El presidente Andrés Manuel López Obrador, respaldó el beneficio de la prisión domiciliaria otorgada por un juez al ex líder del Cártel de Guadalajara, Miguel Ángel Félix Gallardo, el pasado 12 de septiembre.
Desde su conferencia matutina, el mandatario mexicano avaló el deteriorado estado de salud que tenía el Jefe de Jefes, asegurando que no se le puede dar continuidad a su tratamiento desde el Penal de Puente Grande, Jalisco.
“El señor verdaderamente está mal de salud. Tiene muchas enfermedades. Está mal y no puede ser atendido en el reclusorio. Tiene que ser atendido en una casa con su familia”.
Fue en agosto del 2021 cuando el fundador del Cártel de Guadalajara junto a Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo se mostró visiblemente deteriorado en una entrevista desde la cárcel ante las cámaras de la cadena, Telemundo.
“Mi salud está pésima (…) No tengo pronóstico de vida alguno”, expresó Gallardo, a quien se le observó en una silla de ruedas, apoyado momentáneamente de un tanque de oxígeno por una fuerte neumonía, “completamente” ciego de un ojo y sordo de un oído.
En ese tenor – y ante el dictamen de prisión domiciliaria – López Obrador declaró haber recibido el análisis médico de Félix Gallardo, el cual, dijo, le resultó convincente para avalar que el Jefe de Jefes necesitaba recibir tratamiento fuera del penal.
“El informe que me presentaron sobre su estado de salud me convenció de que sí necesita un tratamiento que no puede dar en el reclusorio. Son muchas enfermedades”, destacó el tabasqueño desde Palacio Nacional, donde, además, aclaró que la resolución no implica la liberación del capo.
“Tiene que estar atendido en una casa con su familia. Va a estar preso. Tienen que aceptar el portar un brazalete aún estando enfermo. Pero que se le dé la oportunidad de ser atendido ya en una situación de salud bastante delicada”, subrayó.
Cabe recordar que la Fiscalía General de la República (FGR) impugnó la resolución que le concedía a Félix Gallardo la prisión domiciliaria; esto, tan sólo unas horas después de la resolución del juez,
Ante ello, el Jefe de Jefes deberá permanecer en Puente Grande en lo que se turna el recurso a un Tribunal para establecer si la decisión fue apegada o no a derecho y si esta se mantiene, se modifica o se revoca.
Cuestionado por la posibilidad que solicite al órgano, presidido por su cercano Alejandro Gertz Manero, desistir de la apelación, López Obrador declaró desconocer el proceso jurídico. No obstante, insistió en la necesidad de Gallardo de recibir el tratamiento a extramuros del Penal.
A ello, el Jefe del Ejecutivo adelantó que Rosa Icela Rodríguez, Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), presentará los análisis médicos que respaldaron la decisión del juez.
Félix Gallardo lleva encarcelado desde 1989 por el asesinato del ex agente de la DEA, Enrique Kiki Camarena, pero no recibió condena hasta 2017, cuando se le impusieron 37 años de prisión, aunados a los 40 recibidos por tráfico de armas y acopio de armas.