*Ni acceso a agua libre de metales pesados, ni hospital especializado en toxicología, ni atención a la salud.
*Las comunidades denuncian abandono y retrocesos por parte del gobierno federal y estatal.
*Es ya la tercera presidencia desde el derrame, y ante los alarmantes resultados de salud, comunidades siguen exigiendo justicia y respuesta de las autoridades.
Hermosillo, Sonora, a 7 de agosto de 2025. – En el marco del 11º aniversario del derrame de tóxicos ocasionado por la minera Buenavista del Cobre (propiedad de Grupo México) en los ríos Sonora y Bacanuchi, la tarde de ayer integrantes de los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS) se reunieron en el antimonumento instalado el año pasado en Hermosillo para realizar una conferencia de prensa en la que leyeron un potente pronunciamiento. Posteriormente, fueron proyectados mensajes sobre la pared de un edificio y se realizó una velada para honrar y recordar a quienes lucharon por justicia hasta el último día de sus vidas, sin que la remediación haya llegado a sus comunidades.
Entre los mensajes proyectados, destacaron:
-Tres presidencias, misma indiferencia #JusticiaParaElRíoSonora.
-Secretaria Bárcena: elija el lado de la justicia. Haga historia en el Río Sonora.
-¿No hay dinero para potabilizadoras en el Río Sonora, pero sí para presas?
-Grupo México, no estás por encima del Estado y las comunidades.
Durante el evento, las comunidades afectadas denunciaron el abandono gubernamental y la falta de acciones concretas para garantizar su derecho a la salud, al agua limpia y a un ambiente sano. Señalaron que, pese a la evidencia oficial de la presencia de metales pesados en la sangre y orina de la población, así como en el agua ni el gobierno federal ni el estatal han cumplido sus promesas de atención ni remediación.
En su pronunciamiento, los CCRS recordaron la continuidad de la simulación que han enfrentado por más de una década:
“Durante más de una década, hemos enfrentado promesas rotas y reuniones simuladas. Hoy, al igual que en sexenios anteriores, seguimos sin atención médica especializada ni agua limpia para nuestras familias.”
Y añadieron:
“Seguimos tomando agua contaminada, no tenemos acceso a un sistema de salud especializada, no hay remediación ambiental adecuada, y las secuelas sociales crecen cada año.”
Las comunidades también hicieron un llamado directo a la presidenta Claudia Sheinbaum, al advertir que su gobierno está repitiendo las omisiones de los dos sexenios anteriores:
“Presidenta Claudia Sheinbaum, sus funcionarios no le están diciendo la verdad. En la cuenca del Río Sonora no hay trabajos serios de potabilización para tomar agua libre de metales pesados, no hay atención especializada a la salud, y no hay reparación del daño.”
En la conferencia, los CCRS alertaron que, en lugar de atender la grave situación de salud y ambiental, las autoridades han priorizado proyectos de presas y la entrega de contratos a empresas privadas para manejar el acceso al agua, reproduciendo la falta de transparencia y la exclusión de las comunidades en la toma de decisiones. Denunciaron que el gobierno estatal ha decidido entregar el control de las plantas potabilizadoras a estas empresas, dejando de lado la autonomía comunitaria y la transparencia. Para las comunidades, esto es una nueva forma de abandono: mientras se niega el acceso urgente a agua limpia, se abren puertas a intereses privados sobre el río contaminado.
A once años del derrame, persisten las condiciones de riesgo. Las autoridades de los tres niveles de gobierno siguen permitiendo que Grupo México evada sus responsabilidades por el grave daño que ocasionó y que su derrame tóxico sigue ocasionando.
Las demandas de las comunidades del Río Sonora son claras y urgentes:
1.Calendarización inmediata de un plan integral de atención a la salud.
2.Asignación de responsables institucionales, presupuesto y cronograma público de cumplimiento.
3.Puesta en funcionamiento de al menos las 36 plantas potabilizadoras (o las necesarias) prometidas desde el derrame, con filtros para metales pesados.
4.Construcción de un hospital especializado en toxicología; el que se comenzó a construir tras el derrame, se encuentra abandonado y obra negra desde hace años.
5.Instalación de una unidad permanente de vigilancia epidemiológica y ambiental en Ures.
6.Programa de remediación del río, con base científica y participación de las comunidades afectadas.
“Remediación y no repetición” es el llamado de los Comités de Cuenca, que advierten que no aceptarán más reuniones sin acciones concretas, ni promesas incumplidas. El Estado mexicano tiene la obligación de garantizar los derechos humanos de las comunidades y de obligar a Grupo México a reparar los daños ocasionados.
Atentamente
Comités de Cuenca Río Sonora