Alertan: Glorieta de las Mujeres que Luchan, un»sitio a desactivar», ante llegada de turistas por Mundial de fútbol 2026.

*Escrito por Arantza Díaz.

27.04.2025 /CimacNoticias.comCiudad de México.- Apodada la «fiesta del fútbol», el Mundial 2026 está próximo a llegar a Norteamérica, teniendo como sedes México, Estados Unidos y Canadá no obstante el país atraviesa una situación de violaciones a derechos humanos las cuales son expuestas en las calles de las ciudades que se observan a simple vista, donde se erigen antimonumentas, fotos de personas desaparecidas, etc., por tanto, se ha señalado que ante la llegada de más de 5 millones de turistas de todo el mundo, el Gobierno prepara la «limpieza política» de la capital, nombrando a la Glorieta de las Mujeres que Luchan un «punto rojo o sitio de tensión a desactivar».

Según ha alertado la propia organización de la glorieta, el Gobierno de la Ciudad de México ha sostenido reuniones para identificar los memoriales y antimonumentas que les producen incomodidad; espacios de resistencia que recuerdan las atrocidades del Estado y que podrían ser blanqueados con el objeto de limpiar la imagen del país.

Entre los sitios mencionados se encuentra la Glorieta de las Mujeres que Luchan, por ello, la colectiva que protege y organiza esta antimonumenta se han pronunciado, apuntando a por qué quieren ocultar la verdad: «¿Creen que atacando lo van a lograr?»

Asimismo, han exigido a la gobernadora Clara Brugada a no ceder ante las presiones del capitalismo, defender la memoria de la población y rechazar la «limpieza» de estos espacios, una práctica expresa de la ultraderecha que pretende ocultar y cooptar la libertad de expresión.

«Usted misma [Clara Brugada] se ha tomado fotos en la Glorieta, lo hizo en plena campaña. Atacar la Glorieta es atacar a las miles de mujeres que se dan cita en cada marcha, a las madres buscadoras, a las víctimas de violencia, a las luchas más dignas»

Paralelamente, personas defensoras por la justicia de los estudiantes de Ayotzinapa han denunciado que hay acciones deliberadas en contra del memorial que se encuentra en Avenida Reforma, frente al edificio de la Lotería Nacional, pues se ha quebrado el código QR que dirigía a los informes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes Ayotzinapa, así como debilitado la estructura y roto los rostros de los estudiantes desaparecidos.

Estos señalamientos no han sido replicados por el Gobierno de la Ciudad de México y tampoco han informado certeramente sobre qué sucedió en esas reuniones, cuáles son los protocolos de seguridad y qué hay detrás de estos «puntos rojos». La única evidencia que se tiene sobre este hecho es la reunión privada que sostuvo Clara Brugada con el secretario de seguridad Omar García Harfuch el pasado 24 de marzo, en donde se coordinaron las acciones para garantizar un evento deportivo seguro.

«Bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, trabajamos todos los días de manera coordinada para mejorar la seguridad de las familias de nuestra Ciudad. Entre otros temas, ¡establecimos una ruta de trabajo para la seguridad del Mundial de Fútbol 2026!, publicó Brugada a través de X.

A la publicación del artículo, ni Harfuch, ni el gobierno de la Ciudad de México ha lanzado algún pronunciamiento sobre los hechos, ni confirmado la identificación de estos presuntos puntos de tensión. Entretanto, la Glorieta de las Mujeres que Luchan está preparada para defender su espacio y resistir cualquier acto que pretende intimidar o limpiar el memorial en aras de dar una mejor imagen durante el Mundial 2026.

Un hecho innegable es la articulación de los gobiernos para ejercer este tipo de actos con el arribo de eventos internacionales. México ha sido la sede de estas justas deportivas en dos ocasiones, la primera en 1970 con los Juegos Olímpicos y después en el Mundial del 86; el primero, representa una huella imborrable con el asesinato de estudiantes en la plaza de Tlatelolco en 1968 como un acto de represión y erradicación de los movimientos estudiantiles que amenazaban con manchar el rostro del gobierno de Díaz Ordaz, particularmente, cuando se pretendía mostrar una cara más afable al mundo con la celebración de los Juegos Olímpicos de 1970.

Resulta evidente que el avance de estos eventos internacionales no sólo tiene causales deportivas, sino también, son catapulta para atraer la inversión extranjera, turismo y una poderosa inyección económica, ello, a cambio de oprimir y borrar la memoria colectiva de su pueblo.

En esta ocasión y a poco más de un año de que se celebre el partido inaugural -en el Estadio Azteca-, México se ve atravesado en su agenda por la crisis de desapariciones. Derivado de esto, resulta necesario que el mundo reconozca lo que acontece al interior del país y si bien Clara Brugada no ha realizado algún pronunciamiento sobre los hechos, sí mueve a las colectividades para organizarse y desde la trinchera social, empuja a mantenerse vigilantes ante la llegada del Mundial el próximo jueves 11 de junio del 2026.

Fuente: CIMAC

Las antimonumentas: Un espacio de lucha constante

Las mujeres y familias han defendido desde hace años este espacio de reflexión, de cuidados y de exigencias, incluso, contra la misma gobernadora -en ese entonces- Claudia Sheinbaum que buscaba colocar otra pieza en su lugar.

En 2023 el Frente Amplio de la Glorieta de las Mujeres que luchan refirió que el gobierno de la CDMX intentó desmantelar la antimonumenta en reiteradas ocasiones y amedrentar a las mujeres que no permitían el paso de las autoridades.

Fuente: CIMAC

Por su parte, Sheinbaum impulsaba una pieza conocida como La Joven de Amajac para que ocupase el lugar de la antimonumenta; ante las resistencias de las colectivas a abandonar su espacio refirió un 6 de marzo durante una conferencia de prensa siguiente:

«Aquellas que no quieren que La Joven de Amajac, que es una figura huasteca, que se encontró en Álamos, Veracruz y que una réplica esté en Reforma, las mujeres que no quieren ello, en el fondo son profundamente racistas y clasistas.» (Claudia Sheinbaum)

Las declaraciones de la entonces gobernadora -y ahora presidenta- enfurecieron a las mujeres de la Glorieta de las Mujeres que Luchan, quienes en pronunciamientos públicos increparon a Sheinbaum por nombrarlas clasistas, aún, cuando han sido mujeres que ponen el cuerpo diariamente; madres de personas desaparecidas, de víctimas de feminicidio, buscadoras y defensoras.

Esta no sería la primera vez que una antimonumenta feminista causa incomodidad para el gobierno, el pasado 8 de marzo en la ciudad de Durango un grupo de mujeres colocaron un memorial en la plaza principal frente a gobernación. Sin embargo, el presidente municipal Jesús Ochoa ha señalado que la marcha del 8M dejó un «gasto de dos millones de pesos», esto derivado de los «daños causados», por lo que ha sostenido que valorará el presentar una denuncia en contra de quienes resulten responsables. Además, apeló a que le había «dolido» que se dañaran los patrimonios, cuando Durango recién ganó un premio de 250 mil dólares.

Bajo la premisa de que la plaza «es para todos» el gobernador ha referido que se está valorando la idea de retirar la antimonumenta, pues se trata de un espacio público

Las antimonumentas nacen, no como un intento de imponer o cooptar a otras personas, como apunta Ochoa quien sostiene que «la plaza es para todos»; las antimonumentas, a diferencia de los monumentos tradicionales, insta a recordar que la violencia es imborrable y empuja a la no repetición. Es un reclamo de inconformidad que recuerda a la frase: Ni perdón, ni olvido.

La organización Heinrich Boll Stiftung sostiene que las antimonumentas se erigen como acontecimientos visuales que fijan un suceso histórico particular que representan un «antes y un después» para todo el país. No pretende que sea un memorial histórico, sino una conmemoración a que ese acto continúa repitiéndose en nuestra historia o bien, que no ha sido esclarecido, como por ejemplo, los feminicidios o la desaparición forzada.

La antimonumenta apela a mantener la alerta memoriosa y el reclamo social, su objetivo es dejar una huella en el espacio público e informar de lo que suceda; permanecen de pie hasta que se dé justicia a todos y cada uno de los casos, de ahí, su poder transgresor que incomoda a las cúpulas políticas, porque es un recordatorio que evoca a la memoria colectiva. En el caso de las antimonumentas feministas, también representa un punto de encuentro donde las mujeres pueden intervenir, colocar fotografías de sus seres queridos víctimas de violencia, hacer protesta y reunirse para hacer denuncia colectiva.