AMLO rechaza cualquier negociación en Reforma Judicial. No es necesario que Norma Piña renuncie, dice.

*Descarta la posibilidad de una reforma “descafeinada” como parte de una negociación.

02.07.2024. Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador rechazó una posible negociación sobre su reforma judicial a cambio de que Norma Piña renuncie a la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), reiterando que resulta inamovible que sea el pueblo quien elija a jueces, magistrados y ministros.

López Obrador replicó que “no hace falta que renuncie nadie, es nada más que continué el debate sobre la necesidad de la reforma, hacer un buen análisis, un buen diagnóstico. Ya nosotros presentamos una iniciativa”.

Así lo expresó AMLO luego de que de acuerdo con Reforma, representantes de la 4T lanzaron una ofensiva para destituir a Norma Piña, que encabezó la ministra Yasmín Esquivel, afín a la Cuarta Transformación y a AMLO, por lo que solicitó su renuncia en sesión privada del pleno de la Suprema Corte.

Esquivel argumento que para evitar una Reforma Judicial radical la Ministra Presidenta Norma Piña debe hacerse a un lado para que haya otro interlocutor en las negociaciones parlamentarias.

Respecto a la solicitud de la ministra Yasmin Esquivel, acusada de plagio de tesis, López Obrador dijo respetar las posturas de los ministros, como la de la ministra Esquivel que acusa a La Ministra Presidente de “no ser buena interlocutora”.

“Lo mejor es el método democrático, reiterando su propuesta de que jueces, magistrados y ministros sean electos a través del voto popular” (…)“lo más honroso de un servidor público y que les paguen por ello, es servir al país, al pueblo”, insistió AMLO.

El Ejecutivo felicitó a los integrantes del Poder Judicial por su actuar en los foros de la Reforma Judicial, y agregó que no hace falta que renuncie nadie -en clara alusión a Norma Piña-, “el cambio debe ser de conformidad con la Constitución”.

Según AMLO no tiene nada en contra de la “señora Piña”, pese a que tiene procedimientos que no comparte, dijo al descartar una negociación de su plan de reforma. “Una crisis se enfrenta con una reforma o transformación, no parchando”;

“Es que no hace falta que renuncie nadie, es nada más que continúe el debate sobre la necesidad de la reforma, hacer un buen análisis, un buen diagnóstico”.

“Ya nosotros presentamos una iniciativa de ley. Que se revise, que se vean los tiempos, los procedimientos que se deben de aplicar, que se fijen los tiempos para la elección y que se inicie el proceso con una convocatoria en donde puedan ya inscribirse los aspirantes de acuerdo a los requisitos”, reitero.

A pregunta expresa de su prensa enfatizó un no rotundo a negociar. “No, no, no, pero eso es del tiempo de la corrupción y del autoritarismo. No debe haber ese tipo de negociaciones(…) No, no, no, es que no es una concertacesión, como era la costumbre en la época de, ¿cómo se llama? Salinas. No, no, no, que sea de conformidad con la Constitución y de conformidad con la ley.

López Obrador descartó la posibilidad de una reforma “descafeinada” como parte de una negociación. “Sí, sí, sí, eso lo inventaron los centristas o la llamada izquierda moderna de Europa, el ‘socialismo descafeinado’ o ‘políticas descafeinadas’. No, no, no; qué descafeinadas ni qué nada. ¿Cómo? ¿Quién toma café descafeinado? No, de Pluma Hidalgo, el mejor café; no, de Yajalón y Chilón, y Coatepec”.

“El procedimiento está muy claro: el presidente, el titular del Ejecutivo tiene facultad para enviar al Congreso una reforma a la Constitución, ese es el procedimiento; ya la enviamos. Entonces el Congreso revisa, discute, analiza y aprueba, en su caso, las reformas; incluso modifica términos, pasa a comisiones, a las que correspondan, primero en una cámara, luego va al pleno, se vota; como se trata de reforma constitucional, se requiere mayoría calificada” explicó el Presidente.

“Después, pasa a la Cámara de Senadores, si es que se inicia en la Cámara de Diputados. Y es el mismo procedimiento, va también a comisiones y luego va al pleno, y ya luego se vota o se rechaza, es el Poder Legislativo. Y una vez que está aprobada, en su caso, pues ya se aplica”, puntualizó.

El mandatario federal añadió que pudiera ser que se requiera una ley secundaria, “y al aprobarse la ley secundaria ya vendrían ahí los requisitos, lo más específico, o también en la misma reforma constitucional se establecen los procedimientos, y ya se pone en práctica”.

Por lo que cuestionó que para que negociar. “Pero para qué negociar. O sea, a ver, ‘¿qué pasa si renuncio? ¿Podrían ustedes aceptar si yo renuncio —si dijera un ministro, una ministra—, podrían ustedes aceptar que nada más se eligieran a los ministros y no a los magistrados y a los jueces?’ No, no.

O ‘sí aceptamos, renunciamos o vamos a aprobar la reforma, pero que no dejemos nuestros cargos hasta dentro de tres años’. No, que lo decida la legislatura y luego que lo decida el pueblo.

Pero, la verdad, van bien en el Poder Judicial. Y no es una cosa en contra de la señora Piña. Ella llega ahí; desde luego, tiene procedimientos que uno no puede aceptar o compartir, pero no sólo es ella, es una crisis del Poder Judicial.

El primer mandatario recordó que el expresidente Ernesto Zedillo negoció con los ministros y les dio pensión vitalicia, al tiempo que expresó que esas prácticas no deben continuar.

¿Qué hizo el presidente Zedillo?

Quitó a los ministros; claro, negociado —eso se podría, nada más que no debe seguirse con estas prácticas, eso no ayuda— negociado porque a todos les dio su pensión vitalicia, bono y todo, bien atendidos, y él puso a los nuevos, ¿y qué se resolvió? Nada.

Insistió en que los ministros, magistrados y jueces no tienen nada que temer.”Y si van a participar los jueces que están actualmente y han hecho una buena labor, pues no tienen nada que temer; al contrario, van a ser buenos candidatos. Y lo mismo los magistrados y lo mismo los ministros” y volvió arremeter contra quienes han expredao autonomía en sus hechos y dichos.

“También, ojalá y se comprenda que los que no han actuado con rectitud y se han dejado dominar por la ambición al dinero y han actuado a favor de los grupos de intereses creados, de la delincuencia organizada, de la delincuencia de cuello blanco, pues que no se sientan ofendidos si no los eligen, porque el pueblo no es masoquista. El pueblo quiere que se siga limpiando la vida pública, que se siga purificando la vida pública, que logremos vivir en una sociedad mejor. Desterrar, esa es la palabra, desterrar la corrupción.

“Que el que quiera hacer dinero que no esté en el servicio público. Tiene todo el derecho de hacer negocios lícitos en el sector privado, pero el sector público es para servir. Los únicos negocios que deben interesar a los funcionarios públicos son los negocios públicos. Es muy honroso, es lo más humano que puede haber, ayudar al prójimo, servir a los demás. Y si por hacer esa labor, esa misión, nos pagan, todavía nos pagan, pues debemos de estar satisfechos y hacer con alegría nuestro trabajo. Y ser responsables, y cada vez mejores”, sentenció Lopez Obrador.

Y Advirtió: “Y nunca olvidar quién es el que nos manda, a quién le debemos nuestro cargo, nuestro encargo; quién es el soberano; no es el rey, el soberano es el pueblo en una república democrática”, repitió.