** CON SINGULAR ALEGRÍA .
/ POR GILDA MONTAÑO /
¿Usted se imaginó alguna vez que saldría a la calle y se encontraría con que todo el mundo tuviera puesto un tapaboca? Hace dos años y medio, ni remotamente. ¿Usted se imaginó que los chinos fueran los que propagarían esto, y se expandiría por el resto del mundo? Yo no. ¿Usted se imaginó que sus amigas y amigos más queridos, morirían de un bicho descomunal llamado Covit? Yo no. ¿Usted se imaginó que habría una vacuna y que aminoraría el problema del bicho? Yo no. ¿Usted se imaginó que habría la peor recesión pensada en la historia del mundo y que añadiría a muchos más pobres y marginados? Yo no.
¿Usted imaginó alguna vez que se llevarían a su madre en las peores circunstancias, a un hospital, que le tomarían una prueba del bicho, en la Cruz Roja en la mañana, que resultaría negativa, y que al ingresarla al ISSSTE, resultaría positiva; que se la llevarían al lugar de contagiados, que estaría allí diez días y que luego de tres días de sacarla del hospital, ¿llegaría a su casa y moriría? Yo, ni remotamente. Aviso que cuando llegó, no contagió la mujer a nadie. Ni a su hija, ni a los dos nietos que la vieron, ni a las señoras de la limpieza. Ni a nadie. Simplemente llegó morada de todos lados, masacrada, y murió en su cama, en su casa, con la gente que más la ha querido en la vida. Tristeza infinita.
¿Usted imaginó que Rusia, en esta época, llena de dolor de la humanidad, tuviera los tamaños, para invadir a Ucrania y masacrar a la población que se le ocurriera? Yo no. Millones de personas huyeron del terror se saber que estaban deshaciendo no solo su paz, sino sus hogares, a sus familiares, hijos, maridos, esposas, abuelos, nietos, hermanos, vecinos… a todos. Yo ni remotamente.
¿Usted imaginó que los asaltos en su país ya fueran el absurdo cotidiano? ¿Imaginó que por quererle arrebatar una nómina, tendría tres tiros en la cabeza? ¿Imaginó que le prenderían fuego porque sí, sin más tema que porque su hijo está gritando, o porque no quiso andar con el fulano ese que se decía político, o porque se bajó de un Uber a las 4 de la mañana? Yo no.
Estoy verdaderamente conmocionada. No encuentro en ninguno de los buenos, o importantes noticieros que se hacen en televisión, algún motivo para ser escuchado. Es terrible oír la bola de noticias que le rompen a cualquier ser humano el alma. O choques, o colgados, o ahogados, o mantas culpándose de lo que el mismo gobierno no puede controlar.
Estamos hechos unas bolas verdaderamente inhumanas. Aquí no se trata de saber si gana el mejor o el peor. Si la más manejable, es la más inteligente; si el vecino le pega a su mujer, y esta lo perdona…ay, ¿por qué no? Ya somos muchísimos y todos los valores que alguna vez trataron de inculcarnos: la iglesia, o nuestros padres, o los dos juntos, ya no están. Lo mismo da robar subidos en una moto, o dar de balazos. Lo mismo nos da estrangular a una mujer, o meter en una cisterna a una creatura inocente, o a una mujer de Monterrey, ya asesinada hace días.
Lo único que me mantiene en mis cinco sentidos, es creerle a Dios. Y agarrarme de su mano y saber que si El está conmigo, no habrá nadie contra mí. En eso estoy.