Biden-López Obrador abordaron temas fundamentales.

*En migración y economía, la colaboración es insoslayable.

/ Enriqueta Cabrera /

Puede considerarse positivo para ambos países el primer diálogo de los presidentes Biden y López Obrador en la Casa Blanca. Positivo, por los dos temas abordados que tienen un carácter de prioritario interés en el desarrollo presente y futuro para ambos países: Migración y Economía, dos crisis en las que la colaboración es insoslayable. En la primera reunión sostenida por los presidentes Biden, de Estados Unidos, y López Obrador, de México, en la Oficina Oval de la Casa Blanca, frente a frente y sin otros funcionarios, se abordó el tema de la migración. Nunca antes la frontera entre ambos países tuvo una crisis migratoria como la actual, por el número de migrantes que buscan llegar a EU después de atravesar México, por el carácter de la migración que incluye a familias enteras, a niños frecuentemente no acompañados y en las que destaca la migración de países centroamericanos, por la crisis humanitaria que representa, por las muertes y deportaciones que vulneran los derechos humanos.

El Presidente de México planteó el problema migratorio, que tiene diversos ángulos. Reiteró una serie de propuestas relativas a diversas acciones anteriores y a que EU y México puedan desarrollar algo parecido al Programa Bracero que permitió legalmente el trabajo de migrantes durante la II Guerra Mundial y de 1942 a 1962. El presidente Biden lo consideró imposible por ahora y destacó el hecho de que ya se han otorgado alrededor de 300 mil visas de trabajo temporal para trabajadores. La realidad es que, por un lado, EU requiere mano de obra, principalmente en la agricultura, la construcción y otras actividades, y por otra parte, decenas de miles de centroamericanos, mexicanos, latinoamericanos, africanos y de otras nacionalidades buscan desesperadamente empleo fuera de sus países que les permitan sobrevivir frente a la falta de trabajo, la violencia y la inseguridad para sus familias. La situación es crítica. El presidente Biden necesita el apoyo de México para contener la imparable migración. La conclusión sobre tan dramático tema es que (por diferentes motivos entre los que se incluye el político en EU) habrá que tener paciencia y México seguir colaborando con EU.

Finalmente hay que recordar que cuando el presidente López Obrador llegó a su hotel, un nutrido grupo de mexicanos organizados lo recibieron al grito de “No estás solo”. Lamentablemente el presidente López Obrador, nuevamente, no se dio tiempo para recibir a los mexicanos organizados y entablar un diálogo. ¿Cómo es posible un desaire de ese tamaño de nueva cuenta? El Presidente de México no sabe, o no toma en cuenta que los chicanos (estadounidenses hijos de mexicanos que tienen nacionalidad estadounidense y son también mexicanos) pueden ser para México el más grande lobby existente en Estados Unidos, están organizados, tienen importantes posiciones en universidades y en diversos destacados trabajos, viven y trabajan en muchos estados (no sólo en Los Ángeles, la ciudad donde viven más mexicanos después de la Ciudad de Médico). Son mexicanos también la mayoría de los Dreamers, así como cineastas, grandes escritores, cantantes y hasta mariachis. ¿Sabía que hay escuelas de mariachis y que la música mexicana ocupa un importante lugar? Estados Unidos es el país en que se habla más español en el mundo después de México. Los mexicanos fueron atacados y despreciados por Trump durante toda su Presidencia. Los mexicanos durante años sufrieron cuando entraban a un restaurant y encontraban un letrero que decía “NO MEXICANS OR DOGS ALLOWED” o sea “No se aceptan mexicanos ni perros”. Aún son discriminados en diversos estados donde se pretende dejarlos fuera de su derecho a votar. El presidente de México visitó la estatua de Martin Luther King, pero no se reunió con mexicanos que aún son discriminados, por cierto cada vez son menos porque se han ganan a pulso el respeto. Sólo un dato, los Dreamers según las encuestas tienen un apoyo mayoritario de los estadounidenses, ganado también a pulso.

La reunión de López Obrador con Biden fue un buen encuentro, dada la insoslayable colaboración que quedó evidenciada en el comunicado conjunto: Se buscará fortalecer la colaboración para enfrentar desafíos nacionales, regionales que pueden incluso ser considerados globales, en el centro de los cuales puede considerarse la inflación que golpea igual a México que a Estados Unidos, así como los intercambios comerciales entre dos países que son socios junto con Canadá del TMEC. El comercio bilateral y trilateral tiene un papel crucial para mejorar las cadenas de suministro. En el comunicado conjunto se considera la necesidad de dar prioridad a la aceleración de las cadenas de suministro, en particular de productos agrícolas y alimentos básicos, así como para reducir los costos comerciales de los mismos, con la colaboración comercial de los tres países: EU, México y Canadá.

Es evidente que se trata de crisis mundiales vinculadas con los suministros de productos alimenticios y la inflación, no desvinculados de crisis económicas nacionales y mundiales que tienen que ver con las economías y las devaluaciones monetarias. El panorama trilateral y mundial obligaba a encontrar fórmulas para atender los problemas de suministro, empleos, crisis económicas y laborales, y en ese marco puede afirmarse que las dos reuniones en Washington de Estados Unidos y México, destacadamente en la reunión del Presidente de México con el Presidente Biden y con Cámaras de Comercio de EU, arrojaron resultados positivos, en los que destaca el compromiso de invertir en infraestructura y modernización de puertos de tierra en la frontera común de México y Estados Unidos. La modernización planteada tendría un efecto positivo en los intercambios comerciales entre ambos países, así como en el aumento de la generación de empleos, en las exportaciones e importaciones entre ambos países, incluyendo a Canadá.

Hay otras cuestiones que no pueden ser soslayadas y que fueron igualmente abordadas en el diálogo empresarial de alto nivel, y que naturalmente incluyen a los tres socios comerciales de Norteamérica, tales como el sector energético o las tecnologías de la información. Se planteó también la necesidad, en el próximo Diálogo Económico de Alto Nivel, que deberá realizarse en septiembre, de hacer compromisos entre los tres países en el sector energético, para detener la emisión de gases de efecto invernadero, de producción. Deberá entenderse que también abastecimiento de petróleo y podría decirse reducción de gases de efecto invernadero. Avanzar en la transición de vehículos eléctricos con cero emisiones contaminantes. Seguramente se tratará de manera destacada la aceleración de medidas para desacelerar el cambio climático. Puede afirmarse que la reunión empresarial de Alto Nivel alcanzó acuerdos importantes cuyo desarrollo deberá avanzar en la próxima reunión empresarial de los tres países socios del TMEC.