A mal diagnóstico y mal tratamiento

/Maribel Ramírez Coronel /

La brecha entre la solicitud de aspirantes a residencias médicas y la oferta de plazas es muy amplia. En los últimos años, cerca del 20% de los aspirantes son aceptados y un porcentaje desconocido de rechazados engrosan las filas del desempleo y subempleo, lo que es indeseable para un país con economía limitada como México”.

Es una cita del libro La formación de médicos especialistas en México, publicado en 2015 como parte de la Colección de Aniversario de la Academia Nacional de Medicina (ANM), apoyada por el Conacyt de entonces.

Sus autores, Germán Fajardo Dolci (actual director de la Facultad de Medicina de la UNAM), Javier Santacruz Varela y Carlos Lavalle Montalvo, refieren entre diversos aspectos en torno al tema, tres desequilibrios que a la fecha siguen vigentes: 1- Tenemos insuficientes médicos ejerciendo (porque el sistema no alcanza a captarlos), 2- Los perfiles de los médicos no empatan con las necesidades y el perfil epidemiológico del país, y 3- Hay una distribución muy inequitativa, geográficamente hablando, de los escasos recursos para salud.

Plantean entre otros puntos sobre la insuficiente retención de egresados de las residencias médicas en el sector público; sobre la distribución desigual e inequitativa de especialistas en el país; la diversidad de modelos de atención y el énfasis existente en la atención; la menor oferta de especialistas por aumento de jubilados en el corto-mediano plazo; la menor oferta de mano de obra por aumento en la formación de especialistas mujeres; la formación inercial de especialistas debido a escasa planificación, y sobre la carencia de estándares nacionales de especialistas.

Hablan de que en México se han efectuado diversas reuniones y debates en ámbitos académicos y administrativos para analizar la situación actual y las tendencias de las especialidades médicas en México. Entre ellas destaca la Reunión de Consenso sobre Especialidades Médicas convocada por la SSa y la UNAM en septiembre de 2012, cuyos resultados sirvieron de base para proponer aumento de especialistas en áreas en las que existen déficits en las instituciones públicas de salud.

Más tarde, la ANM y la UNAM le dieron continuidad al tema con un proyecto conjunto para desarrollar una metodología predictiva y estimar los requerimientos de formación de médicos especialistas en el largo plazo (año 2030). Y por último, el libro refiere lo tratado en el Seminario Internacional sobre Políticas de Formación de Médicos Especialistas, donde entre otros puntos se abordó cómo el país puede lograr los perfiles y balances necesarios para generar los recursos humanos conforme a los perfiles epidemiológicos de la población mexicana.

Con todo este contexto, es evidente que está bien estudiada desde hace años y desde muchos enfoques la situación de la oferta médica en México. ¿Porqué la actual administración no convocó a ninguno de los expertos que han estudiado a profundidad el tema? Es una pregunta sin respuesta y entonces a lo que se llega -como bien dice el doctor Fajardo- es a un mal diagnóstico que deriva en un mal tratamiento.

Lo que hoy hace falta es una planeación profunda e integral de largo alcance para poner orden en la oferta y demanda médica en todo el territorio nacional. Y en principio, bajo un modelo de atención primaria operado por médicos generales y mejora de determinantes sociales (disponibilidad de agua, electricidad, higiene, etc).

El problema es que en la actual administración sólo se van haciendo anuncios de relumbrón conforme las ocurrencias del primer mandatario, sin estructura ni continuidad: Hace 2 años ampliaron la oferta de residencias sin ninguna planeación. Luego, durante la pandemia contrataron a médicos cubanos y, ahora, repetirán la dosis sin mostrar evidencia de que aportan. Ante la crítica y para hacer contrapeso al cuestionado contrato con Cuba, responden con una gran convocatoria para contratar a 13,765 médicos especialistas, cuando lo que más se requiere son médicos generales para el primer nivel de atención que es donde se resuelven 85 de cada 100 casos de pacientes.

A todo esto, lo que no se dijo ayer 24 de mayo, es de cuánto será la inversión para la contratación de esos médicos residentes. ¿Saldrá del presupuesto otorgado al IMSS-Bienestar?

Algo extraño pasa con Birmex

Muy extrañas señales han surgido últimamente en torno a Birmex, la que se supone sería la gran distribuidora de medicamentos. Resulta que en las últimas dos licitaciones de distribución que ha habido -la del IMSS y la del Insabi- para lo que resta de este año, Birmex ha concursado y no ha sido asignada; la han descalificado como si fuera cualquier hijo de vecino, siendo, se supone, la de casa y consentida de la administración. El Insabi recién emitió el fallo de la licitación para su distribución en lo que resta del 2022 y sólo asignó dos de las 6 zonas en que divide al país. Y entre las 4 que quedaron desiertas está la que operaba Birmex que es la del Valle de México, abarcando ciudad de México y zona metropolitana, que en términos de negocio es la más importante. Ahora que Insabi adjudique ya se verá si incluye a Birmex o definitivamente la deja fuera.

¿Será porque Birmex no logra que Cofepris le otorgue licencia como distribuidora de insumos de salud? Porque hasta ahora ha estado concursando con la licencia prestada de Maypo.

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