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/Eduardo Sadot /
Esta semana se ha desarrollado una embestida contra la Suprema Corte, las instituciones democráticas de México como los organismos autónomos, periodistas y libertad de expresión ya sin miramientos y con el mayor cinismo se ha podido observar un fuera máscaras desde palacio nacional, diversas voces, desde los líderes de partidos de oposición encabezados por el del PRI Alejandro Moreno, también intelectuales, periodistas, empresarios, académicos, deportistas, legisladores, investigadores, todos a una han dejado ver su inconformidad, las voces de alerta han rebasado las fronteras nacionales, lo mismo en Estados Unidos que en Europa, en Naciones Unidas y por regiones, desde Europa, Asia y desde luego en América Latina dan voces de alerta de lo que está sucediendo en México, una dictadura autoritaria y tiránica que pretende perpetuarse en el gobierno.
Cínicamente también la candidata-títere de la dictadura ha dado a conocer un plan de gobierno que resultó ser una burda copia de los planteamientos de Hugo Chávez, un intento de reforma constitucional que llevaría a un retroceso de no menos de cincuenta años donde la economía, la democracia y el país difícilmente podrían recuperarse en cuatro generaciones, con el pretexto de un cambio que ha sido perversamente programado con limosnas a la parte del pueblo más ignorante – que no más pobre – ha sido comprado con dádivas, abusando de la gratitud de los humildes, actos de corrupción mañosamente manipulados por las autoridades encargadas de perseguir la corrupción, han dado muestras del rango de penetración del dictador que ha infundio pavor entres sus propios colaboradores, donde se ven líderes, antes beligerantes en favor de la justicia y la democracia, hoy se han exhibido patéticamente a favor de la desaparición de los organismos autónomos, aplaudidores como focas de la tiranía, teñidos de guinda, absolutamente ignorantes de la evolución de la administración pública hasta la creación de órganos autónomos, ignorantes también de la importancia de la división de poderes para un país democrático, pretenden meterlos a todos en procesos electoreros con la finalidad de alagar a su “encantador” sorprende o verdaderamente no, que alguien que supuestamente haya estudiado ciencias políticas y supuestamente conociera de administración pública, no supiera la evolución del INE – por ejemplo – desde ser parte de la administración pública federal hasta la consolidación de su autonomía, o la evolución de los derechos Humanos desde la secretaría de gobernación hasta la consolidación del ombudsman de la CNDH, o la consolidación del INEGI desde la secretaría de comercio primero y luego de economía, o cualquiera de los diez organismos autónomos surgidos del Poder Ejecutivo, los dos surgidos del poder Judicial y la Auditoria de la Federación surgida del Poder Legislativo, específicamente de la Cámara de Diputados, negar su aportación contra la corrupción no solo es ignorancia, sino perversamente una decisión que solo apunta a la consolidación de un régimen corrupto, mentiroso, traicionero, tiránico, dictatorial y totalitario con máscara de bondad populista cuya única razón – como se ha visto – es el enriquecimiento del gobernante y su familia, sino además – con excepción de la oligarquía militar, ni siquiera del resto del grupo en el poder.
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