Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
El pasado 22 de abril, en su cuenta de redes sociales, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez informó: “Estamos reestructurando los programas de SEDESOL para apoyar a la gente que su actividad económica dependía de la afluencia de personas, desde luego empezaremos por quienes más lo necesitan y por las zonas turísticas”.
El texto lo acompañó de dos fotografías en donde se le ve en su despacho con los titulares de Turismo y de Sedesol, Xóchitl Arbesú Lago y Guillermo Fernández Sánchez, respectivamente, así como con otras dos personas, todos alrededor de una mesa redonda, trabajando.
Lo cierto es que en el sector turístico todos esperaban una buena noticia, como esa. Pero ahora se preguntan si la secretaria Arbesú no malinterpretaría sus indicaciones. Porque al menos algunos prestadores de servicios turísticos (hoteleros, restauranteros) de Chachalacas comentaron a “Prosa aprisa” que les dijo que los van a apoyar ¡con mil pesotes mensuales! mientras dure la contingencia, ligeramente poco más ¡30 pesos diarios!
Otra: ¿el titular de la Dirección General de Transporte Público, que depende de la Secretaría de Seguridad Pública, le informaría ya, u oportunamente, al gobernador que el padrón de taxistas del Estado es de 80 mil personas (me lo corroboraron en esa área)?
Porque también el pasado 25 de abril mediante un comunicado el Gobierno del Estado anunció que puso en marcha el programa “Acciones Emergentes por Contingencia Sanitaria” (AECS), “que destinará 28 millones de pesos para apoyar a conductores de taxis y no concesionarios públicos, por las afectaciones a causa de la pandemia Covid-19”.
Cualquiera que saque la calculadora podrá comprobar que tal cantidad para tal número de personas dan un promedio de ¡350 pesos! La pregunta es: ¿se los irán a dar diario, por mes o solo una vez mientras dure la contingencia?
La intención del gobernador no es mala; incluso se puede considerar oportuna por la crisis económica que ya se vive. La cuestión es si le hicieron bien las cuentas. Claro, tampoco se puede ser limosnero y con garrote. Pero si se trata de esas cantidades, a ver si no les resulta contraproducente, porque nadie va quedar contento.
Si así fuera, con eso tampoco se reactivará la economía, como se pretende.
El problema es grave. A diario vemos personas protestando lo mismo frente al Palacio de Gobierno que en los municipales, clamando ayuda económica: taxistas, meseros, sonideros, payasos músicos, edecanes, vendedores ambulantes, cocineros y un muy largo etcétera.
Para poder satisfacer a todos Cuitláhuac García Jiménez tendría que hacer un verdadero milagro, como el de Jesús quien multiplicó los panes y los peces (Mateo: 14, 13-21; Marcos: 6, 30-44; Lucas: 9, 10-17; Juan: 6, 1-15), pero aun así dejaría muchos descontentos porque no se conformarían con la parte que les tocara y, ¡capaz y también lo crucifican!
Y es que sus ofrecimientos han despertado verdaderas y seguramente altas expectativas. Por ejemplo, el domingo pasado XEU Noticias informó que desde temprana hora se empezó a notar una larga fila de taxistas de la zona conurbada Veracruz-Boca del Río afuera del auditorio “Benito Juárez” para solicitar el apoyo económico que se anunció.
Un taxista de nombre Carlos Chavarría le declaró que el trámite no lleva más de 15 minutos, que tardan más en la cola. Hasta el 1 de mayo los estarán atendiendo de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Publicó una foto que, en efecto, muestra la larga cola.
Será una suma cuantiosa
El propio gobernador informó también vía redes sociales, el 24 de abril, que analizó con el secretario de Finanzas, José Luis Lima Franco, que: “Analizamos la opción de financiar la reactivación económica con un monto equivalente al pago de deuda que se haría en esta administración. En términos nominales no aumentaríamos la deuda.
Aunque nuestro mayor esfuerzo está en la Salud, hay que ir planeando los siguientes pasos”.
En una de dos fotos que publicó se les ve en su despacho dialogando frente a frente. La deuda pública del Estado es de 38 mil millones de pesos.
Para este año, el Gobierno del Estado presupuestó 7 mil 638 millones 314 mil pesos para el pago de la deuda; el año pasado la cantidad fue de 4 mil 740 millones. Si se tomara como base un promedio de 7 mil millones, serían unos 42 mil millones de pesos los que estarían contemplando.
En su tuit el gobernador no habló de un monto concreto ni explicó cómo se aplicaría, aunque sí dejó constancia que, como dijo, planea los siguientes pasos.
El mandatario estatal volvió al tema de las cifras ayer. Otra vez utilizando las redes sociales dijo que en este mes su gobierno ha destinado más de 8 mil 300 millones de pesos “en apoyos directos a la gente más humilde”, aunque no dio más detalles y para un Estado tan grande como Veracruz la cifra realmente es menor. En otro tuit dijo que ese dinero es un “circulante” que el presidente “destina a Veracruz”.
Ahí aparece en su despacho, en diálogo con el delegado federal Manuel Huerta quien, dijo el gobernante, le informó que se han colocado 45 mil 254 créditos a la palabra, un avance del 65 por ciento del total. Del trabajo de Manuel se tiene toda la certeza de que está trabajando con gran intensidad y seguramente él dará un informe completo.
Volviendo a los recursos estatales, aunque Cuitláhuac comenta que planea los siguientes pasos, hacerlo no será nada sencillo si se toma en cuenta el grave deterioro que causó el gobierno de Javier Duarte a las finanzas del Estado.
Ello podría llevar a pensar también que no sería raro que por la vía ministerial aceleraran las indagatorias contra los presuntos responsables del gran desvío de recursos, aparte de Javier Duarte y su esposa Karime Macías, así como algunos detenidos, para tratar de resarcir hasta donde puedan el monto de lo desviado.
Por lo que se ve, consulta y escucha
La foto con el titular de Finanzas los muestra solos y se entendería que a diferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien hace y deshace con el presupuesto en forma personal y no escucha al secretario de Hacienda Arturo Herrera, a quien en tres ocasiones ha salido a corregir y a desmentir, Cuitláhuac sí consulta y escucha a Lima Franco.
También a diferencia de AMLO, quien en sus conferencias mañaneras de repente suelta cifras sin sustento, con el repetido argumento de que él tiene “otros datos”, al gobernador en la gráfica se le ve frente a una Mac book air, una computadora portátil, en la seguramente trae información en la que se basa.
La intención oficial estatal, pues, es buena, aunque por las cifras que manejan no se cree que el problema se resuelva de fondo.
De todos modos hay que esperar para ver qué detalles ofrecen y poder tener un panorama más completo. Tal vez lo aconsejable es que nadie se haga falsas expectativas y mejor espere lo mínimo y lo básico. Finalmente, algo es algo.