*Ya conoces la importancia de usar cubrebocas. Sin embargo, limpiarlo también es vital. Te damos algunos consejos para darle el cuidado que necesita
/Redacción/
México. 04 agosto 2020.- Las mascarillas son un elemento que ha llegado para quedarse, al menos por el resto del año. Y es que muchos lugares como empresas o lugares públicos tienen como regla el uso de las mascarillas de manera obligatoria. Con el uso constante, las mascarillas también deben lavarse sin importar el material. Te damos algunos consejos para limpiarlos correctamente, y también te decimos cómo proteger tu cara.
Primero es importante que consideres tener al menos dos mascarillas, para usar una mientras la otra se lava. Recuerda que, antes de quitarte el cubrebocas debes lavarte las manos o usar desinfectante a base de alcohol que contenga al menos 60% de alcohol. Las mascarillas deben lavarse todos los días, cada vez que las uses, con el fin de reducir el riesgo de propagación del coronavirus u otros gérmenes.
Si tu cubrebocas tiene filtros, quítalos y deséchalos. Dobla la máscara y colócala directamente en la ropa o en una bolsa desechable o funda para lavar (esto ayuda a que el resorte no se desgaste). Después vuelve a lavar tus manos. Si el gel anti-bacterial te es incómodo, puedes optar por un spray 60% alcohol.
Las máscaras quirúrgicas desechables, como las azules, no se pueden lavar tanto, ya que la tela se va desgastando y pierde su función. Lo ideal será desecharlas cuando estén visiblemente sucias o dañadas.
Algunas personas prefieren utilizar paliacates y máscaras de tela. Estas se pueden lavar en la ropa normal con agua caliente. Después de lavarlas, mételas a la secadora o cuélgalas en un lugar con techo. Considera usar un detergente hipoalergénico.
Visita la página Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos , (EPA por sus siglas en inglés) para verificar el listado de desinfectantes más efectivos y registrados de manera oficial.
También puedes lavar tus cubrebocas a mano con agua caliente y jabón neutro. Frota la máscara durante al menos 20 segundos y sécala a temperatura alta, si es de algodón. Una vez que esté seca y limpia, guárdala en una bolsa de tela limpia o papel para evitar que se ensucien con otros elementos.