• Se debe considerar, en todas las decisiones de índole legal o jurídica, las medidas concernientes al interés superior de la niñez.
Las niñas, niños y adolescentes son el futuro de toda sociedad, hacer prevalecer sus derechos y sus garantías, es una obligación inherente de cualquier ser humano, y más cuando se trata de un representante de pueblo, dijo la candidata a diputada local por el distrito de Xalapa Rural, Ana Miriam Ferráez Centeno, durante su recorrido de este día por las colonias Álvaro Obregón, Sexta de Juárez y Belisario Domínguez.
El principio del interés superior de las niñas, niños y adolescentes, debe ser reconocido por todas las leyes federales y estatales, procurando su protección y su bienestar ante cualquier decisión legal que pudiera afectar sus intereses, señaló la candidata morenista, por lo que legislar en la materia, se convierte en una obligación moral para hacer prevalecer sus garantías y bienestar.
“La sociedad, comunidad, familia o personas que, por cualquier circunstancia, deban tomar decisiones o realizar actos que afecten al ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes, están obligadas a considerar primordialmente el interés superior del niño en la realización de sus actos, debiendo respetar sus derechos”, señaló.
Con este propósito, dijo Ferráez Centeno, presentó ante Pleno hace más de un año, un propuesta para reformar diversas disposiciones del Código Civil, de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y del Código Penal, a fin de que se contemple que las controversias judiciales del orden civil, una resolución conforme a la letra de la ley o a su interpretación jurídica, siempre atendiendo al interés superior del niño.
Abundó, que el objetivo de salvaguardar el interés superior del niño consiste en garantizar el disfrute pleno y efectivo de todos los derechos de las niñas, niños y adolescentes y su desarrollo integral, lo que implica el actuar de autoridades, sociedad, comunidad y familia.
Defendió que niñas, niños y adolescentes tienen derecho de participar y ser escuchados y tomados en cuenta en los asuntos de su interés, conforme a su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y madurez, en los ámbitos familiar, escolar, social, comunitario o cualquier otro en que se desenvuelvan, así como en los procesos judiciales, administrativos u otros donde se tomen decisiones que les afecten.
El propósito con estas acciones, agregó, es procurar que en todo momento exista el bienestar de las personas menores de edad, para que cuenten con la garantía de sus derechos, además de ser libres de cualquier violencia o carencia que pudiera limitar su desarrollo físico o emocional, sostuvo.
“Es un gran reto asegurar que todas las niñas y niños puedan gozar de sus derechos, principalmente de aquellos que hoy se encuentran en alguna desventaja; sin embargo debemos continuar trabajando y seguir consolidando avances en materia legislativa para afianzar su futuro y desarrollo”, concluyó.
