*Esta cantidad de muertos, junto con la impunidad con que se han producido, ha generado un clima de miedo entre la población, asegura un informe de la de misión de la ONU en el país, que añade que los asesinatos también han reducido las expectativas de la sociedad en general en torno a los esfuerzos por alcanzar la paz.
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Afganistán. 15 febrero 2021.- ntre el 1 de enero de 2018 y el 31 de enero de 2021 fueron asesinados 65 periodistas, trabajadores de los medios de comunicación y defensores de los derechos humanos, reveló este lunes un informe de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en ese país (UNAMA).
El documento destaca que once de esas víctimas perdieron la vida después del inicio de las negociaciones de paz, en septiembre pasado.
“Aunada a la ausencia de reclamos de rendición de cuentas, esta cantidad de muertos ha generado un clima de miedo entre la población”, apunta.
La violencia ha afectado negativamente el ejercicio de los derechos humanos y ha reducido el espacio de los medios de comunicación, obligando a muchos profesionales a autocensurarse, renunciar a su trabajo y huir de sus hogares, comunidades, e incluso el país, en busca de seguridad.
“Los asesinatos también han reducido las expectativas de la sociedad en general en torno a los esfuerzos por alcanzar la paz”, afirma la UNAMA.
Los ataques cambian
El informe “Asesinatos de defensores de derechos humanos y profesionales de los medios de comunicación” también reporta patrones cambiantes en los ataques.
Explica que los observados recientemente son ataques intencionales, premeditados y deliberados contra personas cometidos por perpetradores anónimos, un patrón que contrasta con los atentados de años anteriores.
En el pasado, esas muertes se debían principalmente a la presencia o proximidad de las personas a los sitios atacados por los grupos armados organizados con artefactos explosivos improvisados, como los del ISIS en la provincia de Levante-Khorasan.
Rendición de cuentas y coto a la impunidad
La UNAMA aseveró que para prevenir los asesinatos e intimidación es deber de todos los actores políticos promover la rendición de cuentas y acabar con la impunidad.
Subrayó que las investigaciones de esos crímenes deben ser independientes, imparciales, rápidas, exhaustivas, eficaces, creíbles y transparentes, además de que los juicios a los presuntos responsables deben apegarse a las normas del debido proceso.
La representante especial de la ONU para Afganistán, Deborah Lyons citó la importancia de los profesionales de los medios de comunicación y los activistas de derechos humanos.
“Los defensores de las garantías fundamentales y los medios de comunicación son cruciales para cualquier sociedad abierta y decente”, dijo la también jefa de la UNAMA.
“Las voces de los derechos humanos y los medios de comunicación están siendo silenciadas en un momento en el que el diálogo y el fin del conflicto a través de conversaciones y acuerdos políticos deben ser lo más importante y deben escucharse más que nunca esas voces”, recalcó.
Añadió que el pueblo afgano necesita un espacio cívico renovado, una sociedad en la que la gente pueda pensar, escribir y expresar sus puntos de vista abiertamente y sin temores.
El informe presenta varias recomendaciones entre las que resaltan las siguientes:
Insta al gobierno a establecer un marco preventivo adecuado, que incluya medidas especiales de protección y seguridad para los defensores de derechos, periodistas y trabajadores de los medios de comunicación sujetos a amenazas u otros tipos de intimidación.
Llama al Talibán a adoptar, publicitar y hacer cumplir políticas que prohíban los asesinatos de defensores de los derechos humanos, periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, así como a derogar las políticas existentes y a abstenerse de adoptar nuevas disposiciones que limiten el espacio cívico.
Exhorta a la comunidad internacional a mantener el compromiso con los defensores de los derechos, periodistas y trabajadores de los medios de comunicación en riesgo y a aumentar el apoyo a los programas que les brindan seguridad, viajes, finanzas, desarrollo de capacidades y otro tipo de asistencia.
Urge a los actores no estatales a detener los asesinatos de defensores de las garantías fundamentales, periodistas y trabajadores de los medios de comunicación, de conformidad con el derecho internacional humanitario y con las leyes derechos humanos.