Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
Aparte las críticas por reiniciar giras de trabajo en plena pandemia, que el presidente López Obrador haya viajado por carretera el sábado desde la Ciudad de México a Cancún para iniciar actividades casi desde la madrugada de ayer lunes puede serle de utilidad.
Necesariamente tuvo que haber atravesado el Estado –es la ruta más corta viniendo de Puebla y saliendo hacia Tabasco– desde las cumbres de Maltrata hasta Tonalá y haberse percatado de los tramos en mal Estado de la autopista sobre todo de Tinajas hasta Las Choapas.
Y –claro, a él no le cuesta– haber constatado lo caro que son las casetas, tal vez de las más caras del país, un cobro desproporcionado con relación a la calidad del pavimento, siempre, desde que se inauguró, llena de hoyos y con trabajos de reparación.
Estas son las oportunidades que debe aprovechar el gobernador Cuitláhuac García Jiménez para pedirle que si no bajan no suban más los precios y que así como anda ofreciendo concreto hidráulico por donde quiera gestione lo mismo para esta muy transitada vía de comunicación.
Desde hace por lo menos treinta años viajo una vez al año por el sureste del país y he podido ir constatando cómo cada vez están mejor las carreteras de Tabasco (bastante bien), Campeche (ya ni se diga), Yucatán (excelentes) y Quintana Roo (la Riviera Maya con concreto hidráulico), que irritan al compararlas con las de Veracruz.
Entre los políticos se dice que el poder alimenta y hasta fortalece, pero no deja ser significativo que AMLO, a sus casi 67 años, haya recorrido los mil 609 kilómetros que separan la Ciudad de México de Cancún (aunque lo hizo en dos días, un promedio de diez horas diarias con paradas en el camino) y hasta el próximo domingo haya viajado por tierra tres mil 500 kilómetros (como para acabar sin pompas).
Con un infarto ya de por medio y unos kilos de más, por lo que se ve no se cansa y ya lo tendremos el fin de semana en el Estado. Independientemente de sus actividades concretas, sin duda sabe que necesita recorrer el camino para que no crezca la hierba… de la oposición y mantener su posición entre el electorado.
Compromisos presidenciales incumplidos
Cinco meses después de no venir, regresa, pues, a Veracruz.
La última vez que lo hizo fue el 5 de enero pasado para sostener un “diálogo” con pueblos indígenas en Huayacocotla.
Habló de la falta de caminos y para construirlos (con revolvedoras) puso como ejemplo el caso de Oaxaca, con la participación de la comunidad.
Platicó: “… las mujeres se encargan de recolectar la piedra de todo tamaño y hacen el camino de concreto con piedritas de todos los tamaños, hasta las pintan. Son obras de arte. Ya saben que la mujer también tiene mejores gustos, es más exquisita, es más sensible…”.
¡Pum! Y entonces aterrizó: “Aquí en Veracruz tenemos la gran ventaja de contar con un gobernador honesto como Cuitláhuac… Ya habló él de este circuito de caminos que está tomando en cuenta y ya le pedí también que incluya el camino de Ilamatlán”.
Hizo el compromiso “de ayudar a Cuitláhuac para que esos caminos se hagan y, si es posible, que se hagan de concreto, bien hechos, que se le dé trabajo a la gente y que quede el presupuesto en los mismos municipios”.
Entonces sugirió (ordenó): “Me gustaría que Cuitláhuac y las autoridades de estos municipios, de esta región de Veracruz, fueran a visitar Oaxaca, que Adelfo Regino, del Instituto Nacional para los Pueblos Indígenas, los acompañe, que vean cómo lo están haciendo para que se puedan asignar todos los recursos y en el sexenio dejemos pavimentado todos los caminos, la mayor parte de los caminos que se necesitan en esta región del estado de Veracruz. Ese es un compromiso que estamos haciendo”.
¿Acaso el gobernador ya fue a Oaxaca a aprender cómo se hace? ¿Qué avances se tienen? ¿Qué tanto se ha cumplido el compromiso presidencial? ¿Podría el titular de la SIOP, Helio Hernández Gutiérrez, dar un informe?
Antes, el 15 de diciembre de 2019 había venido AMLO a supervisar la implementación del programa Sembrando Vida en Hidalgotitlán.
Entonces se comprometió a pavimentar, con “la participación de la gente” (mencionó también el ejemplo de Oaxaca) el camino de este lugar a Uxpanapa, 120 kilómetros, con concreto, “no le hace que nos lleve dos, tres años, no le hace”.
Expresó que para reactivar la economía se pretendía que la población organizada fuera la que llevara a cabo los trabajos, por lo que se buscaría garantizar que “de esta manera queden bien realizados y no como antes que eran obras mal hechas”.
Por su parte, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez ofreció que se haría por etapas “a través de la participación de la gente”.
Seis meses después, ¿qué tanto se ha hecho, qué tanto se lleva de avance, cuántos empleos se han creado? ¿Podría el titular de la SIOP, Helio Hernández Gutiérrez, dar un informe?
En el sur reciben peticiones para AMLO
Dado que la población no podrá verlo, menos acercársele, el delegado federal Manuel Huerta a través de sus delegados regionales empezó desde ayer a recoger las peticiones que entregarían al presidente Andrés Manuel López Obrador.
En medio de la lluvia por los primeros efectos de la Depresión Tropical “Tres”, el funcionario arrancó en Coatzacoalcos y terminó en Sayula. En mesas de atención ciudadana se leía en una lona del Gobierno de México: “Nos vamos a seguir queriendo a la distancia”.
Se confirma que por la contingencia sanitaria serán actos con no más de cincuenta personas y cerrados.
Ya se habrá de ver si ante las últimas denuncias que ha habido contra la secretaria de Energía, Rocío Nahle, sale en su defensa y le da un espaldarazo como lo ha venido haciendo con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
La señora se considera coatzacoalqueña, aunque no nació en Veracruz, y está en todo su derecho. Ahí se asentó para vivir y con el morenismo se volvió la figura protagónica del municipio, ejerce ya un incipiente cacicazgo político que se fortalece por su cercanía con el presidente: como los que hubo del PRI, impone candidatos a la alcaldía y a las diputaciones y funcionarios municipales, además de que ella mueve los hilos de su partido. Ahora sí, como diría el clásico priista: solo sus chicharrones truenan ahí.
Aunque es capaz de pasarle la factura al gobernador, ella, a través de sus comodines en el ayuntamiento, es la responsable o la corresponsable de la votación en contra de la reforma a la Constitución local del pasado 12 de mayo.
Ya se verá si la gira de AMLO es estrictamente técnica, de trabajo, o si aprovecha para apalancar a su pupila.