• Critica puntos de vista de los académicos participantes en Foro realizado con motivo del XX Aniversario del Colver.
Irineo Pérez Melo.- Por “actitudes inaceptables” del rector de El Colegio de Veracruz Mario Raúl Mijares Sánchez, quien reprende a los académicos con “juicios inquisitoriales”, los doctores Julio Quesada Martín y Adolfo García de la Sierra Guajardo, catedráticos de la institución, renunciaron a las horas de clases que impartían en la misma.
La renuncia de los catedráticos se da una semana después de haber participado en el foro titulado: “Diálogos filosóficos. “Razón y sinrazón en los discursos políticos de hoy”, realizado en el marco del Vigésimo Aniversario de la fundación de la institución el pasado 15 de junio, en donde Mijares Sánchez, publico un texto intitulado “Filósofos, patriarcas de la falsa conciencia”, publicado en algunos medios de comunicación y sus redes sociales, en donde critica los puntos de vista por los antes mencionados, sin presentar argumentos en contra de lo dicho por ellos.
A través de sendas cartas que le enviaron al Rector de El Colegio de Veracruz dan cuenta de su determinación de no seguir en esta institución de educación superior, en donde impartían clases en los Doctorados de Ciencias Política y Desarrollo Regional.
En el caso del doctor Adolfo García de la Sierra Guajardo su renuncia será efectiva a partir del 1 de julio del año en curso, argumentando que no está “dispuesto a participar en una institución académica en la que es imposible expresar puntos de vista cualesquiera, aún si fueran “subjetivos” sin sanciones de la autoridad. Ello es enteramente ajeno a la naturaleza de una institución tal y no augura un futuro promisorio para la misma”.
“Me parece absolutamente inadmisible e impropios del Rector de una institución académica, los epítetos con los que usted me ha calificado por mi participación en el conversatorio, y me parece sumamente grave que un funcionario público se atribuya la facultad de determinar cuál es la consciencia falsa y cuál la verdadera, pues ese tipo de juicios son francamente inquisitoriales”, argumentó.
Mientras que el doctor Julio Quesada Martín, en su carta de renuncia fechada este 22 de julio, expone que las razones que le obligan a tomar esta decisión son simples y tienen que ver con “su actitud absolutamente inaceptable”. En vez de entrarle al debate que tuvimos el pasado jueves en la institución, usted ha preferido difamar mi capacidad académica y de investigación en lo tocante a la filosofía política diciendo que he dicho barbaridades sobre Aristóteles”.
Sin embargo, refiere, usted no presenta ningún argumento en contra de lo que yo dije, únicamente se levantó del auditorio y se fue, y ahora escribe una especie de manifestación en contra del panel.
Recalcó que la decisión tomada no tiene nada que ver con los alumnos ni colegas de El Colegio de Veracruz, sino exclusivamente con su caprichosa actitud antifilosófica y antiacadémica.
En su texto, un poco contradictorio, Mijares Sánchez destaca que esta institución, desde la actual Rectoría, se ha distinguido por abrir sus puertas a la libre circulación de ideas y a toda corriente de pensamiento, pero que en dicho foro se tocaron temas coyunturales tanto de lo social como de la cosa pública, sobre todo el referente a los usos del lenguaje inclusivo en el debate político del mundo y a lo largo de la historia pero que “algunos razonamientos de los expositores estuvieron desprovistos de rigor académico, tan necesario en tiempos de agitación y virulencia sociales”.
Estableció que en El colegio de Veracruz lamentamos la descortesía del nivel argumentativo expuesto por parte de los invitados en el citado foro, pues ante las críticas indagatorias de nuestros estudiantes la respuesta fue ausente y el desdeño por la Ciencia Política evidente, en lugar de fomentar el debate argumentado con fines propositivos para con nuestros estudiantes.
Sin duda, la coyuntura política actual demanda urgentemente la discusión en el sentido clásico del término. Llevar un tema tan rico para la reflexión política por un sendero donde primó el subjetivismo y la anécdota, nos parece un despropósito y una falta de respeto para los jóvenes, quienes ávidos de tener contacto con nuevas aristas e interpretaciones de la realidad salieron desencantados, añade.
Mencionó que en la intervención Dr. Julio Quezada fue muy delicada, e incluso comprometedora, pues aseveró que el mismo Aristóteles consideraba que la ciencia política no era ciencia.
“Para evitar ser partícipe de más barbaridades tuve que levantarme. Al percatarse, los alumnos me inquirieron con la mirada. Con un ademán les dije que permanecieran tranquilos, pues sabía que cualquier posicionamiento que hicieran los pondría en desventaja, ya por su edad, ya por tener menos lecturas que los invitados e incluso mayor respeto a quienes ostentaban la figura de debatientes”, abundó.
Ante esto, los catedráticos optaron por renunciar a la institución, situación que ha provocado tensión entre la comunidad estudiantil y preocupación entre los académicos, pues la postura asumida por el Rector limita la libertad de cátedra y los lineamientos para mantener la calidad académica de El Colegio de Veracruz.
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