- Números Rojos .
/ Brenda Caballero /
Ha sido víctima de misoginia, le han puesto muchas trabas, le han hecho memes, le han echado periodicazos y no, no hablo de Rocío Nahle, sino de otra mujer a la que incluso, la han juzgado por su estado civil: divorciada. Es Arely Bonilla Pérez, aspirante a la
candidatura por Morena a la Presidencia Municipal de Coatepec.
Una mujer muy bien arreglada, muy bien cuidado sus atuendos, todo en su lugar, y hasta eso parece que a sus contrincantes les molesta, cuando ello no hace ni más ni menos a la persona, tan es así que todo mundo que se acerca a ella, se refiere con un simple “Arely”
al que ella responde siempre con una sonrisa.
No es la primera vez que participa en una contienda electoral y aunque la han etiquetado en un partido y en otro, la verdad es que nunca se ha afiliado a ninguno… ni en Morena… prefiere el carácter de Candidata Ciudadana…
Y aunque no milita en Morena, es afín a una de las máximas de la Cuarta Transformación: Primero los Pobres.
Ya es una quinceañera en estos menesteres de la política, tiempo que lleva recorriendo no sólo el municipio cafetalero, sino también el distrito, aunque primero lo empezó con una asociación civil: Asistencia, Bienestar y Progreso, como una forma de ayudar a quienes
menos tienen y después, los partidos políticos le pusieron el ojo encima.
Por supuesto que su incorporación a la política ha estado rodeada de ataques machistas de hombres y mujeres, descalificaciones, agresiones en los medios y hasta en la misma función pública… Quizás por eso se identifica con la gobernadora Rocío Nahle quien también
fue víctima de embates burdos tanto al interior de su partido como parte de la oposición.
Y aunque muchos critican hasta su apariencia, ella es muy amiguera, le gusta convivir con la gente, en las fiestas patronales y si se puede, hasta amadrina niños… tiene seis ahijados.
A lo largo de estos quince años de recorrido político, recuerda que alguna ocasión, en la localidad de San Alfonso, salió llorando por un bebé que necesitaba una sonda… la mandó a comprar. Esos escenarios la asientan en la tierra y entiende el dolor de un padre
o una madre ante esas condiciones porque Arely sabe de ese amor en Goretti y Mía, sus hijas.
Muy al contrario de lo que se piensa, a la gente poco le importa si estás divorciada o no, pero en el mundo político hay quienes te quieren estigmatizar por eso, por “no tener familia” como si fuera un impedimento para participar. Y sí, sí tiene familia: Sus hijas, sus padres Roberto y Yasmín, y con su respaldo, tiene más que suficiente.
En la antesala de un nuevo proceso electoral, pareciera que las cosas no han cambiado mucho para ella… aún es víctima de bloqueos y es que sabe, porque conoce su municipio, que son muchos intereses que se juegan en una elección, y a ella le gustaría que le hablaran claro y le dijeran “sabes, me estorbas”, pero considera injusto que vengan personas que no conozcan Coatepec, que no tengan ese trabajo que al menos ella trae de años, y quieran ponerse etiquetas como “yo soy el candidato porque soy el de la gobernadora”.
Contrario a ésos, a Arely le mueve un lema que dice: “Primero los pobres; a Arely le mueve volver a Coatepec un Pueblo Mágico de a deveras, y es que se vive un rezago de 20 años. Arely no anda prometiendo puestos, sino quiere dar propuestas en su momento; y tiene en
claro que no basta la marca para ganar y menos en Coatepec… la gente se va más por la persona. Además, es tiempo de mujeres y aquí se trata de luchar por Coatepec, no de derrotarlo.
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