La compra de vacunas anti Covid 19 es una caja negra

ACTA PÚBLICA.

Claudia Rodríguez.

Ante la insistencia de información respecto a la fuente de los recursos económicos para el pago de millones de dosis necesarias contra el Covid19, el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador señaló desde el último trimestre de 2020, que parte del dinero vendría de los montos reintegrados por la desaparición de los fondos y fideicomisos, además de los “ahorros” del presupuesto de ese mismo año.

Lo cierto es que para entonces –y aún ahora-, se va tratando de “exprimir la bolsa” para el pago de millones de vacunas ya destinadas y por aplicar. Los propios expertos en economía aseguran que no hay trazo en el propio Presupuesto de Egresos 2021, sobre el monto a erogar para las vacunas de manera explícita para las vacunas, lo cual lleva siempre a la suspicacia de que esto se vuelva al final una caja negra sin fondo y sin posibilidad de ser auditado el gasto.

López Obrador señaló que se destinarían 100 mil millones de pesos a la atención de la pandemia y de la adquisición de vacunas anti Covid 19. No obstante, la poca claridad en el origen de ese dinero, ya se ha empezado a realizar pagos por Hacienda de las dosis adquiridas como de las que deben llegar en un futuro, y hasta se dice que hay garantía para los pagos necesarios.

Aparentemente o al menos de forma clara, no hay dinero para la adquisición de vacunas y lo que se advierte para ya, es un verdadero desastre presupuestal que se gesta ante la mentira e incompetencia de este y otros Gobiernos. Todo hace suponer que a los mismos que han recibido y deben recibir el beneficio de la vacuna, de una u otra forma dolorosa les tocará pagar el costo de la misma.

Es así, que el presupuesto 2020, 2021 y de ahí en adelante al menos durante esta crisis sanitaria que va para largo en temas de inoculación, se irá modificando y reduciendo su monto en temas prioritarios y también estratégicos. Sólo enunciar el tema de la contaminación y los altos índices de temperatura que van en aumento y que inciden de manera directa en los temas sanitarios, permite entrever que se requerirá más dinero para paliar las enfermedades que esto ya está generando y que se ha listado en una agenda púbica que nadie quiere ver, o al menos, a la que pocos de manera seria le quieren entrar.

Ni el cobro de más tributos, ni las agitadas acciones en contra de las empresas por parte del Servicio de Administración Tributaria para el cobro de más y más impuestos; lograrán que se tengan suficientes recursos para las dosis de inoculación anti Covid-19. Cuando menos habría que calcular que para el 2022 habrá que seguir afectando el Presupuesto Federal, ya que ni las propias farmacéuticas conocen ben a ciencia cierta, el tiempo de protección ante el coronavirus de cada uno de sus productos.

Contrario a lo que dijo el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, no, la pandemia no le vino “como anillo al dedo”. Esto es un desastre económico, sanitario y de larga duración.

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