*Escrito por Arantza Díaz.
10.10.2024/Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- Bajo el lema: ¡No somos sus mujeres indígenas!, personas de las comunidades O´dam, Wixárika y Naáyeri han denunciado la complicidad entre el Gobierno de México, la Embajada de México en Francia, el DIF Durango y el Ayuntamiento de Tepehuanes para ejercer extractivismo; una acción de apropiación de las obras textiles y ancestrales de mujeres artesanas.
Durante la Semana de la Moda en Paris, (septiembre 2024) el diseñador Eduardo Estrada presentó «Mujeres tepehuanas en París», cuyo objetivo era «llevar al mundo a nuestras mujeres tepehuanas, inspirados en su vestimenta típica, sus bordados, el trabajo artesanal y la cosmovisión de la etnia duranguense».
La idea de presentar en plural «nuestras» desdibuja la idea de autonomía; las mujeres tepehuanas no pertenecen y su cuerpo-territorio no es de un «nosotros».
Paralelamente, el discurso folkloriza a la comunidad; una visión colonial que consiste en mirar desde la otredad a las mujeres tepehuanas a fin de satisfacer la necesidad cultural, textil o artística. Todo, con el objetivo de entretener o lucrar exaltando las cualidades de la población; folklorizar es un acto manifiesto de racismo.
Esto último, lo ataja el posicionamiento de las comunidades:
«Esta no es la primera vez que nuestros conocimientos, trabajo y prácticas culturales, sociales y ancestrales son utilizadas con un fin comercial, exotizante y folklorista por personas ajenas a nuestras comunidades, haciéndonos una mercancía sin significado, sin la visión y sin el sentir del conocimiento colectivo»
El Centro de Estudios y Asesoría para Pueblos Indígenas Durango refiere que además de ejercer este extractivismo, también se habla del profundo desconocimiento que se tiene sobre las comunidades, pues la cultura O´dam no habita en Tepehuanes, es decir, no hay como tal un «las mujeres tepehuanas», pues esta comunidad habita, de hecho, en los municipios de Mezquital, Pueblo Nuevo y Súchil.
En conferencia de prensa, se señaló que se han registrado 20 ocasiones en los últimos 12 años en los que el Estado de Durango y la industria de la moda han cometido apropiación cultural.
Se ha referido que los diseñadores Eduardo Estrada y Tito Ávalos han ejercido esta práctica desde hace casi dos décadas en total impunidad y con la complicidad de los exgobernadores de Durango, Jorge Herrera Caldera, José Rosas Aispuro y el actual gobernador, Esteban Villegas Villareal.
Entre el Centro de Estudios y Asesoría para Pueblos Indígenas de Durango y la Unión de Profesionistas Indígenas de Nayarit A.C, han rastreado los siguientes proyectos que cometen apropiación cultural desde hace más de una década:
- Diseño «Misticismo huichol» presentado en Nuestra Belleza 2012 y 2016 con «las fotografías de fantasía»
- Campaña Nacional de Turismo, 4 de julio 2014
- Muestra de trajes típicos en la Feria Nacional de Durango, 1 de agosto del 2014
- Primera Gala Cultural en el Centro de Convenciones de Durango y muestra «Muñecas tepehuanas», 5 de septiembre del 2014
- Tianguis Gastronómico Latinoamericano, noviembre 2014
- Feria Nacional de Zacatecas, septiembre 2015
- Encuentro Nacional de Turismo y Cultura, julio 2016
- Miss USA Latino, Kansas City, julio de 2016
- Representación de México en España, verano 2016
- Homenaje Francisco Villa, junio 2017
- Latin Fashion Week, Colorado, agosto 2019
- 6th Annual FDLA Latam Art Exhibition and Fashion Showcase, Miami, Florida, diciembre del 2023
«Nos resulta sumamente preocupante que estos proyectos de extractivismo sean apoyados por el gobierno en sus tres niveles. Nos hace preguntarnos si, siendo funcionarios públicos, ¿desconocen las leyes que rigen este país? ¿Cómo podemos confiar que son personas capacitadas para los puestos que ocupan? (Ricardo Orozco, del CEAPI, Durango en conferencia de prensa)
De delitos y la reparación del daño
Ante la colusión que ya ha sido evidenciada por parte de estas colectivas, resulta fundamental señalar que estas acciones que han denunciado están alienadas en el artículo 74 de la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, que contemplan que se comete el delito de apropiación indebida la persona que, por cualquier medio, se ostente como propietaria, autora, creadora o descubridora de algún elemento del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas.
Concretamente, este artículo refiere:
«El delito se configurará aunque se alegue que la creación o autoría fue inspirada en las manifestaciones culturales de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, si éstas mantienen una alta similitud aún en grado de confusión, y se hizo sin consentimiento libre, previo e informado”.
En este sentido, resulta preocupante que, si la agenda política se conduce colocando los derechos de las mujeres y comunidades indígenas al centro, el extractivismo y la mirada colonial continúe siendo una constante de violencia, una herramienta de control y usurpación sobre el trabajo de las mujeres artesanas.
Consecuentemente, resulta necesario apuntar a que, más allá de la legislación que estipula textualmente la penalización de este delito, es urgente que se realicen acciones contundentes pues es cuestionable el papel del Estado de Durango que, desde hace más de 10 años cuenta con información documentada del extractivismo que ejerce la industria de la moda sobre las mujeres O´dam y Wixárikas.
«(Se trata de) Alzar la voz por cualquier medio en el que nos puedan escuchar, enfatizar que se lleven a cabo las sanciones respectivas a estos agendes extractivistas que nos violentan a las mujeres indígenas, a nuestro patrimonio cultural, material e intangible de quienes habitamos los pueblos originarios. Por medio de ellas, les digo que seguiremos de pie contra todo tipo de extractivismo del que las mujeres hemos sido víctimas, (ellos) nos convierten en objetos de estudio y de usurpaciones, donde los beneficiarios no somos nosotras, sino esos extractivistas que nos saquean de manera intelectual» (Iyari, de la Unión de Profesionistas Indígenas de Nayarit A.C, en conferencia de prensa)
Un total de 161 colectivas, personas civiles, mujeres artesanas, maestras, tejedoras y otros profesionales han exigido la reparación de este hecho a través de las siguientes acciones:
-Disculpas públicas y reparación del daño por cada una de las personas, iniciativas privadas e instancias gubernamentales involucradas
-La reparación del daño será decidida entre las autoridades y los pueblos creadores. Las y los infractores no podrán tener ningún tipo de participación, ni toma de decisiones.
-Creación de un mecanismo de atención para este tipo de delitos y que esté al alcance de todas y todos
-Compromiso de todos los órdenes de gobierno para eliminar toda práctica actual y futura que atente contra el patrimonio cultural
-Todo funcionario público debe asesorarse y educarse respecto a las leyes aplicables sobre las comunidades indígenas
-Pronta atención a las denuncias hechas en contra del Hospital Integral La Guajolota, Mezquital en Durango. Carece de infraestructura y el personal es negligente con las personas de comunidades indígenas.
¡No somos sus mujeres tepehuanas!, no somos sus mujeres indígenas!, ¡no somos su patrimonio!, ¡no somos su fuente de inspiración! Somos pueblos habitantes de estos territorios antes de la colonización, No estamos dispuestas a callarnos más frente a la violencia, extractivismo, objetivización y folklorización histórica constante de nuestras vidas. (CEAPI, Durango)