/Agustín Basilio de la Vega./
Cuando se realiza una planeación estratégica mediante un ejercicio FODA, se suelen analizar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la familia, de una empresa, de una organización o incluso de un país, para establecer planes, estrategias y acciones tendientes a mejorar los próximos años el desarrollo de dicha institución o emprendimiento.
Tal parece que México no lo está haciendo pues se está deteriorando fuertemente la confianza tanto de inversionistas internos como externos para incrementar la inversión productiva nueva. En este 2025 los signos son graves y es posible que el “neashoring” (relocalización de empresas de nivel mundial en México) se convierta en una quimera o sueño.
En el primer año del gobierno de Sheinbaum ya se presentan señales graves de falta de crecimiento del producto interno bruto. La continuación del modelo económico impuesto por Amlo al país sólo ha servido para agravar la incertidumbre en el ambiente de negocios. Veamos tres aspectos, dos internos y uno externo:
La primera debilidad de México es la falta de certeza jurídica. El gobierno federal en lugar de mitigar esta “debilidad”, la ha empeorado con la reforma judicial y la del INFONAVIT, las cuales tienen como objetivo que el gobierno, por un lado, controle a los magistrados y jueces y, por el otro, use los recursos ahorrados por los trabajadores a lo largo de muchos años. Ambas reformas son errores graves pues dañan la confianza para invertir y ahorrar en el país.
La segunda debilidad es la inseguridad que seis años de “abrazos” a los delincuentes ha propiciado que proliferen las organizaciones criminales en muchos estados del país y que las fuerzas del orden pierdan confianza en sí mismas. Esta combinación de realidades ha hecho que se pierda el entusiasmo en emprendimientos pues delitos como el cobro de piso destruyen la capacidad emprendedora de muchas familias.
Las amenazas son externas y la más importante es el riesgo de perder los acuerdos comerciales con Canadá y los Estados Unidos. De ocurrir esto, es posible que México entre en una recesión que incrementaría aún más la pobreza de la mayoría de los mexicanos pues es difícil sustituir a socios tan importantes como nuestros vecinos del norte, ya que el principal atractivo de la región es la vecindad que ayuda a recortar las distancias.
Para evitar un derrumbe mayor de la economía mexicana es necesario atender estas dos debilidades y la amenaza mencionada: detener las reformas nocivas que minan la confianza, combatir la inseguridad y generar mejores condiciones para la certeza jurídica e institucional en México de tal manera que a pesar de los aranceles, el país sea un destino seguro para cualquier inversionista. Si no rectifica el gobierno, el futuro será de mayor incertidumbre y angustia para todos.
X @basilio de la Vega 10 de marzo de 2025