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30/12/2021/ La pandemia ha obligado a las personas a reducir los espacios de convivencia social. Por ello, las fiestas decembrinas deben de ser una oportunidad para recuperarlos, con nuestros seres queridos, amistades y grupos de trabajo, pero sin perder de vista las medidas sanitarias, señaló la Mtra. Tere Valenzuela, académica del Departamento de Reflexión Interdisciplinaria de la IBERO.
De acuerdo con la docente, los rituales son necesarios para la cohesión social, por lo cual no sólo deben recuperarse, también restablecerse y valorarse, pues son necesarios para el desarrollo humano.
“Debemos participar en ellos pues son parte de nuestra cultura y esto permite que nos acerquemos, compartamos y nos desarrollemos como humanos. El ser humano es el ser en relación activa y de calidad con los demás”, explicó.
La académica detalló que, en los rituales, las personas encuentran identidad, dan estructura, estabilidad y durabilidad a la vida. Sin ellos, una sociedad se empobrece.
“Lo que se convierte en tradición-ritual es por el deseo de la comunidad de no olvidar porque crea vida. La vida se genera desde los sentimientos comunitarios que se despiertan en ellos. Abren a la persona de la carga de sí misma, viéndose parte de una comunidad”, sentenció.
Recordó al escritor coreano Byung-Chul Han, quien señala que los ritos son acciones simbólicas que dan forma a una comunidad. En la actualidad, lo que domina es un ejercicio masivo de comunicación, pero en un retroceso de comunidad.
Destacó que hay rituales que también han perdido sentido porque no se analizan desde su origen. De tal manera que, en ellos, se debe mirar lo que nos recuerdan para que al entrar en la memoria trasciendan en el tiempo y tengan sentido para que no se vuelvan rutinarios.
La docente dijo que en esta época de pandemia hay mucho énfasis en el aislamiento y a la competencia entre las personas, lo cual simboliza una decadencia de la comunidad y deja a los seres humanos reducidos a la supervivencia individual.
“Esto nos deshumaniza. Somos seres en relación activa y esto es lo que nos da vida plena. La identidad comunitaria es nuestra naturaleza y es importante no perderla”, dijo.