Ann Hodges y su encuentro con el cosmos .

*Los asuntos de Víctor Hal Díaz

El 30 de noviembre de 1954 en Alabama, una mujer llamada Ann Hodges vivió lo que muchos considerarían el encuentro más improbable con el cosmos.

Estaba en su hogar, en su sofá, descansando en su sala de estar, cuando, a eso de las 2:00 de la tarde, un fenómeno sorprendente ocurrió.

Un meteorito, una piedra espacial de aproximadamente 4.5 kilogramos, atravesó la atmósfera de la Tierra y, con una velocidad fulgurante, impactó en la casa de Ann.

El meteorito se estrelló contra el techo de su hogar, lo atravesó y terminó golpeando el costado de Ann, quien en ese momento se encontraba descansando. La roca le causó un moretón en su cadera, pero, por suerte, no sufrió daños más graves.

Este acontecimiento la convirtió en la única persona conocida en la historia que ha sido impactada por un meteorito y sobrevivido al evento.

En su caso, el meteorito no solo aterrizó en su casa, sino que literalmente le cayó encima, convirtiéndola en un testimonio extraordinario de cómo los eventos más improbables pueden ocurrir en la vida cotidiana.

Tras el incidente, Ann y su esposo, Eugene, intentaron que la roca fuera devuelta a ellos, pero las autoridades y otros interesados en el meteorito también querían estudiarlo.

Finalmente, la piedra fue vendida a un museo, y el impacto se convirtió en un caso histórico de la ciencia y un recuerdo de cómo la casualidad puede ser tan asombrosa y aterradora a la vez.

Este raro evento subraya la fragilidad de la vida humana frente al vasto e impredecible universo, y cómo un objeto de otro mundo, que viaja millones de años por el espacio, puede llegar a cambiar la vida de alguien en un instante.