Álvaro Belín /2

Sin tacto

Por Sergio González Levet

Un grupo de jóvenes que hace 36 años nos metimos a la locura de hacer buen periodismo… Ayer me alcanzó para mencionar a los queridos reporteros de la redacción general, pero también participaron en aquel lúcido sueño, como aguerridos fotógrafos, Herminio Bravo -que igual se nos adelantó tempranamente- y Antonio Luna -convertido de buen artista gráfico en un excelente reportero al que mucho le debe la sección de noticias de RTV-.

También Rosaura Zorrilla (qepd) y Ana María González; juntas eran un torbellino que se adelantaba a nuestra velocidad juvenil. Y muchachos xalapeños de cepa, hoy convertidos en empresarios de bien, como Mauricio Cuevas Gayoso -tan querido y recordado en Xalapa, como todos los miembros de su familia-. Pedro Cabañas -seguro se acuerda, desde Puebla y desde la bonanza, de aquellos años felices- y Ramón Martínez -quien acaba de regresar al negocio de la gastronomía para alegrarle a los xalapeños el estómago y las ganas, en medio de la pandemia-.

Todos los mencionados ayer y hoy eran el universo de los amigos y compañeros de Álvaro Belín Andrade, y todos sufrimos como uno solo su muerte inesperada y tan tristemente definitiva.

Porque Belín era un hombre inteligente y por eso bueno y por eso divertido y por eso un gran profesional.

Su humor: siempre tenía la frase oportuna y esclarecedora que nos hacía reír; no era cáustico y ponía a trabajar tu cerebro, porque si no le entendías, terminabas cayendo en sus trampas de la fe.

Era y fue siempre un gran padre. Sus dos varones lo querían como se merecía, y él quería a sus hijos de la misma manera: siempre sin condiciones, nunca con medida. Muchos nos condolemos con ellos por su ausencia, y pedimos por que encuentren la resignación en este trance difícil.

Hay una veta que descuella en su carrera profesional tan exitosa: la de su paso por la Universidad Veracruzana. Fue el mejor reportero de la Coordinación de Comunicación Social con Orlando García Ortiz -otro enorme periodista veracruzano- como titular; tan bueno, que llegó a dirigir la comunicación universitaria a la salida de éste, y como era de esperarse tuvo logros inolvidables. Se recuerda el posicionamiento que logró del periódico Universo, su idea y su realización, como un verdadero medio de comunicación universitaria que a la fecha sigue existiendo.

En el ámbito nacional de las universidades públicas, Álvaro Belín fue el presidente de la asociación nacional de directores de comunicación universitaria y puso en alto el nombre de nuestra querida casa de estudios.

Seguramente la rectora Sarita Ladrón de Guevara ya prepara, junto con el doctor Raciel Martínez, otro gran amigo de Belín y su sucesor en la UV, el homenaje que se merece nuestro amigo ido.

Con la dolorosa partida de Álvaro se sigue yendo una época que revolucionó el ejercicio del periodismo en Veracruz, que lo trajo a la altura de los tiempos modernos y que lo adecentó, fundado en las mejores intenciones de informar y no engañar, de comunicar y no inventar.

Vean ustedes, todavía hay reporteros que tomaron el ejemplo de Álvaro Belín y no se dejaron comprar por el poder, por la corrupción. Por eso su nombre seguirá resonando.

Las musas lo inspiraron, no será olvidado…

 

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