Tres en Raya .
/Verónica Malo Guzman /
Propuesta para la última mañanera de 2024: que interpreten la canción de José Alfredo Jiménez ‘Ojalá que te vaya bonito’. En ese caso la dedicatoria será para López Obrador, por aquello de las palabras que tuvo hace unos días para la isla caribeña.
Sí, y es que en la reunión virtual de la Alianza de países de América Latina y el Caribe, López Obrador manifestó que “Cuba es como para irse a vivir allá”. Habría que haber visto la cara de Gabriel Boric, presidente de Chile, en ese momento. La sorpresa que expresaba ante semejante aseveración. Naturalmente, los únicos que sonreían eran López Obrador y Díaz Canel, el presidente cubano.
Hoy en día ni los cubanos quieren vivir en Cuba. De acuerdo con autoridades estadounidenses, el 2022 cerró con más de 227 mil entradas ilegales de cubanos a ese país. Según el Centro para la Democracia en las Américas, en el año fiscal de 2022 (noviembre de 2021 a octubre de 2022), arribaron 178 mil cubanos. }
Cifra mucho mayor a la sumatoria de todos los cubanos que emigraron en 1980 (Mariel) y ‘la crisis de los balseros’ de 1994, hasta entonces las dos mayores olas migratorias de Cuba. Y el éxodo imparable de balseros sólo continúa. Poco importan las advertencias de la autoridad estadounidense diciendo que cualquier intento de inmigración ilegal será rechazado o los peligros que acechan en el mar Caribe.
Por eso, el comentario de López Obrador no sólo fue equivocado, también resultó una bofetada para los cubanos que viven en la inopia, en la represión y que intentan abandonar su patria.
¿Alguna mención de nuestro país, de la maravilla de vivir aquí? ¿De lo mucho que tenemos (a pesar de lo mucho que él, Andrés Manuel, ha destrozado)? Nada.
No, lo que hizo fue mencionar, entre otros héroes, mártires y libertadores de América, al “comandante Che Guevara”. Vaya, hasta nombró a su hijo menor en honor de Jesús y del Che… ¿Será que desconoce la vena asesina de dicho guerrillero quien en su momento escribió a su padre: “tengo que confesarte, papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar”? El Che ejecutaba a la gente ‘porque sí’, por el placer de matar, incluyendo a homosexuales a quienes, por cierto, ni siquiera consideraba personas. Ese es el personaje que AMLO admira.
O tal vez el primer mandatario considera a Cuba como para irse a vivir porque el Decreto Ley 35 de la legislación cubana califica expresiones protegidas por la libertad de expresión (“incitar a movilizaciones”, “difamación con impacto en el prestigio del país”) como incidentes que las autoridades pueden erradicar. Esto es, se prohíbe la libertad de expresión, de reunión y, además, con ello la autoridad cubana puede interrogar, multar a periodistas, críticos y confiscar sus materiales de trabajo. Y mucho peores atrocidades.
En el informe de Human Rights Watch para el 2022 se establece que el gobierno cubano continúa reprimiendo hasta nuestros días cualquier forma de disenso y crítica pública. Y si bien, los “otros datos” oficiales cubanos sostienen que Cuba es uno de los países menos pobres del mundo, la realidad en la que habitan sus ciudadanos avisa lo contrario.
Para ser una persona que viaja cada semana en avión (al menos cuatro horas en promedio, ida y vuelta), decir que no suele hacer muchos viajes al extranjero porque “yo quiero que ustedes no se sientan que de parte nuestra hay arrogancia”. Y que “no viajamos porque no lo necesitamos, no, no, no, yo tengo un asunto muy particular, si me afectan muchos los vuelos” suena a vil mentira.
Pues bien, mientras los cubanos prefieren enfrentar un mar lleno de tiburones, ser capturados por la migra o tomar caminos inhóspitos antes que continuar viviendo en Cuba, López Obrador parlotea. Y ya que dice que Cuba es como para irse a vivir ahí… pues, adiós, que le vaya bonito por allá.