¡Antes muerta que sencilla!

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/Por Laura Coronado Contreras*/

María Félix decía que “a un hombre hay que llorarle tres días y, al cuarto, te pones tacones y ropa nueva”. ¿Cuál es el efecto que la ropa tiene sobre las mujeres? ¿El vernos bien es un aprendizaje desde pequeñas o una forma de expresar nuestra personalidad de mayores? ¿Víctimas de estándares de belleza? ¿Dueñas de nuestra imagen?

Hace una década, el conductor australiano, Karl Stefanovic, realizó un experimento para demostrar cómo observamos más la ropa de las mujeres frente a la de los hombres. Durante un año, vistió el mismo traje y sólo cambiaba su camisa y corbatas. Su copresentadora, Lisa Wikilson recibía regularmente mensajes sobre su vestuario. ¿Por qué los comentarios sobre él versaban sobre su desempeño o sentido del humor, pero nadie se manifestaba por su aspecto? Curiosamente, muchas de las críticas provenían de las mismas mujeres ¿Falta de sororidad? ¿Juezas de la moda? ¿Nos fijamos menos en la vestimenta de ellos porque tienen menos versatilidad en sus opciones?

Modelos de negocios como el fast fashion y ultra fast fashion han hecho resurgir aún más el debate: ¿es una manera de vernos y sentirnos mejor o es un reflejo más de discriminación?

En México, el segmento de ropa para dama, zapatos y otros productos de moda sigue creciendo: de 55% de 2019 a 65% en 2023. Si las mujeres jóvenes ahora son mucho más conscientes de los temas de igualdad y, a la vez, son las principales consumidoras ¿considerarán que la moda es un medio de opresión cuando ellas son las que realizan 80% de las compras?

Las marcas masivas como Zara, H&M o Mango ofrecen “las últimas tendencias” a precios relativamente accesibles, pero la llegada de las empresas chinas Shein y Temu a nuestro país ha acrecentado las compras electrónicas dando lugar al llamado “boom del e-fashion”. El crecimiento no es menor si consideramos que México se encuentra dentro de los cinco países con mayores ventas a nivel global de Shein, o bien, que en 2023, Temu alcanzó 18 millones de usuarios.

Las abuelas nos decían: “como te ven, te tratan” y durante años hemos luchado por romper directrices discriminatorias para la contratación o el ingreso a ciertos lugares. Sin embargo, ¿cómo nos tratamos a nosotras mismas a partir de cómo nos vemos? Estudios de distintas universidades como la de Hertfordshire o la de Bakú, han demostrado que la autoestima y la confianza personal tienen efectos positivos a partir de que las mujeres se percibían “cómodas y felices con su imagen” al considerar a su ropa como una “herramienta de autoexpresión”.

Más allá de las críticas medioambientales o las condiciones laborales que pueden mejorar, el e-fashion puede ser un motor para que más mujeres encuentren su voz a través de la moda con una enorme oferta, precios de todo tipo y abriendo espacios para que no se siga un solo canon de la moda. Coco Chanel decía que “la belleza comienza en el momento en que decides ser tú misma”. Ahora la moda tiene menos reglas y han disminuido o se han relajado los espacios en donde se solicita “una etiqueta”.

Gloria Trevi en una de sus melodías dice: “me vestí de reina, me puse tacones, me pinté y era bella… tus cadenas ya no pueden pararme, y miré a la noche, ya no era oscura, era de lentejuelas”. Las mexicanas, ahora contamos con una mayor independencia económica y podemos decidir aún más sobre nuestro aspecto ya que la gama de posibilidades aumenta cada día. ¿La moda es un símbolo de empoderamiento?

*Catedrática de la Facultad de Estudios Globales de la Universidad Anáhuac México

X: @soylaucoronado