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03.01.2023 .-Oriente Medio podría sufrir un violento recrudecimiento del conflicto si no se encuentra una solución pacífica a la guerra de Gaza, advirtió el miércoles el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
En su intervención en un seminario diplomático en Lisboa organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Portugal, Borrell ha afirmado que “se están sembrando las semillas del odio”.
“Si esta tragedia no termina pronto, temo que todo Oriente Próximo se vea envuelto en llamas”, ha añadido.
Su dura advertencia se produce un día después de que Saleh al-Arouri, alto cargo de Hamás y segundo al mando de la organización, fuera asesinado en un ataque aéreo israelí en la capital libanesa, Beirut.
Israel no ha reivindicado la autoría del asesinato, pero un asesor del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado este miércoles que quienquiera que fuera el responsable había ejecutado un “ataque quirúrgico contra la cúpula de Hamás”.
El asesinato de al-Arouri, uno de los fundadores del ala militar de Hamás, en suelo libanés supone una importante amenaza de escalada regional que podría arrastrar al grupo militante libanés Hezbolá, aliado de Hamás y respaldado por Teherán.
Las crecientes tensiones en el Mar Rojo también avivan el temor a una escalada regional. Una serie de ataques a buques comerciales por parte del grupo de rebeles hutíes respaldado por Irán, que controla una parte de Yemen, ha llevado a Estados Unidos a desplegar una misión naval en la región.
El lunes, la Marina estadounidense mató a 10 militantes hutíes cuando intentaban sabotear un buque operado por daneses. Irán ha respondido desplazando un buque de guerra al Mar Rojo, lo que hace temer una nueva escalada.
La falta de unanimidad debilita a la UE
Durante el discurso inaugural del miércoles, Borrell también ha lamentado que la Unión Europea no hubiera sido capaz de ponerse de acuerdo unánimemente para pedir un alto el fuego humanitario en Gaza. Se calcula que más de 20.000 personas han perdido la vida en el conflicto que estalló tras el mortífero ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre.
“No hemos sido capaces en el Consejo Europeo de llegar a una posición unánime pidiendo un alto el fuego”, ha explicado Borrell. “Al contrario, nos hemos limitado a un acuerdo de mínimos, pidiendo pausas humanitarias y un aumento de la ayuda a las víctimas”.
“No hay una solución o posición unánime, y eso nos debilita (a la UE)”, ha añadido.
Una resolución de la Asamblea General de la ONU que pedía un alto el fuego humanitario en Gaza, votada en diciembre, obtuvo el respaldo de la mayoría de los 27 Estados miembros de la UE. Austria y la República Checa, aliados incondicionales de Israel, fueron los únicos países que votaron en contra de la resolución y han expresado sistemáticamente su temor a que un llamamiento conjunto de la UE en favor de un alto el fuego socave los esfuerzos israelíes por erradicar a Hamás.
La persistencia de la guerra ha hecho que los países se inclinen por pedir una mayor moderación, con un cambio importante en la retórica de naciones de la UE como Francia. Otros países, como Bélgica, España e Irlanda, han sido firmes defensores de un alto el fuego en Gaza desde las primeras fases del conflicto.
Borrell había sugerido anteriormente que una serie de pausas permanentes en las hostilidades debería “evolucionar” hacia un alto el fuego permanente en Gaza.
Comparando la firme postura y el sólido apoyo del bloque europeo a Kiev tras la invasión rusa de Ucrania, Borrell advirtió de que la acusación del doble rasero europeo estaba “tomando cuerpo”.
“La clara y firme posición europea sobre la guerra en Ucrania no es compartida por muchos países del mundo, que inmediatamente nos acusan de tener principios geométricamente desalineados, lo que llaman doble rasero”, ha dicho. “Y creo que, a menos que cerremos los ojos y los oídos, es difícil no enfrentarse a esta contradicción”, ha añadido.
Borrell también ha declarado que el hecho de que los países de la UE tengan que pedir constantemente a Israel que respete el derecho internacional humanitario en su asalto a la Franja de Gaza sugiere que no está actuando dentro de los límites de la ley.
Entretanto el pasado sábado el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, afirmó que Beirut podría enfrentar el mismo destino que Gaza si el movimiento terrorista proiraní Hezbolá, aliado de Hamás, arrastrase a Líbano a una guerra.
“Lo que podemos hacer en Gaza, también podemos hacerlo en Beirut”, declaró Gallant en la zona fronteriza con Líbano, donde desde el inicio de la guerra en Gaza se multiplican los duelos de artillería entre el ejército israelí y Hezbolá.
Agencias
