Bertoldo, Bertoldino y CACASENO…

**Nos Faltan 60.

/ Carlos Ferreyra Carrasco /

Una notita perdida en cualquier rincón de algún periódico impreso, de esos que comienzan a convertirse en recuerdos de tiempos mejores, a raíz de la enésima burrada presidencial, menciona sus raíces ibéricas.

Los Obrador, como era antes, tras agotar las labores arriando jumentos, decidieron viajar para “hacer la América”.

Llegaron a Cuba, uno o dos se afincaron en el largo lagarto verde, con ojos de piedra y agua, dice el sentido canto a su patria de Nicolás Guillén, cubano y defensor de la negritud.

Otros viajaron a México. En la capital tabasqueña abrieron una tienda que con el tiempo y malas decisiones, fracasó y fue sustituida por los abarrotes de nombre La Revolución.

En todos estos teje manejes estuvo presente el abuelo que como el resto de la familia, era oriundo de Ampuero, un casi caserío perdido entre los múltiples cerros cantábricos.

La abuela, por cierto, se llamaba Manuela y de ahí el apelativo del actual prohombre, que de sus tíos tomó los de sus vástagos.

Una sola ocasión el mandatario visitó la tierra de sus mayores. Fue recibido con los fastos debidos al presidente electo de los mexicanos, que como le es natural, se dejó querer porque está seguro de merecerlos.

López regresó a México y desenterró el hacha de guerra. Y la emprendió contra los peninsulares, sus orígenes, a quienes exigió reparación de daños cometidos por España cuando tal nación no había sido creada.

De lo que ha seguido todo mundo está enterado y sorprendido. El asombro que nos despierta nos remonta a una trilogía de cuentos de dos autores venecianos.

Se trata de un padre pícaro, un hijo buen aprendiz y el nieto que resulta maestro en el arte del vividor. Mas o menos así recuerdo esta lectura de hace mas de 70 años.

La obra se publicó, eso sí lo recuerdo, en 1620, se desarrolla en el entorno de Venecia, creo. De lo que estoy seguro y los menciono en el orden debido a las jerarquías familiares, que las narraciones se agrupaban en una obra titulada: Bertoldo, Bertoldino y Cacaseno…

(La imagen corresponde al magno homenaje que le hicieron en el Ayuntamiento de Ampuero al visitante, cuya coronilla se aprecia a la izquierda).

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