su padre. También aprendió a cambiar vestiduras y a pulir vidrios, aunque poco a poco ese oficio se fue acabando. Después se casó y formó una familia, tuvo dos hijas, un hijo y se dedicó al hogar. Actualmente es abuela de cuatro nietos.

Su ímpetu y ganas de superación la llevaron a desempeñarse en varios trabajos. “Fui mensajera, lecturista y soporte administrativo en Xerox Mexicana. Después entré al (entonces) Instituto Electoral del Distrito Federal, donde capacité a los funcionarios de las mesas receptoras de las elecciones; luego trabajé en el INEGI, en el conteo de vivienda y negocios”.

Busca demostrar, principalmente a sus nietos, que todo lo que se propongan es posible conquistarlo sin importar los prejuicios de la edad

Varios años de su vida compaginó el trabajo con las tareas de casa. Al crecer sus hijos también trabajaban y estudiaban. Ella los apoyaba con las síntesis de las lecturas y les explicaba los temas. “Me quedaba yo sola, leía y me decía: ‘a lo mejor puedo hacerlo también’”.

Foto: Daniela Gutiérrez.

Fue hasta 2020, durante la pandemia y con el pendiente de no haber concluido su bachillerato, que al ver a sus nietos tomar clase en línea tomó la iniciativa de acercarse a las autoridades de la Prepa 9 para validar sus materias acreditadas y hacer lo mismo con las pendientes.

Los trámites iniciaron a distancia y los primeros exámenes los presentó en línea. De 2020 a mayo de 2024 todas sus tardes las dedicó a aprender; con el apoyo de sus nietos, de tutoriales y de guías adquiridas en línea o en la preparatoria, Marisela Márquez estudió para cada materia que registraba.

Entre risas, recuerda que a veces, al llegar la fecha del extraordinario, compañeros preparatorianos, alumnos y hasta profesores la confundían con quien aplicaría la prueba. “Se les hacía raro verme ahí y yo les decía: ‘¡No, compañero!, también vengo a presentar el examen’”, relató.

En total aprobó las 21 materias que, por el cambio de plan de estudios, tuvo que pasar para obtener el cien por ciento de créditos en su historial académico. Asegura que siempre es posible alcanzar los objetivos si se está enfocado. “Uno sí puede, tal vez con contratiempos; sin embargo, al final dirás lo logré, lo logré y puedo más”.

Motivar a los jóvenes

Hoy está en trámite de su pase reglamentado para cursar una licenciatura en línea. Le interesa Trabajo Social o Sociología, “no voy a salir a buscar empleo, es por la satisfacción de saber que sí se pudo”.

De esta forma busca demostrar, principalmente a sus nietos, que todo lo que se propongan es posible conquistarlo sin importar los prejuicios de la edad. “Si mi experiencia en la vida y en el estudio sirven para motivar a los jóvenes, que así sea”, finalizó.