*Escrito por Wendy Rayón Garay .
12.01.2025/CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- A los 40 años, la actriz de Hollywood, Brook Shields se sometió a una labioplastia para reducir el tamaño de sus labios vaginales, ya que desde la secundaría había tenido sangrados e irritaciones. Sin embargo, además de dicha operación, el doctor le realizó un rejuvenecimiento vaginal sin su conocimiento y autorización.
Según contó Brooke en entrevista para Us Weekly, toda su vida ha girado en torno a su belleza y a mantener estándares irreales. Esto causó que su cuerpo fuera sexualizado en películas como La Laguna Azul, Bebé Lindo o en comerciales de ropa interior. Actualmente a sus 59 años está próxima a lanzar su libro “Brooke Shields in not allow to get old” o “Brooke Shields no tiene permitido envejecer” en español para hablar de su proceso de envejecimiento.
@brookeshields
En su libro narra cuando se sometió a una labioplastia por recomendación de su ginecólogo ante sus problemas de salud. Durante un chequeo postoperatorio, el cirujano le confesó haberle realizado una segunda operación como “un bonus”. Recordemos que el rejuvenecimiento vaginal consta de estrechar o restaurar el contorno de la vagina a través de diferentes tratamientos quirúrgicos o no quirúrgicos, como hormonas, láser o radiofrecuencia.
«Se sintió como una invasión, como una especie de violación extraña. (…) Nada apuntaba a esta necesidad de ser más apretada o más pequeña o más firme o más joven, especialmente allí” -Brooke Shields
Datos de la última encuesta de la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), mostraron que, en 2023, a nivel mundial, se realizaron 84 mil 495 rejuvenecimientos vaginales siendo Brasil el primer país con mayor número de estos procedimientos (12 mil 839), seguido de Estados Unidos (3 mil 589). El mismo estudio ha monitoreado un incremento del 19.6% de rejuvenecimiento vaginal en comparación al 2022 cuando hubo 70 mil 645.
La doctora María José Alonso, médica general y activista en derechos sexuales y reproductivos, comentó a Cimacnoticias que cualquier tipo de operaciones para estilizar la vagina son contraproducentes, ya que pueden causar dermatitis, pérdida de funciones totales, hemorragias, riesgo anestésico o afectación en la elasticidad. También comentó que lo que lleva a las mujeres a tomar esta decisión es el desconocimiento de la diversidad vulvar y vaginal.
Para la doctora María José, la medicina y la cirugía ginecológica se encargaron de sugerir procedimientos como el blanqueamiento, la depilación, el corte con los labios en la labioplastia e incluso el estrechamiento. Esto se ha hecho para dictaminar el “cómo deben lucir las vaginas” desde una mirada patriarcal, ignorando las necesidades, pero sobre todo la salud de las mujeres.
El consentimiento informado en la salud de las mujeres
De acuerdo con el artículo ‘Consentimiento informado en la presentación de servicios de salud’ de Claudia Patricia Orellana Robalino, el consentimiento informado es fundamental para el principio de autonomía, el cual permite a las mujeres a tomar decisiones libres y conscientes sobre su vida, en este caso su salud. Esta medida permite a los pacientes aceptar o rechazar tratamientos médicos con base en información clara, suficiente y comprensible.
También explica que debe existir un respeto entre médico y paciente para evitar la instrumentalización de las mujeres, quienes históricamente han enfrentado prácticas médicas invasivas en sus cuerpos y salud reproductiva. Por lo que, el consentimiento informado, no solo les da la posibilidad de tomar control sobre su cuerpo, sino exigir un trato digno y ético en el sistema sanitario.
Sin embargo, en realidad los derechos de las mujeres sobre sus cuerpos son vulnerados. Son sometidas a procedimientos médicos en contextos donde su consentimiento es tomado como una formalidad o es ignorado. Ejemplo de esto son los casos de esterilizaciones forzadas en mujeres que viven en comunidades marginadas y que enfrentan barreras sociales.
Según el texto, las consecuencias de un procedimiento médico no consensuado pueden provocar un impacto físico, emocional y psicológico como traumas, pérdida de confianza en el sistema médico e impotencia frente a decisiones que afectan su vida. Además, se perpetúa la desigualdad de género en la atención sanitaria y se refuerza la narrativa de que los cuerpos femeninos son objetos que deben lucir infantiles, esbeltos y blancos siguiendo un modelo hegemónico inalcanzable para ellas.
Entre los desafíos encontrados al consentimiento informado está la falta de información clara y comprensible, ya que los procedimientos médicos suelen explicarse en términos técnicos que dificultan su entendimiento sobre los riesgos, beneficios y alternativas. El no entendimiento puede resultar problemática especialmente para las mujeres de las comunidades indígenas, rurales o que sean migrantes por las barreras lingüísticas y culturales.
Otro desafío es el poder de la relación médico paciente donde las mujeres se ven obligadas a aceptar decisiones médicas sin cuestionarlas porque “confían en la percepción del personal de salud” dándoles autoridad. Por lo que, para garantizar que las mujeres ejerzan plenamente su derecho al consentimiento informado se necesitan
- Implementar polìticas que promuevan su derecho a la equidad en la atención médica;
- El consentimiento informado previo, continuo y revocable permitiéndoles cambiar de decisión en cualquier momento;
- Incluir una perspectiva de género en la formación del personal para que comprenda las necesidades específicas de las mujeres y eliminan sesgos;
- Establecer protocolos para aquellas que enfrentan violencia de género, migración o condiciones de pobreza.