Archivo inédito revela nuevas facetas de Rosario Castellanos.

*Exposición por su centenario en San Ildefonso.

/ Roberto Frías / Cultura UNAM /

“La escritora de niña (ca. 1929), Comitán, Chiapas. Foto: cortesía Gabriel Guerra Castellanos”.

23.04.2025 Ciudad de México.- Hace unos días, Gabriel Guerra Castellanos, hijo de la autora de Oficio de tinieblas, dijo que de todos los objetos y documentos de su madre que dio en préstamo para la exposición Un cielo sin fronteras. Rosario Castellanos: archivo inédito, el que prefería era la máquina de escribir en la que ella creaba literatura cuando volvía de su trabajo en la Embajada de México en Israel.

La apertura de la muestra, que permanecerá abierta al público del 24 de abril al 25 de junio en el Colegio de San Ildefonso, se adelanta al centenario del natalicio de la autora (25 de mayo), convirtiéndose, de hecho, en el pistoletazo de salida de los festejos conmemorativos.

Como parte de la exposición, figurará la mencionada máquina de escribir, así como fotografías de Rosario niña y adolescente, de su hermano Mario Benjamín, prematuramente fallecido, de Herlinda Bolaños, nana de Gabriel y que tanto le ayudó a Rosario para poder escribir, además de credenciales escolares, pasaportes, lentes, y muchos otros objetos. Merece mención, por ejemplo, una credencial que da cuenta de que la escritora llegó a la Ciudad de México en 1939, y no en 1941, como se solía acotar en sus biografías, un hallazgo importante.

Forman todos estos objetos un universo expositivo que gira alrededor de la figura de la autora chiapaneca, pero no se queda en mero inventario de pertenencias y de nostalgias. “No queríamos que fueran solamente objetos y documentos deshilvanados, sino que el hilo conductor fuera la obra de Rosario. Que hubiera citas de Balún Canán, de su poesía, de Cartas a Ricardo, de una entrevista. Y luego, ya como apuntalando alrededor, voces de otras personas, con citas, como la de Dolores Castro, que fue muy amiga suya; Emmanuel Carballo, el crítico literario; Diana del Ángel, especialista actual en su obra”, destacó Julia Santibáñez, directora de Literatura y Fomento a la Lectura de la UNAM y coordinadora general de la muestra.

De esta manera, Un cielo sin fronteras (título que proviene de un verso de Castellanos) relacionará los objetos con la obra y la persona, con sus principales intereses, como lo fueron el feminismo y la condición de los pueblos originarios de México, y con las opiniones críticas y personales de otras personas, poniendo en una nueva perspectiva, inusitada, a la escritora chiapaneca.

Julia Santibáñez relató que la iniciativa surgió de una conversación con Gabriel Guerra, quien confesó tener varias cajas con pertenencias de su madre que no se habían abierto en años. Una vez abiertas (“hay joyas absolutas”, fueron las palabras textuales de Guerra para describirle los contenidos a Santibáñez), se decidió que la importancia de los objetos ameritaba un rescate y un homenaje, del cual la exposición es parte.

En el proceso de selección de los documentos y objetos colaboraron, además de Gabriel Guerra, personal de las instituciones participantes: la Dirección de Literatura y Fomento a la Lectura y su Cátedra Extraordinaria Rosario Castellanos de Literatura y Géneros, el Colegio de San Ildefonso, la Dirección de Publicaciones y Fomento Editorial y el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, siendo Literatura la que diseñó el discurso literario que guiaría la muestra.

¿Cuál es entonces la significación de este “archivo inédito” de Rosario Castellanos? En palabras de Santibáñez, además de que nadie ha visto lo que contiene y que se trata de objetos que la escritora atesoró, que fue conservando a lo largo de su vida y que para ella tenían un sentido especial, nos muestran una nueva visión de la autora. Nos revelan a otra Rosario.

“Me parece que muestra una Rosario que no es muy conocida. Hay una Rosario muy vital, divertida, irónica a morir, que con los años fue construyéndose, ella misma lo dice, ‘necesito un ambiente propicio para estar bien’”, señaló.

La exposición, además se sitúa de manera muy coyuntural y conveniente en el contexto de la Fiesta del Libro y la Rosa y el Día Internacional del Libro.