Atletas mexicanas rompen brechas. Serán mayoría en delegación olímpica de París 2024.

  • Escrito por Arantza Díaz .

20.07.2024. Ciudad de México.- Próximo a cumplirse 47 años del natalicio de Soraya Jiménez y los Juegos Olímpicos Francia 2024, se recuerda que el paso de las mujeres por este tipo de competencias no siempre ha sido sencillo y es que, desde el momento en que la atleta mexicana ganó la primera medalla de oro femenina en la historia de nuestro país, hasta la fecha, el esfuerzo por ir cerrando la brecha de género olímpica no ha parado, tan es así, que hoy conforman el 58% de la delegación olímpica mexicana.

Aunque México haya cerrado una brecha de participación en estas pruebas masculinizadas, es necesario reconocer a mujeres como Soraya Jiménez, quien, con su fuerza y trabajo, apareció como un chispazo para darle en el hígado al machismo de la sociedad mexicana de principios del milenio.

La medalla de oro que se colgó en Sidney 2000, rompió el paradigma que intentaba ridiculizar y minimizar la participación de las mujeres en deportes mayormente masculinos; Soraya Jiménez forma parte de la genealogía de atletas femeninas que son fuente inagotable de inspiración.

El que hoy, las mujeres sean mayoría en la delegación olímpica mexicana, es un fenómeno es histórico y ya se venía anunciando desde hace un par de años, pues las mujeres comenzaron a ocupar espacios clasificatorios con mayor incidencia, hasta finalmente, lograr la mayoría representativa.

En Tokio 2020, por ejemplo, 65 mexicanas perfilaron para la justa veraniega, sin embargo, no lograron la paridad al representar el 40% de la delegación olímpica. Eso sí, el resultado de la preparación, clasificación y representatividad terminó por madurar y esta edición, las atletas femeninas cargan con el peso de llevar a México al podio.

Las y los atletas competirán en 27 deportes, donde las mujeres no solo van para pelear una medalla en disciplinas comúnmente relacionadas al género como la gimnasia o el nado, pues en esta justa deportiva, las mujeres tienen una fuerte presencia en deportes de fuerza, combate y precisión:

Boxeo: Fátima Patricia Herrera Álvarez y Citlalli Vanessa Ortiz
Judo: Paulina Lizbeth Martínez Claro y Prisca Guadalupe Awiti Alcaraz (únicas atletas en competir en este deporte)
Taekwondo: Daniela Paola Souza Naranjo
Tiro con arco: Alejandra Valencia, Ángela Ruiz Rosales, Ana Paula Vázquez Flores
Tiro deportivo: Gabriela Guadalupe Rodríguez Garza
Halterofilia: Janeth Gómez Valdivia, (única atleta en competir en este deporte en la categoría 59 kilos)

Fuente: CONADE vía X

Uno de los sistemas de dominación primarios, es que tanto hombres como mujeres son socializados desde la infancia para adaptar actitudes, intereses y posturas atribuidas con un género determinado.

Le hegemonía masculina es algo arraigado y que tiene como requisito indispensable la demostración de la fuerza y la competitividad bajo el discurso de dominación – subordinación (de otros hombres y por supuesto de mujeres).

Esto último lo sustenta la Red Iberoamericana de Masculinidades en «Masculinidad y violencia: aproximaciones desde el universo del deporte«, donde se señala que las competencias deportivas buscan medir y comparar las actuaciones del cuerpo humano, un espectáculo dividido por sexos.

La pasividad y la delicadeza pertenece al terreno de las mujeres, mientras que toda aquella demostración de fuerza, violencia, potencia y combate, corresponde por excelencia a la hegemonía masculina.

Con esto, resulta incómodo que sean las mujeres quienes representen estas características; no son lo suficientemente fuertes, poderosas o precisas para dar un buen espectáculo.

«Resulta lógico entonces que en aquellas mujeres que participan de este espacio, la sociedad «incorpore» a sus vidas esos códigos y patrones conductuales masculinos, ante la supuesta imposibilidad de colegiar su femineidad en ese mundo, inclusive esas que practican muchas de sus disciplinas, calificadas como violentas e hipermasculinizadas, van a parar mayoritariamente a ese banco de acusadas de varoniles» (Red Iberoamericana de Masculinidades)

Fuente: CONADE vía X

 

Soraya Jiménez: La primera medalla de oro femenina fue por halterofilia

«Las pesas no son un deporte apto para las mujeres«, señaló Víctor Ayola, presidente de la Federación Mexicana de Levantamiento de Pesas para el Excelsior en el 2000 y es que la Federación consideraba que Soraya Jiménez no contaba con la fuerza suficiente para competir y, además, su asistencia se consideraba como un gasto inútil, pues resultaba excesivamente alto para la institución (2 mil dólares).
Fue con ayuda de su padre y de su trabajo, que Soraya Jiménez logró conseguir un patrocinio para asistir a la primera competencia de halterofilia para mujeres en unos Juegos Olímpicos, ahí, la atleta terminaría levantando 127.5 kilos que le valdría la primera medalla de oro femenil y la décima para la historia de México, tras 16 años sin subir al podio dorado.

La pesista recibió una llamada de felicitación del presidente, Ernesto Zedillo y se convirtió en la heroína de la sociedad mexicana; dando entrevistas y ocupando las primeras planas, sin embargo, Soraya Jiménez no participó nuevamente en unos Juegos Olímpicos, pues fue revictimizada y señalada por dopaje que, en realidad se trataba de una serie de medicamentos que tomaba la pesista para combatir la depresión y el insomnio. Años más tarde, la Federación reconoció que la sustancia no dañaba su desempeño, sin embargo, la carrera de Soraya Jiménez se encontraba en declive a causa de una serie de problemas físicos y emocionales.
Recibió 14 intervenciones quirúrgicas en la pierna, la extracción de un pulmón y cinco paros cardiorrespiratorios derivados de hasta 3 cuadros de influenza agravados. La depresión que aquejaba a la pesista nunca fue correctamente atendida, sin mencionar, que ni las comisiones deportivas, ni el Estado, aseguraron el bienestar de Soraya Jiménez quien falleció a los 35 años en Ciudad de México a causa de un paro cardíaco.

Fuente: Olimpismo mexicano vía X

El próximo 5 de agosto, Soraya Jiménez cumpliría 47 años y su nombre continúa inspirando al deporte femenil que resiste y continúa abriéndose camino en las disciplinas donde hasta hace 20 años, las mujeres eran excluidas. Estos Juegos Olímpicos 2024 son una victoria en representatividad que no estaría completa sin recordar la lucha de mujeres como Soraya Jiménez que quebraron el techo de cristal del deporte para que otras avanzaran