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/Texto y fotos: Gerardo Magallón/
Desde el Cerro Guerrero se observan jacarandas encendidas, el cablebus y un libramiento vehicular que modernizó el norte de la Ciudad de México. Hay unos arbustos semi secos con florecillas amarillas que parecen esponjas y nopales que han florecido, pero el escenario es oscuro porque aquí tres familias escarban en un basurero buscando restos de sus hijos y hermanos.

Ángel Gerardo Ramírez, Jesús Armando Reyes y Leonel Báez salieron de trabajar el 29 de noviembre del 2019 del Samborns en Plaza Lindavista y fueron a tomar una cerveza, nunca más se volvió a saber de ellos. Hoy buscan algún indicio de sus restos en un cerro donde está registrada por última vez la señal de sus celulares.
Esta jornada de búsqueda se asemeja un poco a una excursión escolar: se repasa la lista de quien confirmó llegar y alguien pregunta si llevan un “panecito para el camino”. Son parte del colectivo Hasta encontrarles Ciudad de México y otros grupos solidarios. Yolzin busca a su hermana desaparecida en otro contexto pero se ha sumado a este recorrido porque sabe que los desaparecidos son de todos. Ella repasa en voz alta como estará el día y se apresura a peinarse en largas trenzas para que su “pelo no se arrastre en la tierra mientras buscamos”.

Según el Registro de Personas Desaparecidas y No Localizadas, SEGOB, a mayo del 2025 en México existen 124 mil casos, de ellos 1200 corresponderían a la capital del país, sin embargo diferentes organizaciones sociales, como Red Lupa, señalan que podrían llegar a más de 6000. La alcaldía Gustavo A. Madero es la tercera con más casos de desaparición , en primer lugar se encuentra Iztapalapa y después Cuauhtémoc.
La jornada consisten en continuar cavando agujeros de 1.5 metros de diámetro hasta encontrar suelo sólido, tarea que realizan principalmente bomberos y personal de las fiscalías. Lo que extraen es llevado a una hilera de coladeras donde las familias y peritos buscan cualquier resto óseo.

Está vez la Brigada Humanitaria Marabunta ha dejado las playeras rojas que los distinguen mientras contienen la violencia en las marchas. Hoy visten playeras café claro que oculta la tierra que los baña mientras rascan en los hoyos de basura arrancando ropa y zapatos que podrían significar alguna pista.

El virtual desmantelamiento de la Comisión Nacional de Búsqueda y la reciente desaparición de evidencias en el Rancho Izaguirre, en Jalisco, son muestras de que la política oficial es negar la crisis humanitaria que vive México, para las familias buscadoras el tiempo parece detenido: “Todo lo que éramos antes de la desaparición está truncado… el trabajo se dificulta, la escuela está pendiente, el dinero falta”, dice Carlos Ramírez Chaufón, hermano de Gerardo.
María Volante y su hijo, el Güero, se encuentran organizando otra jornada de búsqueda en el Ajusco. Esta vez por Pamela Gallardo, quien desapareció después de asistir a un concierto en el 2017, pero se han dado tiempo para integrarse a este brigada al otro extremo de la ciudad.

Cuando una excavación llega a lo más profundo las familias son llamadas para comprobar que no hay más tierra que sacar, esta vez es Carlos quien bajó a lo más profundo de la basura para cerciorarse que no hay pistas de su hermano Ángel Gerardo.

En una pausa de la búsqueda se bebe agua, suero, se come una fruta y se empieza a hablar de un plan que parece secreto.
El caso de los trabajadores de Samborns se encuentra sin avances, durante el 2024 se detuvieron a 5 posibles implicados pero no han declarado nada, sin razón aparente han postergado cada audiencia.
Después de casi 4 horas se han apilado tozos de ropa y pedazos de huesos que según los peritos forenses todos tienen origen animal, un día sin resultados concretos.

Las familias buscadoras dan las gracias al personal de las dependencias y a los grupos solidarios que las acompañan, también afinan el plan para el día siguiente: quien comprará el pastel para el cumpleaños de una compañera buscadora que comerán antes de iniciar la siguiente jornada, porque les han arrebatado a un hijo, a un hermano, pero no la esperanza.
Video de la jornada