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/ Bibiana Belsasso /
La Cámara de Diputados inició el primer periodo ordinario del segundo año de la Legislatura LXVI sin contar con una nueva mesa directiva, y nada más no se ponían de acuerdo.
Esa posición le corresponde a la segunda fuerza en el Congreso que es el PAN, pero Morena no quería ceder esa posición.
Pero el partido mayoritario sabía que tenía hasta el 5 de septiembre; de no llegar a un acuerdo, esa posición quedaría vacante y se supone que el Congreso no puede sesionar.
El PAN había propuesto a personajes como Margarita Zavala, Federico Döring y Germán Martínez. Lo cierto es que quien presida la mesa directiva de la Cámara de Diputados debe de ser avalado por la mayoría de sus compañeros.
Y así es como el PAN recomendó a Kenia López Rabadán, y los de Morena, que tienen mayoría, aceptaron.
Lo cierto es que la nueva presidenta de la mesa directiva debe velar por la integridad del proceso parlamentario y no favorecer a un partido político en específico, muy al contrario del actuar de Gerardo Fernández Noroña.
Morena intentó presionar, pero me imagino, se dieron cuenta, no había necesidad y hubieran podido tener costos.
Por ejemplo, se contempló pasar a unos cuantos diputados morenistas a la bancada del Partido Verde (PVEM) para que esta fuerza política fuera la segunda en la Cámara baja y, con ello, le toque presidir la mesa directiva en lugar del PAN.
Pero esto puede ser de riesgo para el propio Morena, que al inflar al Partido Verde y quedarse sin la mayoría absoluta, más adelante tendría que negociar con ellos.
Actualmente, Acción Nacional cuenta con 71 diputados, por 62 que tiene el Verde Ecologista de México.
Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena en la Cámara baja, aseguró que se respetaría el acuerdo que se estableció el año pasado durante el arranque de la presente legislatura de San Lázaro, el cual consiste en la rotación de la presidencia de la Cámara de Diputados: el primero para Morena, que acaba de terminar, el segundo presidido por el PAN y el último año de la legislatura para un miembro del Partido Verde.
También ahí hubo quienes desde Morena quisieron presionar a Ricardo Monreal.
Lo cierto es que la mesa directiva no representa un poder real, ése se ejerce desde la Junta de Coordinación Política, impulsada por Monreal desde 2018, y ahí es donde se concentra actualmente el poder casi absoluto en el Congreso.
Ante esta situación, ahora el PAN tiene que reflexionar: ¿para qué quiere presidir la mesa?
LLEGA PAN A LA CÁMARA DE DIPUTADOS
Kenia López preside la mesa directiva de la Cámara de Diputados, ayer.
Kenia López preside la mesa directiva de la Cámara de Diputados, ayer. Foto›Cuartoscuro
Ya lo vimos, por ejemplo, lo que sucedió con los panistas Laura Rojas y Santiago Creel, quienes no opusieron resistencia a nada. Lo cierto es que hoy, con la mayoría en el Congreso de Morena, si no están de acuerdo con cualquier actuación de la presidenta de la Cámara baja, pueden pedir una segunda ronda con los demás miembros de la mesa directiva.
Ahora, no perdamos de vista que el verdadero poder en la Cámara de Diputados está en la Junta de Coordinación Política, que hoy maneja Ricardo Monreal.
Esta Junta fue inventada por los priistas cuando empezó a haber oposición en el Congreso y ahora ha sido retomada por los morenistas.
Fácilmente, Monreal puede llamar a la Junta de Coordinación Política y sacar acuerdos.
Ahora, sólo existe un escenario que le da mucho peso al presidente o presidenta de la mesa directiva, y sería hasta el próximo año, que coincidirá con el arranque del proceso electoral de 2027.
En el hipotético y muy remoto caso de que la Presidenta Claudia Sheinbaum pierda la revocación de mandato, el presidente del Congreso, que es quien encabeza la Cámara de Diputados ante un llamado a nuevas elecciones, asumiría temporalmente la Presidencia de la República.
Es el único tema de mucho peso por el cual Morena quisiera mantener la mesa directiva.
Por lo pronto, y como no es un año no electoral, han dejado pasar a Kenia López Rabadán, como una posición de la oposición en el Congreso.
Este año no hay revocación de mandato, el poder real en la Cámara de Diputados está en la Junta de Coordinación Política, que es donde se toman las decisiones.
Gerardo Fernández Noroña fue un presidente de la mesa directiva muy estridente y con una personalidad que hacía que se notara, pero el poder real, nunca estuvo con él.
Para el partido de la mayoría fue una buena estrategia que una panista como Kenia López Rabadán presida la mesa directiva.